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Latinoamérica

TANQUES DE GUERRA REABREN LA RUTA DE LA GASOLINA

Econoticiasbolivia.com

Un megaoperativo con tanques de guerra, helicópteros artillados y cientos de militares carapintadas se desplegó al atardecer de hoy en la bloqueada ruta que une la asediada ciudad de La Paz con El Alto, buscando reabastecer de gasolina y diesel a la sede de gobierno, que sigue cercada por las protestas populares.
La incursión militar, dirigida desde un helicóptero por el ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, llegó hasta la tranca de Senkata, donde están las plantas distribuidoras de combustible.
Allí, ingresaron tanques, helicópteros y camiones repletos de militares para resguardar primero y escoltar después a una treintena de cisternas hacia la ciudad de La Paz, en una caravana que parecía extraída de la realidad de Beirut o Bagdad.
Hasta el cierre de este despacho no se habían producido enfrentamientos entre la caravana y los mineros de Huanuni y vecinos de El Alto, que armados con piedras, dinamita y fierros habían mantenido el bloqueo por varios horas.
"Van a morir, malditos", gritaban los vecinos al paso de los militares, que aguardaban que disminuya el número de bloqueadores con el paso de las horas y la menor temperatura (bajo cero en las noches) para retornar a La Paz.
Informes de la Asociación de dueños de gasolineras daban cuenta que en las primeras horas de la noche el 90 por ciento de las surtidores de La Paz estaban cerrados por la falta de combustible. Aunque, según el vocero presidencial, Mauricio Antezana, la provisión de gasolina sería normalizada en el curso de las siguientes horas.
El desplazamiento militar generó, sin embargo, nuevas sospechas. "Quiero denunciar que el gobierno está planificando el asalto de Radio San Gabriel (donde se desarrolla una huelga de hambre de más 200 dirigentes campesinos leales al "Mallku" Felipe Quispe)", dijo el ejecutivo de la Federación de La Paz, Rufo Calle, quien advirtió que el desplazamiento de tanques, helicópteros y regimientos militares eran el preanuncio de un inminente "estado de sitio", que podría lanzarse este fin de semana.
Similar sensación se sintió en plena Plaza Murillo, donde está el Palacio de Gobierno, cuando al mediodía policías pateaban y golpeaban con laques a varios ciudadanos, incluidas señoras, que pacíficamente repartían volantes del opositor Movimiento al Socialismo (MAS) en los que se rechazaba el proyecto de exportación de gas a Estados Unidos por un puerto chileno.
Ese volante decía lo siguiente:
"Exigimos:
1. Que Sánchez de Lozada abrogue inmediatamente el DS 24806 de 4 de agosto de 1997, mediante el cual se transfiere la propiedad de los hidrocarburos producidos a empresas privadas, anule inmediatamente todos los Contratos de Riesgo Compartido firmados en base a ese decreto y cancele inmediatamente todo proyecto o iniciativa de venta del gas natural a Estados Unidos o a Chile hasta que se apruebe una nueva Ley de Hidrocarburos por consenso nacional.
2. Si no se recupera el gas de manos de las transnacionales que renuncie irrevocablemente a su mandato presidencial y dé curso a la sucesión constitucional.
3. Iniciar un proceso de debate nacional encaminado hacia la refundación o reconstitución del país y que confluya en la convocatoria y realización de una Asamblea Constituyente donde "nos sentemos frente a frente y tomemos una decisión histórica respecto a nuestro destino".
En la noche, un par de cuadras más abajo de la Plaza Murillo, miles de fabriles, maestros, desocupados y universitarios, coreaban consignas contra Goni y marchaban prendidos a sus teas y a sus esperanzas.
"Vamos a defender la Patria y los recursos naturales que Sánchez de Lozada quiere regalar a las transnacionales y a Chile", dijo el minero Jaime Solares de la revitalizada Central Obrera Boliviana (COB) a la cabeza de la marcha. De fondo, resonaba una y otra vez, la consigna coreada con rabia y dolor: Fusil, metralla, el pueblo no se calla.