Como se ve en Argentina
ARGENTINA Y BRASIL JUEGAN FUERTE PARA
INTERMEDIAR EN LA CRISIS BOLIVIANA
Ambos presidentes envían hoy a sus delegados Marco Aurelio
Garcia por Brasil y Eduardo Sguiglia por la Argentina para conversar con los
principales actores de la crisis en Bolivia. Todos aceptaron la intermediación.
Decididos a tomar un papel protagónico en la política continental,
Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva resolvieron ayer en
la reunión que mantuvieron en la Casa Rosada mediar en el conflicto en
Bolivia. Una misión compuesta por el subsecretario de Asuntos Latinoamericanos,
Eduardo Sguiglia, y el principal asesor de Lula en política exterior,
Marco Aurelio Garcia, viajará hoy a La Paz y a El Alto para conversar
con las autoridades del gobierno y los líderes de la protesta. Kirchner
y Lula aclararon que la solución a la crisis tiene que lograrse dentro
del sistema democrático y el respeto a las instituciones. En voz baja,
los funcionarios de ambas cancillerías adelantaban que ven imposible
una salida sin llamar a elecciones.
Lula llegó ayer a las 11 a la Casa Rosada para inaugurar la agenda oficial
de su visita con un encuentro a solas con Kirchner. Los dos presidentes venían
de una relación personal con vaivenes que explotó luego de que
Lula no se comunicara con Kirchner para manifestarle su solidaridad durante
las durísimas negociaciones con el FMI. Los dos presidentes intentaron
normalizar su vínculo con un distendido cafezinho durante la Asamblea
de la ONU en Nueva York. El proceso de recomposición quedaría
completado con este viaje del brasileño a Buenos Aires.
En público, Kirchner y Lula se mostraron amigos e hicieron un fuerte
gesto político al firmar el Consenso de Buenos Aires, un ideario de gestión
progresista de 22 puntos (ver página 2), que plantean como opuesto al
Consenso de Washington, el recetario que en los O90 los economistas norteamericanos
postularon como la panacea neoliberal que sacaría de la postración
a los países subdesarrollados. El final ya se sabe: fue un fracaso estrepitoso.
En esta nueva etapa de su amistad, Lula invitó a Kirchner a festejar
su cumpleaños el 27 de octubre en San Pablo. Kirchner dijo que sí.
Primero, porque quiere ir y, segundo, porque le queda de paso. Ese mismo día
y en la misma ciudad comienza la reunión de la Internacional Socialista.
Kirchner es el primer presidente justicialista en ser invitado al foro y su
discurso fue programado en la jornada inaugural junto al de Lula y al presidente
de Chile, Ricardo Lagos.
En privado, la gran preocupación de la reunión de ayer fue lo
que estaba sucediendo en Bolivia. La crisis ya costó más de 80
muertos y, justamente ayer, casi al mismo tiempo que se desarrollaba la reunión
en la Rosada, en La Paz llegaba a su clímax la mayor marcha opositora
en reclamo a la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Mientras buscan consolidar su afinidad política, Kirchner y Lula quieren
utilizar el peso del bloque Argentina-Brasil para mediar en forma decisiva en
los conflictos de la región. De la reunión salieron con la instrucción
a sus cancilleres, Rafael Bielsa y Celso Amorim, para que evalúen alternativas
de intervención en la crisis boliviana. ³Es un tema preocupante que nos
desgarra a los hombres de Latinoamérica², sostuvo Kirchner en el acto
de firma del Consenso y de siete convenios bilaterales en el Salón Blanco
de la Casa Rosada.
Misión imposible Los dos ministros hablaron con los seis protagonistas
principales de la crisis. Goni Sánchez de Lozada, acorralado como está,
se mostró muy entusiasmado con la mediación. El líder cocalero
Evo Morales también se colocó a favor y les aclaró que
estaba comprometido a respetar la Constitución boliviana. El líder
de los campesinos, Felipe Quispe, les contó que teme por su vida. El
vicepresidente, Carlos Mesa, el ex presidente Jaime Paz Zamora y el sindicalista
Román Loayza también se mostraron de acuerdo.
Es más, la intención inicial de los gobiernos de Argentina y de
Brasil era mantener la iniciativa en secreto pero desde la propia Cancilleríaboliviana
les avisaron que necesitaban difundir la movida para abrir una expectativa en
una situación que se torna cada vez más complicada.
Con la luz verde, idearon lo de la ³misión observadora², para quitarle
la función de mediación que en diplomacia tiene una reglamentación
específica.
Pero los delegados que designaron Kirchner y Lula dan una idea de la importancia
de la expedición. Eduardo Sguiglia es el principal funcionario de Cancillería
en el área de Latinoamérica y hombre de máxima confianza
de Bielsa, a quien acompañó en su reciente viaje a Cuba. Marco
Aurelio Garcia es la mano derecha de Lula y el máximo referente histórico
del PT en materia de política internacional. Marco Aurelio ya tiene una
experiencia en mediación: fue enviado por Lula para interceder entre
el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y la oposición, en la
peor crisis de aquel país.
Sguiglia y Garcia se subirán hoy a las 6 a un avión de la Fuerza
Aérea que los trasladará hasta La Paz. A las 10.30 tienen arreglado
el primer encuentro que será con el presidente Sánchez de Lozada.
Luego verán sucesivamente al vicepresidente Mesa, a Paz Zamora y a Loayza.
Más tarde, un helicóptero los llevará a El Alto en donde
se entrevistarán con Evo y con Quispe.
Los enviados llevan en carpeta una serie de propuestas que prefirieron no adelantar
para no generar reacciones de antemano, pero cerca de Bielsa puntualizaron que
ven casi imposible una salida si no se convoca a elecciones. Si bien hay un
vicepresidente que se despegó del gobierno, según la Constitución
boliviana no puede asumir en remplazo de un presidente renunciante si la crisis
se produce antes del segundo año de gestión. Si la renuncia se
da previamente, como sería en este caso, es obligatorio convocar a comicios.
³La situación está fuera de control, con los aymaras del ejército
insubordinados y los vagones de trenes cortando el camino La Paz-El Alto.
Goni puede elegir entre irse ahora, con 80 muertos, o irse más tarde,
cuando los muertos sean 2 mil², resumía anoche una fuente de Cancillería.
fuente : P.12