6 de julio del 2003
Entrevista con Vincenç Navarro, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad catalana Pompeu Fabra.
"Es deficiente la democracia en España"
Reforma
"No es posible hablar de una transición modélica y de la reconciliación
en España sin recuperar la memoria histórica que incluye el homenaje
a los que lucharon por la libertad y la denuncia y condena de aquellos que la
violaron. Esto no ha ocurrido todavía hoy en España".
Vicenç Navarro es catedrático de Ciencias Políticas
de la prestigiosa Universidad catalana Pompeu Fabra y uno de los intelectuales
que más ha cuestionado la transición política en España,
a pesar de ser considerada como un modelo exportable a nivel internacional.
Navarro, en entrevista con REFORMA, mantiene que la democracia
española es "incompleta", que el estado del bienestar deja mucho que
desear, que falta pluralidad mediática y que el silencio que guardan
los políticos en general sobre la etapa de la segunda República
Española (1931-1939) "ha empobrecido la conciencia democrática"
de este país. Su libro Bienestar insuficiente, democracia incompleta
fue premiado en la modalidad de ensayo por la editorial Anagrama.
—La transición política española iniciada en 1977 se maneja
como "ejemplo de conducta cívica" a nivel internacional. Sin embargo,
usted la considera "inmodélica". ¿Por qué razones?
—La transición de la dictadura a la democracia se hizo en términos
muy favorables a las fuerzas conservadoras posfranquistas que lideraron aquel
proceso y lo configuraron. Las izquierdas eran muy débiles en aquel momento,
mientras que las derechas eran muy poderosas controlando además del aparato
del Estado, los medios de información y persuasión, configurando
a su vez un sistema electoral que claramente les favorecía.
—Efectivamente, usted achaca a las fuerzas conservadoras españolas un
gran predominio durante el proceso de transición, y también una
gran debilidad de la izquierda en general. ¿Cuáles serían las
consecuencias de este desequilibrio en la España actual?
—La democracia española es bastante incompleta y ello se refleja en muchos
indicadores. Uno de ellos, entre otros muchos, es la falta de escrutinio democrático
del Jefe del Estado (el Rey Juan Carlos) en los medios de comunicación.
Yo he vivido en el exilio en dos monarquías, Suecia y Gran Bretaña,
y en una República, Estados Unidos.En todos estos países, los
Jefes de Estado son sujeto de cualquier comentario o crítica como funcionario
público que puedan o no merecerse. Este no es el caso de España.
Otro ejemplo son las reglas democráticas que favorecen, en general, a
los territorios conservadores. Otro ejemplo es el muy escaso desarrollo del
estado del bienestar que continúa siendo el menos desarrollado de Europa,
junto con Grecia y Portugal, que sufrieron dictaduras semejantes.
Otro es la falta de diversidad en la cultura mediática, en la que no
hay periódicos como Le Monde, en Francia, o The Guardian,
en Inglaterra, de centro izquierda.
En realidad no ha habido ningún diario de cierta incidencia en la sociedad
que se haya pronunciado, escribiendo un editorial, a favor de un aumento del
gasto público y ello a pesar de que el gasto público en España
es uno de los más bajos de la Unión Europea.
Y, otro ejemplo de democracia incompleta es el silencio que ha habido sobre
los desaparecidos republicanos luchadores en contra del franquismo.
Después de más de 25 años de democracia, todavía
hay personas desaparecidas en España que no se las ha buscado ni homenajeado
como resultado de que todos los Gobiernos demócratas han ignorado las
peticiones de ayuda de los familiares de estos desaparecidos para encontrarlos.
Ello ha forzado a estos familiares a denunciar esta situación a la Agencia
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, protestando por esta gran insensibilidad
democrática de todos los Gobiernos post dictatoriales.
— ¿Por qué cree que en España, a nivel institucional, no se hace
referencia alguna a la etapa republicana, siendo que la República, según
sus propias palabras, supuso uno de los intentos "más profundos de modernización"
de este país?
—El silencio sobre la etapa republicana es precisamente resultado del gran dominio
de la derecha que ha configurado también una excesiva moderación
por parte de la izquierda que no se ha atrevido a recuperar la memoria histórica,
explicando lo que ocurrió durante la República y denunciando el
franquismo, mostrando la clara vinculación entre muchas de las personalidades
de la derecha española actual y el franquismo.
— ¿Piensa por tanto que se ha escamoteado de alguna manera la verdad histórica?
—Sí, esto es obvio, puesto que las encuestas muestran que la gran mayoría
de la juventud desconoce la conexión existente entre las fuerzas golpistas
del año 1936, la configuración de las figuras protagonistas durante
el franquismo y su ubicación en la derecha actual.
— ¿Cuál es el costo político de este empobrecimiento de la cultura
democrática?
—Este silencio ha contribuido a empobrecer enormemente la conciencia democrática
de nuestro país. Ello queda reflejado en una última encuesta que
mostraba que casi un 40 por ciento de la juventud decía que tanto da
que en un país haya dictadura o democracia, siempre y cuando haya progreso
y orden, que era precisamente el eslogan del fascismo durante la dictadura.
—Usted ha pedido expresamente una condena de la dictadura de Franco y que se
prohíba cualquier homenaje a su régimen. ¿Cree que tales medidas
pueden contribuir a mejorar la cultura democrática española?
—Deberían prohibirse los homenajes a la dictadura, puesto que ello sería
un acto educativo para la juventud de nuestro país que en este momento
no tiene una clara idea de lo que fue su pasado.
— ¿Cuál es el papel que deberían desempeñar los intelectuales
en este necesario proceso de esclarecimiento?
—Los intelectuales se dividen según las opciones políticas a las
que favorecen, naturalmente. En ese aspecto no es que haya una escasez de intelectuales
críticos con la transición, lo que ocurre es que no tienen las
mismas posibilidades de ser visibles mediáticamente como las tienen aquellos
que son menos críticos.
—Finalmente, ¿es posible hablar del fin de la transición en España
sin recuperar la memoria histórica?
—No, no es posible hablar de una transición modélica y de la reconciliación
en España sin recuperar la memoria histórica que incluye el homenaje
a los que lucharon por la libertad y la denuncia y condena de aquellos que la
violaron. Esto no ha ocurrido todavía hoy en España.