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Latinoamérica

9 de januari del 2003

México: De Cuauhtémoc Cárdenas al comandante Tacho

Cuauhtémoc Cárdenas
La Jornada

Señora directora: Le ruego publicar la siguiente carta en El Correo Ilustrado.
Comandante Tacho, Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Mucho lamento que el haber estado fuera del país no me hubiera permitido sino hasta hoy 7 de enero leer las palabras que pronunciara el pasado día primero en San Cristóbal de las Casas, en las que se hacen diversas alusiones a mi persona y a mi proceder.
Lamento y me duele que haya usted caído en el infundio al afirmar que yo recomendé a los senadores del PRD votar en contra de la Ley Cocopa y que el premio de ese voto fuera la gubernatura de Michoacán.
Sé que en las profundidades de la selva de Chiapas hay noticias que llegan y noticias que no llegan, y noticias que se quieren leer y noticias que no se quieren leer.
Desde el momento en que se dio el voto sobre la iniciativa de la Cocopa en el Senado, manifesté públicamente mi parecer en contra de ese voto. Así lo he hecho posteriormente en ocasiones reiteradas (como puede verse, sólo como ejemplo, en la página de Internet de La Jornada del 1º y del 5 de mayo de 2001).
Respecto a que recomendé a los senadores el sentido en que debía darse el voto, no acostumbro ir adonde no me llaman ni interferir en las responsabilidades de otros. A quien afirme que le indiqué votara en tal o cual forma puedo mirarle a los ojos y decirle que miente. Y respecto a que el premio de ese voto fue el gobierno de Michoacán y se trasluce en su discurso, sin haberse atrevido a hacerlo explícito, que es un premio a mí en la persona de mi hijo, me duele ver qué tan bajo llega usted, comandante, cuando reacciona visceralmente, no se informa pudiendo hacerlo y no utiliza la razón.
Sostener que el gobierno de Michoacán es un premio al voto de los senadores del PRD es menospreciar la inteligencia, el valor en la lucha y la contribución que el pueblo michoacano en su conjunto ha dado para los avances democráticos que hayan podido lograrse en aquel estado y en el país. Y lastima a quienes como yo reconocemos el valor de la lucha del EZLN por la dignidad y la justicia que un comandante de ese contingente menosprecie los esfuerzos y sacrificios populares.
Por lo demás, han sido públicas las varias ocasiones en que Lázaro, mi hijo, senador por Michoacán en los momentos del voto sobre la iniciativa de la Cocopa, ha expresado que reconoce su error al haber votado como lo hizo en aquella ocasión (ver la misma página de La Jornada en Internet del 1º de mayo de 2001).
Nunca pensé en "dar una explicación" sobre el voto de los senadores del PRD y mi actitud al respecto, primero, porque públicamente fijé desde un principio mi posición, que no ha variado ni variará, y después, porque nada tenía que explicar de lo que nunca hice.
Por los conductos que en otros momentos fueron eficaces he tratado desde hace ya muchos meses, más de 12, 18 o 20 quizá, de convenir un nuevo encuentro con los dirigentes zapatistas con los que en distintas ocasiones me reuní en el pasado. La respuesta a mi planteamiento ha sido hasta ahora el silencio.
Quisiera en esta ocasión, por las menciones que en su discurso hizo de mi persona y de mi partido, dejar claro ante usted que mi relación con el EZLN, y puedo agregar que la relación de mi familia con el EZLN, no ha sido en función de militancia partidaria alguna, sino en función de las convicciones más íntimas que compartimos, de que debemos hacer toda contribución posible a las causas de la paz, la justicia y la equidad en Chiapas, en México y donde nos sea posible.
Pensaba usted, afirmó en San Cristóbal, que yo sabía que "son más importantes los principios que lo que digan los demás". Lo sé y puedo sin ningún rubor afirmar que mi conducta ha estado siempre y está guiada por mis principios, que éstos son firmes y que no han variado. Sigo creyendo que en su mayoría y en lo fundamental los comparto con aquellos del EZLN con quienes en diferentes oportunidades he podido cambiar impresiones.
He considerado necesario dar esta respuesta a sus palabras y quiero al mismo tiempo expresarle que mantengo mi convicción y mi disposición para contribuir, en la medida de mis posibilidades y capacidades, para que se alcance una solución de paz con justicia y dignidad en el conflicto que se vive en Chiapas y en el país entero a partir del levantamiento del 1° de enero de 1994.
(Espero que esta carta, enviada a La Jornada, llegue a sus ojos.)
Cuauhtémoc Cárdenas