 Internacional |
15 de octubre del 2003
En una decisión sin precedentes en su historia, el gobierno de EE.UU. ha procesado a una organización entera -Greenpeace EE.UU.- por una protesta.
La Protesta
En abril de 2002, a varias millas de la costa de Florida, dos activistas de Greenpeace abordaron el Jade - un barco con que con madera talada ilegalmente en la Amazonía brasileña. Los activistas realizaron una acción pacífica: iban identificados con el logo de "Greenpeace" en su ropa con lo que la tripulación del Jade sabía que las personas que entraban a bordo eran pacíficas y conscientes de mantener la seguridad a bordo. Cuando subieron al barco extendieron una pancarta con el lema: "Presidente Bush: no más madera ilegal".
La respuesta del Gobierno de EEUU
El gobierno de EE.UU. en vez de interceptar el contrabando de madera y procesar a los contrabandistas, ha decidido perseguir a Greenpeace. Es la primera vez en la historia que el gobierno de EEUU ha procesado a una organización entera por el libre ejercicio de sus actividades, además quieren hacerlo sin un juicio.
El contexto
Los activistas, alejados de la costa de Miami, continuaban con una larga tradición en EEUU de ejercer el derecho de protesta y desobediencia civil.
Esta tradición se remonta al movimiento por los derechos civiles, al de derecho al voto de las mujeres o al famoso "Boston Tea Party". Además, ellos actuaban esencialmente como portavoces- denunciando públicamente e intentando evitar la importación de madera de caoba talada ilegalmente.
Su acción era una pequeña, pero importante, contribución al esfuerzo de dar a la caoba una protección global más grande. Por su trabajo en este campo, Greenpeace recibió el elogio de la Unión europea y del gobierno de Brasil...
Y ahora una acusación del gobierno de EEUU.
Los cargos y lo que está en juego
Una infracción que prohíbe a personas, "que no hayan sido autorizadas por la ley para el propósito" de "entrar a bordo de cualquier nave antes de llegar a su lugar de su destino, antes de su llegada verdadera, y antes de haber sido amarrada completamente".
Y una acusación de conspiración, por cometer esta ofensa.
La multa potencial es de 10,000 $ USA, lo que implica mucho dinero para una organización que no acepta donaciones corporativas ni gubernamentales.
Además la organización podría recibir hasta cinco años de libertad condicional.
Con este creciente control del gobierno, si sentencian a Greenpeace a libertad condicional sentarían un precedente legal que podría dañar no sólo a Greenpeace sino también a muchas otras organizaciones de EEUU. Una parte crucial de lo que hace Greenpeace es ejercer el derecho a llamar la atención sobre los problemas ambientales. Una táctica que ejemplifica esta protesta es la acción por la que se ha condenado a Greenpeace: en un intento de ayudar a salvar la Amazonia, los activistas de Greenpeace han hecho una acción pública y directa. Obviamente, si se sentara este precedente podría tener un efecto devastador en la capacidad de Greenpeace, y de otros grupos, para criticar de forma efectiva al poder corporativo y al gobierno en asuntos sociales y ambientales.
El juicio está previsto que tenga lugar en otoño.
Greenpeace Estados Unidos ha lanzado una ciberacción para pedir al presidente Bush y al departamento de justicia del Sr. John Ashcroft que persiga a las empresas que importan madera ilegal y no a Greenpeace.
Entra en la página de Greenpeace Estados Unidos (En Inglés):
