27 de octubre del 2003
Gas y "guerra mediática"
en Bolivia
Edgar Ramos Andrade
Rebelión
Paralela a la "Guerra del gas", con manifestaciones y bloqueos (y masacres),
se desarrolla una singular guerra mediática en la que el gobierno y los
empresarios gastan millones en publicidad engañosa y propaganda desinformadora.
A la vez surgió, casi de golpe, un inusitado movimiento de comunicación
alternativa que con creatividad y casi cero de presupuesto ya tiene ganadas
varias batallas.
El mundillo político tradicional y sistémico --a punto de derrumbarse
en esta Guerra del Gas-- no sería tal ni se mantendría en el agónico
poder si no tuviera el decisivo apoyo de los medios de comunicación que
le son serviles o a los que utiliza porque necesita legitimar sus acciones ante
el soberano.
Eso ha estado pasando hasta ahora. Los conocidos "medios masivos de comunicación"
--la mayoría de ellos-- han mostrado una disfrazada independencia solo
desenmascarada en los últimos años por dos motivos:
1) Un descarado servilismo y sucesivos errores de esos medios y,
2) La inusitada aparición de eficientes redes de comunicación
alternativa que --por ahora-- trabajan a nivel underground (subterráneo)
para el gran público.
La Guerra del Gas, casi con seguridad, decidirá la suerte del país.
No a nivel económico sino en el ámbito político del concepto
de Estado. Pero vayamos por partes.
Servilismo y errores de medios tradicionales
Los medios tradicionales están vinculados a fuertes intereses empresariales
y gubernamentales. Tomemos algunos ejemplos. La red televisiva Unitel, con sede
principal en Santa Cruz y repetidoras en gran parte del país, es propiedad
mayoritaria de Osvaldo Monasterio Añez, potentado cruceño y senador
del MNR durante la engañosa capitalización que nos llevó
al estado de crisis terminal.
Esta red tuvo el desatino de despedir a su ex jefe de informaciones, Juan Carlos
Marañón, días antes del 12 de febrero de 2003, cuando comenzaba
a gestarse la "Guerra del Gas" y cuando Unicom (la instancia gubernamental de
propaganda) distribuía libretos ministeriales y pretendía poner
a los medios a su disposición, publicidad de por medio.
Otros ejemplos. El conflicto societario de la red televisiva ATB muestra la
magnitud del manejo de sus propietarios, uno de cuyos amigos incondicionales
fue Jorge Quiroga, vicepresidente (luego presidente) del gobierno del ex dictador
Hugo Banzer, quien estuvo a punto de dejar el palacio de Gobierno el año
2000, por presión social.
Ni qué decir de la red televisiva PAT, del actual vicepresidente y prolífico
escritor de la historia oficial, Carlos Diego Mesa, o del diario "La Prensa",
miembro de la red Líder (de siete diarios capitalinos, uno en El Alto
y otro en Montero) que demostró estar "acompañando al actual régimen
(gubernamental)" y que no acepta discrepancias informativas; por ello echó,
con escándalo, a su jefe de informaciones Andrés Gómez
Vela para mantener el discurso uniforme dictado desde Unicom. A ello se suma
la red Uno, del millonario empresario cruceño Ivo Kuljis, ex candidato
vicepresidencial de Condepa, UCS y NFR (en forma sucesiva) pero que ahora es
parte del gobierno del MNR, desde agosto de 2002, antes que el mismo Manfred.
Para estos medios y sus repetidoras, la información, ese elemental derecho
ciudadano, es una mercancía con bonita envoltura y una sugestiva promoción
publicitaria que explica el contenido superficial de lo que se quiere decir
y para ello utiliza rostros bellos, casi bustos parlantes-impensantes.
Eso es el mundillo político y sus incondicionales aliados, los "medios
independientes".
Intenso movimiento mediático alternativo
Frente a este panorama, comenzó un inusitado movimiento de redes y medios
de comunicación de contenido alternativo (contestatario, opositor, realista
y hasta arriesgado) que ha demostrado efectividad pese a sus errores, dispersiones,
mezquindades y hasta derroches, especialmente de ONGs que no encaminan bien
sus recursos.
Sin entrar en disquisiciones teóricas de comunicólogos --no es
el objetivo de este trabajo-- la comunicación alternativa que se utiliza
en Bolivia actualmente tiene dos fundamentos:
1) Muestra contenidos que discrepan con lo impuesto por el poder y da a conocer
"la otra cara de la medalla";
2) utiliza formas tradicionales como la radio-TV-periódicos pero también
otras formas comunicativas no tradicionales: teatro popular, volantes, debates
socializados de base y, últimamente, la internet (correo electrónico
y página web).
Estos movimientos se dan en Bolivia en varias regiones y formas. En radio, están
las ACLOs (Chuquisaca y Tarija); las Pio XII (Llallagua, Oruro y Cochabamba),
Radio Alternativa (Santa Cruz); y la red Aymara (San Gabriel y sus satélites)
además de la creciente Huayna Tambo (El Alto) sin dejar de lado a la
red Padem que trabaja a nivel nacional. En televisión está el
tímido esfuerzo de la red RTP.
En periódicos, los esfuerzos son menos redituables en lo inmediato pero
muy utilizados y masificados "por la fotocopia" y ahí tenemos al re-posesionado
"Juguete Rabioso" (jugueterabioso@yahoo.com), además de "El Candil"(el_candil@hotmail.com),
"Así es" (asies_bolivia@yahoo.com), "Poder Comunal", "Control
Social" y otros. El contenido de la mayoría de ellos ha servido para
documentar y esclarecer muchos problemas que ahora son motivo de conflicto social
muy serio para el gobierno.
Entre los medios web, están los exitosos y participativos www.bolpress.com
(admin.@bolpress.com), www.bolivia.indymedia.org (cmi-bolivia-editoriales@indymedia.org,
inti@indymedia.org, silviopaez@latinmail.org) y el creciente www.econoticiasbolivia.com
(econews@ceibo.entelnet.bo) además de www.ondas libres.org
(ondaslibres@ondaslibres.org), www.control social.org (cepasinf@ceibo.entelnet.bo);
www.padem.org.bo (oficina@padem.org) y otros. En cuanto a investigación
y documentación, la flor se la lleva el Centro de Documentación
e Información de Bolivia (CEDIB: www.cebid.org, difusión@cedib.org)
de Cochahamba, aunque también están el Sistema de Auto-educación
de Adultos a Distancia (SAAD-San Gabriel) y la Asociación Integral de
Comunicadores Sociales Provinciales de La Paz (WAYRA-viento).
También están el Proyecto de Educación y Medios de Comunicación
de Cochabamba (edume@supernet.com.bo); el Centro de Documentación
Juana Azurduy de Padilla de Sucre (juanas@mara.scr.entelnet.bo), los
Audiovisuales Educativos (AVE) de Cochabamba o el centro de Promoción
de la mujer Gregoria Apaza (gregoria@caoba.entelnet.bo) de El Alto además
de los esfuerzos individuales pero influyentes de movilización social
de base a cargo de Félix Gutiérrez Matta (gutierrez57@hotmail.com),
Edgar Ramos Andrade (sdiprensa@latinmail.com) y otros.
Entre los movimientos que utilizan formas no tradicionales, están el
Centro Cultural Huayna Tambo de El Alto, con sus actividades de movilización
social y la radio 101.7 FM, la Revista Muros (waynatambo@waynatambo.zz.com),
el Tinku Juvenil de Cochabamba (tinkujuvenil@yahoo.com) y otros.
Batallas callejeras, mediáticas y medios fofos
Las batallas de la guerra mediática (que se desarrolla paralela a la
conflicto social) hasta el momento, han tenido tres características:
1)El gobierno ha derrochado millones de dólares en publicidad y propaganda
para desprestigiar a dirigentes sociales y sindicales y para desinformar pero
ha logrado un efecto adverso;
2) los medios alternativos, con máscreatividad no exenta de sacrificio
y renunciamientos varios, ha logrado convencer a buena parte de la población,
por ejemplo en el caso del gas, quizá porque está más cerca
de la gente.
3) La mayoría de los esfuerzos de los medios alternativos son dispersos,
inconexos, faltos de coordinación, aislados y a veces mezquinos pero
han demostrado efectividad y resultados a la hora de lograr objetivos planteados.
En medio de todo este panorama están decenas de medios de comunicación
considerados "fofos políticos" como las redes radiales Fides o Erbol,
que enfrentan un delicado conflicto ideológico y no terminan de definirse
en esta delicada coyuntura.
(*) Edgar Ramos Andrade, comunicador, investigador y activista social, es director
del libro "Directorio Nacional de Medios de Comunicación por Municipio"
y miembro de Indymedia-El Alto.