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Latinoamérica

11 de enero del 2003

Dará Lula títulos de propiedad en favelas

Agencias

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se apresta a impulsar un par de proyectos encaminados a combatir la desigualdad social: la entrega de títulos de propiedad a los habitantes marginados de las favelas de las grandes ciudades, y el rescate y la protección de adolescentes y jóvenes involucrados en actividades de narcotráfico.
La iniciativa para recuperar la propiedad de los terrenos de las favelas de las grandes ciudades, donde se han asentado miles de familias que huyen de la miseria de sus regiones de origen, le ha sido asignada al ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos. Este programa quizá tenga grandes repercusiones en el ámbito económico.
El problema es mayúsculo porque abarca a millones de personas que viven en las zonas marginadas de ciudades como Río de Janeiro, Sao Paulo, Recife, Salvador de Bahía, Belo Horizonte y otras. Se trata de brindar la dignidad de ciudadanos y certeza jurídica.
Son miles de familias que se hallan excluidas del mundo del trabajo, pues al carecer de la propiedad donde han construido su vivienda, no tienen una dirección oficial, lo que acarrea inconvenientes como no poder acceder al crédito bancario o contar con empleo fijo.
Lula ordenó a Bastos que se rodee de un grupo de expertos para buscar soluciones jurídicas al problema, y que se considere que si no son suficientes las leyes actuales se aprueben otras. El objetivo es que las personas puedan regularizar su vivienda o terreno adquirido ilegalmente, de modo que también en el futuro tengan posibilidad de vender y movilizarse más libremente.
Se estima que en este proyecto el gobierno podría invertir unos 300 millones de dólares para los estudios de viabilidad y brindar las asesorías jurídicas en forma gratuita a todas las familias. Pero el tema se perfila complicado al no haber ningún mapa en la materia, pues se estima que sólo entre Río de Janeiro y Sao Paulo hay por los menos 4 millones de habitantes en tal situación.
Otro reto lo representa el proyecto de protección a los adolescentes y jóvenes que se encuentran comprometidos en el tráfico de drogas, 90 por ciento precisamente en el escenario de las favelas. Al respecto, tocará encargarse del asunto al secretario nacional de Derechos Humanos, Nilmario Miranda.
En este caso la meta será rescatar a los jóvenes de los narcotraficantes que les impiden dejar esa labor ilícita bajo amenaza de muerte, pues muchos de esos muchachos aparecen asesinados al negarse a seguir colaborando.
Corresponderá al Estado otorgarles un amparo muy parecido al que reciben los testigos en los procesos contra los narcotraficantes. De ese modo, a quienes deseen salirse del control de los mafiosos se les ofrecerá una nueva residencia y trabajo fuera de las favelas o en otro estado. También podría dárseles atención y protección especial.
Para Miranda el problema no es sólo ayudar a los 10 mil jóvenes de Río de Janeiro que viven bajo la sombra del narcotráfico, sino tener en cuenta al menos a unos 8 millones de muchachos que se hallan en situación de vulnerabilidad y listos para entrar a ese comercio ilícito, ante la falta de oportunidades de trabajo o estudio.
El viernes el presidente y sus ministros emprenderán una visita de dos días a las regiones más pobres del país, conforme a un acuerdo de gabinete. Lula consideró que antes de sentarse a trabajar los ministros deberán "mirar a los ojos a la gente que aún pasa hambre".
Entre los lugares a visitar destaca una favela de Recife, donde los moradores dicen que su problema no es el hambre sino la falta de una casa "digna" y de medidas básicas de sanidad.
Reportes de prensa señalan que Lula pronunciará un discurso el 25 de enero cuando asista al Foro Social Mundial de Porto Alegre, donde se espera la asistencia de al menos unas 100 mil personas.
En el foro, como en las dos versiones pasadas, habrá mesas de debate, talleres, seminarios y reuniones para discutir sobre los problemas de la mundialización y sus soluciones desde la izquierda.
Se prevé la asistencia de personalidades como el argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz; el escritor uruguayo Eduardo Galeano, el teólogo brasileño Leonardo Boff, así como las actrices Emma Thompson, británica, y Susan Sarandon, estadunidense.