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Internacional


22 de agosto del 2003

EE.UU: el monopolio eléctrico
Lucha contra el poder (de las corporaciones del sector eléctrico)

Michael Kimaid
CounterPunch
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
El 14 de agosto de 2003, mientras George Bush se encontraba en un viaje de recolección de fondos electorales en California, las luces se apagaron en la costa este. Cuando volvieron a encenderse, decidí que trataría de descubrir al culpable del caos resultante. Los primeros informes de CNN decían que la red de suministros de Niagara Mohawk había fallado "por un acto de la naturaleza". Gran parte de la falla puede también ser la culpa de dos individuos. Sus nombres son William E. Davis y Rick Sergel.

En enero de 2002, una compañía británica llamada National Grid fusionó con un proveedor regional de energía eléctrica llamado Niagara Mohawk. Poco más de un año más tarde, National Grid "anunció el retiro del presidente [de Niagara Mohawk], William E. Davis." En el sitio en la red de la compañía citan al presidente y director ejecutivo de National Grid, Rick Sergel, que dijo: "habiendo completado su compromiso de ayudar a las compañías durante la transición, Bill ha decidido que es el momento adecuado de retirarse". La "ayuda" de Davis fue realizar masivos despidos en Niagara Mohawk, para que los accionistas de Niagara Mohawk tuvieran un valor inflado de sus acciones al ocurrir la fusión con National Grid.

Después de que National Grid asumió el control de la red de suministros de Niagara Mohawk evidentemente decidió hacerla aún más "rentable" y el resultado fue un apagón. En el mercado desregulado, la principal preocupación de compañías como National Grid es el beneficio, incluso a costa del servicio y de la calidad. En realidad, National Grid obtuvo 1.250 millones de dólares en beneficios en 2002, según su Informe Anual (un aumento de 135,2 millones de dólares respecto al año anterior), y redujo sus costes de explotación en 200 millones de dólares desde 2001, a 505 millones (los más bajos en cinco años, incluso antes de la adquisición de Niagara Mohawk). Después de todo, ¿qué otra infraestructura de distribución de electricidad vas a usar? El sitio en la red de Niagara Mohawk elogia la fusión en términos criptoeconómicos: "Los 11 años de experiencia de National Grid en la operación de un sistema de transmisión en un ambiente desregulado le da una singular ventaja en el mercado".

Esa singular ventaja en el mercado es un monopolio. A pesar de la afirmación de National Grid de que "Nuestros negocios de transmisión y distribución operan eficiente y efectivamente para asegurar un suministro fiable, constante, de alta calidad, de energía a nuestros clientes", el 14 de agosto demostró que esa aserción es totalmente inexacta. ¿Te preguntas por qué los teléfonos no funcionaron ese día? National Grid también posee esa infraestructura. De nuevo, citando directamente el sitio en la red de la compañía: "tenemos una subsidiaria en EE.UU. que está involucrada en el negocio sin-regulación-de-tarifas de la construcción y el arrendamiento de infraestructuras de telecomunicación". ¿Me entienden ahora?

Éste es el peligro inherente en la clase de consolidación de recursos corporativos que la oligarquía de Bush parece tan ansiosa de convertir en la norma en la industria. Según los detalles de la fusión en el sitio en la red de Niagara Mohawk: "En su calidad de tercera y mayor adquisición de National Grid en EE.UU., Niagara Mohawk duplicará el tamaño de National Grid USA." Dale a una compañía las llaves del reino y un pequeño error como la sobrecarga de unos pocos cables de alta tensión se convierte en una catástrofe que sólo puede ser medida en proporciones bíblicas. Por suerte para todo el mundo, Rick Sergel, el mencionado presidente y director ejecutivo de National Grid, fue colocado en 2002 en el Subcomité de Soluciones de la Red de Transmisión por el Departamento de Energía, por el Secretario de Energía Spender ("la desregulación funciona") Abraham. El nombramiento de Sergel fue, sin duda, una recompensa por las importantes contribuciones de National Grid a la causa republicana, que incluyeron fuertes donativos para bloquear las iniciativas de Reforma de las Finanzas de las Campañas electorales en California y Massachusetts de ese mismo año. Evidentemente, mientras más dinero gastan en la compra de políticos, menos tienen que gastar en el mantenimiento de la red de suministro.

18 de agosto de 2003
* Michael Kimaid enseña historia en Bowling Green State Unversity en Ohio. Su correo es: mkimaid@bgnet.bgsu.edu