Dick Emanuelsson, Bogota

En los seis meses que lleva la presidencia Álvaro Uribe Vélez, se ha hablado mucho sobre los avances y éxitos que ha tenido en el sentido de crear una red de informantes que, según las últimas informaciones, agrupa 1,5 millones de colombianos. La red de informantes y cooperantes también incluye a la vigilancia privada, contra la voluntad del sindicato de este gremio abarca 250.000 trabajadores.
A raíz de los últimos acontecimientos en el departamento de Arauca, donde perdieron la vida seis militares y ocho más fueron gravemente heridos, se habla que se necesita reforzar esta red para evitar hechos como los ocurridos en último mes.
Para los periodistas que hemos visitado y hemos hecho nuestras tareas profesionales en el departamento, recibimos de pronto una otra reacción. La población civil está atemorizado por los intentos de involucrar a esta población que incluye, según padres de familias, niños, como informantes al servicio a los puestos de policía o a los contingentes de contraguerrilla que se mueven en la zona rural de Arauca.
"El ejercito y la policía reclutan niños como informantes" ARAUQUITA / Niños en los colegios del municipio de Arauquita y en los pueblos alrededores, son víctimas por la actuación del ejercito y la policía que los tratan a convertir a "informantes". El motivo por los uniformados es tratar, a través de los menores, la ubicación de guerrilleros y arsenales de armas.
Esta es otra denuncia en el departamento de Arauca, una de tres zonas especiales del "Decreto 2002".
El 26 de agosto, con dos semanas de Conmoción Interior (estado de sitio) fueron desembarcados desde tres helicópteros Black&Hawk, decenas de soldados de la contraguerrilla acantonados en la 18 Brigada del ejercito en Arauca.
Comenzaron un rastreo por tierra en la inspección Santa Ana, municipio de Arauquita. En su camino quemaron una casa y realizaron allanamientos en muchas más.
Cuando llego en el medio día, el sol arde. En una cancha de básquetbol juegan niños sin pensar lo más mínimo que el departamento vive una guerra cruel. Unos minutos después son llamados por un campesino para den testimonio en forma espontánea lo que pasó hace dos meses.
"Plata y galletas" Uno de los muchachos, que apenas tiene 7-8 años, llamado "Hormiga", puede testimoniar, pero cuando este delante de mi y la grabadora, dice que no vio nada ese día. "No mientes", dicen sus compañeros, pero en los ojos y el rostro veo miedo y comienza a sudar junto con las lágrimas que le caen por las mejillas.
Le digo que no se preocupe, que juegue fútbol mejor.
Pero otro niño, de unos diez años no tiene el temor de dar testimonio, bajo la garantía que no publique su nombre.
- Nos regalaron galletas y plata pero yo no quería recibir, dice el niño.
- Entraron unos 50 soldados a mi casa y me iban a dar 400.000 pesos (aproximadamente 125 dólares) si les contara donde estaban las armas y la "base", la mercancía. Le dije que no, que "el patrón vivía por allá", y me indica con la mano a una dirección.
- Mi preguntaron si había visto la guerrilla, si mi papá se encontraba con la guerrilla y les dije "que no". Otra de las preguntas era que "¿cuando pasaba la guerrilla?, ¿cuantos eran?". Le contesté que cuando pasaban eran "100, hasta 200". Y se asustaron un pocito.
Los soldados siguieron sus tareas por la pequeña inspección, allanando otras casas.
¿Tienen medio por los soldados? – Tal vez.
¿Es por eso están un poco calladitos? - Hmmm, confirma él y sus amiguitos alrededor.
Niños informantes a los 6 años En el casco urbano de Arauquita me encuentro con los padres de unas niñas que estudian en uno de los colegios, pegados con el puesto de policía.
Confirma el rechazo de los profesores y padres por la ubicación pero también acusan a la policía de usando a los niños como "informantes" para la policía, una clara violación del DIH, Derecho Humanitario Internacional.
- En el colegio Simón Bolívar se presentó un caso hace unos días atrás con la policía. Quieren que los niños le da informaciones, los llevan al puesto de policía, presentan las instalaciones. Después esto, les da dulce, gaseosa, pan y plata; dos, tres o cinco mil pesos* para que los niños den información sobre cosas en el pueblo.
¿Es para familiarizarse y ganar la confianza de los niños? - Exactamente. Por que la policía nos tiene catalogizados como delincuentes o guerrilleros, pero la cosa no es así. A un padre le duele cuando utilizan un niño de 6, 7 o 8 años.
Trató a la rectora de "guerrillera" Cuenta que la rectora del colegio, La "Hermana Fania", una monja, reunió a todos los niños y los prohibió de ir a la estación de policía o recibir caramelos o dinero de la institución estatal. En esa reunión varios niños dieron testimonios, que la policía incluso había ofrecido comprarlos ropa en el caso de buena información entregada.
- El teniente de la policía llamó a la rectora y la ultrajó, subió la voz e incluso la trató de guerrillera, que los niños podían hacer lo que quería.
Ella le explicó que eso era peligroso.
Según el padre, esto sucedió hace un mes a tras, los primeros días del "Decreto 2002", en la zona especial. Subraya que tal hecho nunca había pasado antes en el municipio.
- Realmente, con su informe, no quiero que esto quede impune, por lo que pasó con estos niños. Nadie, ni el personero, la fiscalía o otras instancias se han atrevido de denunciar el hecho.
Tan poco la rectora se atreve declarar, cuando, a través un contacto, le pido una entrevista. Se siente en el ambiente que la gente tiene miedo.
En el último informe de Amnistía Internacional, el organismo de DD.HH da duras criticas contra las Fuerzas Militares por utilizar niños en el conflicto armado en Colombia como correos y informantes. Los dos padres confirma lo grave en esas denuncias.
- Abusan del poder, y con el "Decreto 2002", hacen lo que quieren. Los afectados somos nosotros y los niños, dicen los padres.
(1 dólar es 2.800 pesos) La policía en Arauquita desmiente acusaciones de reclutar "informantes" entre los niños en Arauquita ARAUQUITA / El teniente se hace vuelta, mira y me llama.
- A ver sus documentos, me dice con voz casi marcial.
Le entrego mi cédula colombiana, sabiendo que en el municipio de Arauquita, ya no sirve para nada. Hay que tener un permiso escrito expedido por la gobernación según el "Decreto 2002". Lo tengo guardado en mi portafolio, pero no lo saco, lo quiero probar.
El teniente casi se pone en formación cuando me devuelve la cédula y se despide con las palabras: ¡"A su disposición cuando quiere".
El comandante del puesto de policía ha tenido una reunión con el alcalde encargado, Hover Fernández, ya que el anterior, Orlando Ardilla, el día anterior ha renunciado por presión de las FARC. Con toda la seguridad, habrá un alcalde militar, designado por el gobernador, que también él es un militar.
El teniente se va con su escolta, un muchacho nervioso que mira a todos lados mientras espera a su teniente. El imagen de los militares y policías, según la gente en Arauquita, es que ellos miran a todos los campesinos como presuntos guerrilleros. Por que Arauquita si es rojo. El Partido Comunista ha designado el alcalde desde que comenzaron las libres elecciones de alcaldes 1988.
De repente aparecen los soldados del ejercito y policías en las calles. Los patrulleros miran y se mueven como esperan un guerrillero detrás cada puerta. Cuento a diez motos que cada una lleva dos policías armados. La ciudad es totalmente militarizada después la imposición del "Decreto 2002", es decir zonas especiales. La gente camina con los ojos alertados y con tensión.
Hostigamiento guerrillero Me voy para el puesto de policía para entrevistar el comandante. Pregunto a unos policías que están de guardia si me pueden llevar al comandante. Uno de ellos se dirige al otro lado de la calle y entra a un hoyo de más o menos un metro ancho en la pared. Después medio minuto aparece el comandante encargado con una toalla alrededor el cuerpo. La ducha y el albergue de los 50 policías en Arauquita se encuentran en el hotel abandonado. Más tarde el comandante me desmiente eso, pero la gente del pueblo insiste que si, las policías ocupan ahora el hotel, por miedo de un ataque guerrillero al puesto de policía.
- Soy cabo Vargas, encargado de comandante de la estación de policía, dice cuando le pido que se presente. Llevo diez meses acá. Nosotros venimos de diferentes partes de Colombia, aquí no hay nadie de Arauquita que sea policía.
¿Cuantos ha aumentado el pie de fuerza en el pueblo? - A raíz del decreto Conmoción Interior, se ha aumentado el pie de fuerza para poder controlar la subversión. La situación en Arauquita es bastante delicada, por que con bastante frecuencia se presenta hostigamientos y ataques con cilindros bombas que produce un daño incalculable, tanto personal como material ya que esos cilindros hacen gran daño donde cae.
- Así mismo se presenta muchos ataques por parte de los milicianos de los grupos armados, el Décimo Frente de las FARC y Domingo Laín de ELN. Nos hostigan mucho. Pero a gracias al "2002", hemos logrado de controlar esa capacidad.
¿Aquí también hay un batallón del ejercito, me imagino que trabajan juntos en las operaciones? - Si, trabajamos conjuntamente con ellos. Para bien de nosotros y la comunidad, fueron traídos unos nuevos compañeros del ejército que vienen con unas ganas y fuerzas de voluntad muy brava de acabar a la delincuencia en este pueblo y judicializar a las personas que se encuentren delinquiendo.
Venimos trabajando juntos y eso han dado buenos resultados en capturas de 50 personas.
¿Se ha logrado de detectar la estructura de los milicianos en el pueblo? - Si, podemos decir que si, que ahora tenemos una capacidad que no teníamos antes que decidieron sobre la "Zona de Rehabilitación y Consolidación", si los tenemos controlados.
Cuándo Uds. hace una captura, ¿siempre viene acompañados con la fiscalía? - Por lo general venimos acompañados con el fiscal, o él viene acá, al puesto y lo dejamos el capturado a su disposición.
Si hay sospechas inmediatas, ¿Uds. pueden detener una persona y entregarlo al fiscal? ¿Cuantas horas lo pueden tener Uds. antes de entregarlo a él? - Con el decreto "2002", nosotros podemos entrar de hacer "registros voluntarios" en casas donde las personas dan el permiso. También tenemos derecho de identificar plenamente si se encuentra en actitud sospechosa. La podemos retener o conducirlo a la instalación y tenerlo durante 24 horas por su participación en un delito o si tenga certeza por información por alguna persona que lo señale.
Muchos de los padres dicen que han tenido reuniones donde han exigido que traslade la estación de policía afuera el casco urbano para que no sea blanco militar cuando viene la guerrilla.
- Si, han tenido ciertas reuniones por ese motivo. Lo que tengo entendido, es que sacarlo, que cuesta tanto, es muy difícil. La estación siempre ha estado aquí, y gracias al Señor estamos aquí, estamos colaborando al pueblo, quiero que sepan que somos sus amigos, defendiéndolo.
Muchas veces la policía ha acusado a la guerrilla para utilizar a la población civil como "escudo humano". Pero los críticos aquí dicen que la policía utiliza la población civil como "Escudo Humano". ¿No sería mejor por ambas partes trasladar a la estación? - Es una determinación que debe tomar el gobierno y los distintos comandantes, ya que fue una cuestión económica. Nosotros somos unas 30 unidades y el ejercito 500.
Padres en los colegios acusan a la policía por tratar de reclutar informantes entre los niños, a través de dinero o caramelos, invitándolos a la estación. ¿Cómo comenta esa acusación? - No, eso no tiene nada de razón. A veces los padres exageran.
¿Y como explica que la rectora en uno de los colegios tuvo una conversación con el comandante para que lo mencionado no se repita? - Son acusaciones que a veces las personas toman a mano. No tiene fundamento.
Dick Emanuelsson