11 de junio del 2003
El Labo se queda
Apología del Parlamento
Santiago Alba Rico
Rebelión
Ayer una vasta operación policial cerró en Madrid un centro cultural, un centro de investigaciones, un centro de conferencias, un centro de acogida, una sala de conferencias, una sala de conciertos, un teatro, un parlamento, una guardería, una escuela de circo, una radio, una institución pedagógica, una universidad de barrio, una casa del libro, una asociación filantrópica, un foro de debates, un club pacifista y un bar de artistas. Todo esto era el Laboratorio 03, en la calle Amparo, en el que a las 7,30 de la mañana del día 9 de julio del 2003 irrumpieron 150 policías para desalojar a 22 jóvenes intelectuales. El gobierno lo ha cerrado, dos semanas después de las elecciones, so pretexto de que el edificio es una propiedad privada; pero la verdad es que el gobierno lo ha cerrado porque sus gestores lo habían convertido en una propiedad pública.
El gobierno no quiere jóvenes con litrona en las calles, pero tampoco quiere jóvenes con cabeza en una casa grande. "Calle" es cualquier sitio donde dos hombres -o mujeres- se paran, se miran, se respiran, se hablan, se suman y atraen a otros; y el gobierno está dispuesto a tapar las calles allí donde se abran, incluso entre dos neuronas. La ciudad no es polis sino "poli"; no es confluencia sino fluido; no es vía sino pasillo, corredor, conducto, términos que evocan la inanidad de un tráfico privado, de una precipitación subterranea, de una circulación obligada. De pasillo en pasillo, los jovenes tienen que pasar la vida; tienen que ser individualistas, pero sin iniciativas; consumidores, pero sin empleo; votantes, pero sin ideas políticas. Este es el programa compartido de todo gobierno de progreso en España, se llame PP o se llame PSOE. Circulación libre de las mercancías, circulación selectiva de la fuerza de trabajo y represión, desalojo, empujón, a todo lo que se interponga en el camino. Y el que quiera calle -bajo el sol o entre dos paredes- que la compre.
Pero los jóvenes se empeñan en ser honestos y no se van a dejar corromper por el gobierno; se empeñan en ser buenos y no van a seguir el ejemplo de los políticos del gobierno; se empeñan en ser cultos y no se van a dejar enseñar por el gobierno; se empeñan en ser moderados y no van a destruir el mundo, como el gobierno. Mientras el gobierno cierra las calles, los jóvenes abren las casas abandonadas; mientras el gobierno privatiza las plazas, los jóvenes nacionalizan los cerebros.
Doce horas después del cierre del Laboratorio 03, dos mil jóvenes (y no tan jóvenes) han abierto el Laboratorio 04 en el mismo barrio de Lavapiés. Sigue habiendo -uf- una calle en una casa, una plaza en una torre, un parlamento (y un teatro y una universidad y un centro cultural y...) en el centro de una ciudad candada.
Hasta ahora escribía Laboratorio 03, Laboratorio 04, por docilidad, sin comprender el por qué del dígito inútil de las decenas. Ahora me tranquiliza: porque sé que, si el gobierno sigue cerrando Laboratorios, los jóvenes seguirán abriendo Laboratorios, al menos hasta el número 99.
Lo que garantiza que, al menos durante un siglo, Madrid seguirá siendo una ciudad abierta.