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Latinoamérica

3 de enero del 2003

Chávez y Fidel, las "estrellas" de los actos de asunción

Clarín

Fueron las "estrellas" de la asunción de Lula. Cada movimiento de ambos generó revuelo y fogosas demostraciones de afecto. Los presidentes de Venezuela y Cuba, Hugo Chávez y Fidel Castro, se mostraron activos en los festejos de Brasilia, aunque fue el mandatario venezolano el más extravertido y quien nunca puso reparos ni siquiera ante un simple pedido de autógrafos.
Chávez fue quien más habló con la prensa, y sobre todo, de la seria crisis que sufre su país a partir de la huelga que lleva a cabo la oposición, que hoy cumple un mes. El presidente de Venezuela dijo que esa huelga general "es un intento de golpe disfrazado de las elites empresarial y sindical corruptas", pero aseguró que "nada ni nadie podrá paralizar a Venezuela" y que "yo tengo el apoyo de la población".
Hugo Chávez ignoró el protocolo preparado por la Cancillería brasileña para los 15 jefes de Estado que acudieron al juramento de Lula da Silva. El presidente venezolano hizo a pie el trayecto entre el Congreso Nacional y el Palacio del Planalto, donde el flamante mandatario brasileño recibió la banda presidencial de su antecesor, Fernando Henrique Cardoso.
Antes, en la puerta del hotel donde se alojó, Chávez repartió besos a una delegación de la fuerza de Lula, el Partido de los Trabajadores (PT), a miembros del movimiento de campesinos Sin Tierra y de otras organizaciones sociales. La mayoría llevaba pancartas en las que podía leerse "Contra el golpismo y en defensa de la democracia y del pueblo venezolano".
En tanto, el presidente cubano debía tomar precauciones ante el fervor de la gente y debido a su avanzada edad. Cuando apenas dejaba ver su figura, generaba corridas y avalanchas. Así, los 19 parientes de Lula llegados desde el nordeste del país, que ansiaban autógrafos del líder cubano, debieron conformarse con que Fidel les hiciera un saludo a la distancia.
Fidel Castro dijo que "el mejor regalo para la Revolución Cubana es este triunfo de Lula y del pueblo brasileño". Ayer, en Cuba celebraron el 44° aniversario de la Revolución que llevó a Fidel Castro al poder.
Por su parte, el presidente de Venezuela mantendrá hoy un desayuno de trabajo con Lula, y sobre ese encuentro comentó que "no venimos a pedir nada. Venimos a ofrecer nuestro corazón, nuestras manos, nuestros brazos, nuestra potencia económica y social, nuestra ética bolivariana para el pueblo hermano de Brasil".
Sin embargo, en esta reunión de los dos mandatarios se tratarían los mecanismos para sostener el envío de combustible brasileño a Venezuela, mientras dure la crisis política que afecta la producción de crudo en el país caribeño. Inclusive, trascendió que se consideraría la posibilidad de organizar un "Grupo de Países Amigos" que busque garantizar una salida pacífica a la gravedad de la crisis institucional que atraviesa Venezuela.
El último sábado, por orden del presidente saliente brasileño Cardoso pero a instancias de una solicitud de Lula, Brasil envió a Venezuela un cargamento de 520.000 toneladas de combustible, lo que originó la ira de la oposición política a Chávez.