10 de noviembre del 2003
El doble voto de Estados Unidos contra Cuba
¿Quién vota por las Islas Marshall?
Carmen Esquivel
Por cuarto año consecutivo un voto a nombre de las Islas Marshall acompaña a Estados Unidos a Israel en su solitaria campaña por justificar el bloqueo y la guerra económica contra el pueblo cubano. ¿Significa realmente ese voto la voluntad de un pequeño estado o es la expresión de una situación colonial manipulada a distancia por el Departamento de Estado?.
Las Marshall estuvieron bajo la administración de Japón desde 1914 hasta 1944, cuando tras una sangrienta y prolongada guerra con las tropas niponas, Estados Unidos logró apoderarse de ellas y convertirlas en una especie de neocolonia, bajo un estatus de 'Libre Asociación'.
Perdidas en medio del Pacífico, muy poco se conocía de ellas hasta que en las décadas del 40 y el 50 alcanzaron 'notoriedad' por las casi 70 pruebas nucleares llevadas a cabo por Washington en los atolones de Bikini y Enewetok.
Debido a las presiones de la comunidad internacional, los ensayos se suspendieron, pero ambas zonas fueron declaradas inhabitables por un período de 10 mil años, ya que el material nuclear envenenó las aguas y convirtió la región en la de mayor contaminación radiactiva del mundo.
El archipiélago de las Marshall, de apenas 60 mil habitantes y 180 kilómetros cuadrados, comprende 29 atolones bajos y cinco islas altas. La mayor parte del territorio está deshabitado y el 60 por ciento de la población se concentra en Majuro, la capital.
Antes de la ocupación estadounidense, el atolón de Kwajalein era también otro de los más poblados, pero Washington logró, mediante presiones, que en los Acuerdos de Libre Asociación se declarara la zona como una base militar, con lo que expulsó a los nativos y prohibió el acceso de civiles.
En 1961 Kwajalein se convirtió en polígono del Pacífico para los Misiles Balísticos Intercontinentales y en la década del ochenta los mandos estadounidenses dispusieron que el atolón fuera la zona de prueba para los nuevos misiles MX.
La polémica sobre la utilización de las islas con fines bélicos, resurgió en 1995 cuando el gobierno local anunció sus intenciones de permitir la creación de un depósito de residuos nucleares en el atolón de Bikini, como una vía de salvación económica para el país. Sin embargo, las protestas de los grupos ambientalistas impidieron la construcción allí del basurero nuclear.
Merced a los convenios de 'Libre Asociación', las Islas Marshall han sido obligadas también a dejar su defensa, seguridad y política exterior en manos de Estados Unidos y un Alto Comisionado norteamericano es quien decide allí esos asuntos.
Un país que carece de un ejército para defenderse, que tiene que delegar en otro la garantía de su seguridad y que, por si fuera poco, pierde la soberanía en sus principales decisiones de política exterior, no tiene en absoluto capacidad de decidir por sí mismo, aunque desde 1990 está reconocido por la ONU.
Es por esta razón que se puede decir con toda seguridad que el voto emitido por las Islas Marshall en la Asamblea General de la ONU el pasado 4 de noviembre [a favor del bloqueo estadounidense a Cuba], no es más que un doble voto estadounidense para tratar de elevar a tres su exigua compañía en una injusta política que recibió el abrumador rechazo de 179 países.