Internacional
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13 de marzo de 2003
Sería un poco obsceno bailar sobre una alfombra roja mientras muere gente, objeta Daniel Day-Lewis
Intento de censura a los actores en la ceremonia de entrega del Oscar
La Jornada Virtu@l
Nueva York, 11 de marzo. La polémica en torno a la posible guerra de Estados Unidos contra Irak alcanzó a la ceremonia de entrega de los premios Oscar, ya que mientras el productor del espectáculo asegura que éste no se suspenderá, aspirantes al premio afirman que no sería correcto realizar una fiesta mientras mueren decenas de personas.
Asimismo, se informó que esperan que los artistas moderen sus expresiones políticas al momento de recibir alguna estatuilla.
El productor general de la ceremonia, Gil Cates, garantizó que ésta se llevará a cabo el 23 de marzo, como está programado, inclusive si al mismo tiempo se está bombardeando Bagdad.
Por su parte, el intérprete irlandés Daniel Day-Lewis, candidato en el rubro de mejor actor principal por Pandillas de Nueva York, se mostró más crítico. "Resultaría un poco obsceno si nos ponemos a danzar sobre una alfombra roja mientras muere gente", sentenció.
"The show will go on (El show debe continuar)", dijo Cates en la tradicional comida con todos los astros nominados, según informó la publicación especializada Daily Variety.
"Nuestro propósito sigue siendo el mismo que ha sido por 75 años: celebrar nuestro arte y homenajear a sus más exitosos referentes", sostuvo Cates ante el grupo de celebridades, entre quienes se encontraban los nominados Jack Nicholson, Renée Zellweger, Daniel Day-Lewis y la primera artista mexicana candidata a un Oscar como actriz principal, Salma Hayek (Frida).
Advertencia a aspirantes
Sin embargo, el productor advirtió que para el caso de que se produzcan noticias desde el frente se emitirán textos sobre la imagen durante la ceremonia en vivo o se realizarán interrupciones para emitir breviarios informativos. "Si vamos a la guerra, la transmisión reflejará esa realidad", dijo Cates.
Al mismo tiempo, manifestó ante los nominados que se espera de ellos moderación en las expresiones políticas, y pidió que en particular los presentadores de estatuillas respeten el guión acordado.
Quienes resulten premiados podrán, en cambio, decir lo que quieran, "En lo que a los ganadores se refiere, son sus 45 segundos", dijo. Contrariamente a los restantes elementos del show, los discursos de aceptación del Oscar son "la única parte (de la ceremonia) que no podemos controlar", explicó.
Sin embargo, Cates advirtió que "si sacan un papelito y empiezan a leer una lista de nombres, están acabados.
"La orquesta comenzará a tocar y tendrán que salir del escenario", explicó sobre la primera nueva regla que los Oscares aplicarán este año, en un intento por evitar que la ceremonia dure más de cuatro horas.
"E incluso si no sacan un papelito, sólo pueden citar cinco nombres", dijo revelando la segunda regla. "Si comienzan con un sexto nombre, también están acabados", advirtió a los nominados, entre ellos Nicolas Cage, Nicole Kidman, Catherine Zeta-Jones, Renée Zellweger y Michael Caine.
Ls estrellas y cineastas se echaron a reír al conocer las nuevas normas que se aplicarán estrictamente en la ceremonia del próximo 23 de marzo, pero Cates reiteró que hablaba muy en serio.
"Sí que se tratan de medidas severas, pero son necesarias", afirmó, aconsejando a los ganadores que echen un vistazo a los mejores discursos de aceptación recogidos en la página de Internet de los Oscares en busca de ideas para impresionar al público.
Sobre la posibilidad de una postergación de la ceremonia, cabe mencionar que en sus 75 años de historia, que abarcan la Segunda Guerra Mundial y el conflicto bélico de Vietnam, los Oscares nunca fueron pospuestos ni cancelados a raíz de una guerra. Las únicas tres postergaciones se produjeron en 1938 a raíz de una gran inundación en Los Angeles; en 1968, por el asesinato del defensor de los derechos civiles Martin Luther King, y en 1981 por el fallido atentado contra el entonces presidente Ronald Reagan.
Las estrellas que se reunieron en el "almuerzo para nominados" apoyaron en general la decisión de Cates de continuar con los planes originales, pero insistieron en que el clima de la ceremonia refleja los hechos que se dan a nivel mundial.
"Deberían hacerse igual, pero el tono tendría que cambiar. Los Oscares no son un foro político, pero estaría bien (expresar) una plegaria por la paz", sostuvo Ed Harris, nominado como mejor actor de reparto por Las Horas.
Por su parte, el actor británico Sean Connery, conocido, entre otras cosas, por su interpretación del personaje de James Bond, dijo en Panamá que se opone a una guerra de Estados Unidos y sus aliados contra Irak, pero consideró que el desenlace bélico es inevitable.
"Aún no he oído de alguien que esté en favor de la guerra. Durante mucho tiempo hemos tenido la amenaza, pero la justificación (del conflicto armado) no parece llegar", subrayó el actor de 72 años.