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Latinoamérica

COB DENUNCIA: EN PALACIO EMERGE UNA DICTADURA FASCISTA

Redacción de Econoticiasbolivia.com

"El gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada se está convirtiendo en un gobierno dictatorial, en un gobierno fascista", denunció el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, pocas horas después de que tropas militares y policiales acribillaran a mineros y vecinos de la ciudad de El Alto.
"No se puede seguir metiendo bala al pueblo", dijo el dirigente que durante 25 años trabajó en el centro minero de Huanuni, distrito al que pertenecen los trabajadores que en la mañana de hoy se enfrentaron con piedra y dinamita al Ejército y la Policía en las pampas de Ventilla, a pocos kilómetros de la ciudad de El Alto.
En esta urbe, vecina a la ciudad de La Paz, se mantenía, tras el enfrentamiento, una paralización total de actividades y el bloqueo de caminos, instruidos por la Central Obrera Regional y la Federación de Juntas Vecinales.
Mientras tanto, en La Paz, dirigentes de la COB convocaban a los trabajadores a radicalizar las medidas de presión, bloqueos y marchas, para acelerar la caída del presidente Sánchez de Lozada, quien sin embargo ratificó en una presentación televisiva a nivel nacional que no abandonaría el cargo.
"Mi gobierno fue legalmente elegido", dijo al asegurar que "hay una minoría que quiere dividir y destruir Bolivia".
"No puede haber gente que bloquee carreteras (...) es inaceptable", agregó el Presidente en un corto discurso en el que no dijo ni una palabra de la convulsión social que azota el occidente boliviano, de los muertos en Ventilla, de los enfrentamiento en El Alto, de la paralización de actividades en esta ciudad ni de los bloqueos que tienen cercada a La Paz.
Tampoco habló del "cacerolazo" que miles de maestros y comerciantes minoristas realizaron hoy en La Paz pidiendo su dimisión, como tampoco de la manifestaciones masivas de Cochabamba, la marcha de campesinos de Santa Cruz y en otras ciudades menores de Bolivia.
Y es que según los dirigentes laborales, reunidos en La Paz, el gobierno estaría alistando un "estado de sitio" y la detención de los principales dirigentes sindicales. "Hay ese peligro", dijo Solares.
La reunión ampliada de dirigentes conminó, asimismo, para que se "unifiquen de una vez" el jefe del Movimiento al Socialismo (MAS) y líder de los cocaleros Evo Morales, el ejecutivo de los campesinos el "Mallku" Felipe Quispe y el dirigente de la COB, el minero Solares, ya que unos reclaman solo por la recuperación del gas y el petróleo y otro por la renuncia de Sánchez de Lozada.
"Las bases y los dirigentes medios estamos unificados, pero los de la cabeza marchan cada uno por su lado. Eso debe acabar", señala una de las conclusiones del encuentro laboral que instruyó la "resistencia civil" si se dictaba el "estado de sitio".