Bush estaría al borde del colapso psíquico
Olof Lundh / RODELU
NUEVA YORK. La guerra contra Irak está afectando psíquicamente a Bush.
Sus amigos y colaboradores están inquietos.
El Presidente no escucha, actúa como un dictador, tenso, impaciente y enojado por todos los críticos.
El Presidente sobrelleva su angustia con un entrenamiento intenso, ruega a Dios y se encierra cada vez más en sí mismo.
La guerra contra Irak afectó duramente al presidente George Bush y el hecho se nota en la Casa Blanca, según la publicación USA Today.
El presidente está lejos del rostro controlado que aparece en las pantallas de la televisión, o en las retocadas imágenes. En cambio luce tenso, angustiado, sarcástico, cortante, impaciente y como un líder dictatorial que se mueve dentro de la Casa Blanca.
-Él luce una mirada metálica, aunque de pesadez, dice un amigo que estuvo a su lado todo el tiempo desde el estallido de la guerra.
-Se lo puede ver en sus ojos y escuchando su voz. Me tiene preocupado.
El periódico habló con muchas personas del entorno de Bush y sus colaboradores están seriamente preocupados por su accionar.
Sobretodo por el total convencimiento que muestra de estar siguiendo el plan de guerra adecuado.
Histórica decisión Distintas fuentes de USA Today dicen que ³desean que Bush se mostrara menos seguro y con mayor voluntad de pensar sobre ciertas decisiones².
El amigo de Bush, Don Evans, dice que el presidente presiente que él ha sido elegido por Dios para conducir a la nación en esta crisis.
-Él sabe que ha tomado una decisión histórica, dice Evans.
Rogar a Dios tan a menudo es una forma de aplacar la angustia que soporta.
Otra forma es el entrenamiento enfermizo. Cada dia hace algo para mentenerse en forma. Cuando no pudo mantener su tiempo de entrenamiento físico normal, poco antes de la guerra decidió terminar de golpe con su único vicio: ingerir golosinas.
Todos los que en la Casa Blanca se expresan negativamente sobre la guerra son llamados ³impacientes² o con el epíteto despectivo de ³handwringers² - los que retuercen o apretan sus manos de nerviosidad.
George Bush se lanza cada mañana sobre los diarios, no obstante que más tarde recibe recortes y sigue a menudo las trasmisiones de los programas informativos de la televisión. Según sus colaboradores se pone demencial con los críticos.
En gran parte por los medios, pero también con los viejos militares que aparecen con opiniones criticas.
El presidente se dirigió al Pentágono y se mostró irritado cuando uno de los comandantes de las operaciones en Irak pronosticó que la guerra iba a tomar más tiempo del planeado.
Aún cuando George Bush invita a todos a que ventilen sus opiniones sobre la guerra, no duda en increpar las negativas.
Contento frente al ataque ========================= Cada vez menos colaboradores tienen contacto con Bush y en su lugar se encuentran con el Jefe de Gabinete Andy Card que dice: -¿Necesitas verlo o deseas verlo? Bush se presenta muy rara vez en público y cuando lo hace quizá ha tomado algún tranquilizante para enfrentar la presión, según el cronista Tom Shales del Washington Post que escribió ésto en marzo pasado.
El presidente Bush se muestra ahora más a menudo melancólico, aunque se recuperó cuando se le dió la oportunidad de matar a Saddam Hussein con un ataque. Después de aquello y durante varios dias hostigó a sus colaboradores con preguntas sobre el desenlace. Cuando llegó la información de que Saddam posiblemente había sobrevivido, reaccionó claramente consternado.
Traducción de Mauricio Aira para rodelu.net