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La vieja Europa

Fermin Muguruza: "Chiapas también puede ser tu barrio

Roberto Herreros
Ladinamo

Tras el aclamado In-Komunikazioa, Muguruza presenta un disco de remezclas de título elocuente: Irun meets Bristol. Komunikazioa. Aparte, se prepara para retomar su gira con Manu Chao y resistir ante la hostilidad de algunos medios de comunicación.

No es la primera vez que Fermin Muguruza edita un disco de remixes. Ya en 1999 publicó Erremixak, donde otros artistas reinventaban sus canciones recientes, desde el legendario Mad Professor hasta Javi Pez o el productor Kaki Arkarazo. Ahora repite con Irun meets Bristol: Komunikazioa, que presenta otra selecta lista de invitados: Rob Smith (Smith & Mighty), Alpha & Omega, Peter D. Rose (More Rockers), DJ Parasit o Fun?da?mental, entre otros. Como siempre, Muguruza sigue hiperactivo. Anuncia para este año la continuación del Jai-Alai Katumbi Express, el tour semi-secreto en el que compartió escenario con Manu Chao (con el Guernica de Picasso como telón de fondo, en protesta por la guerra contra Irak). Sin duda, estos conciertos logran el encuentro de dos tótems de la música popular, cuya fricción produce algo más que chispas. En el 2004 Fermin retomará la gira con su FM Kontrabanda para presentar In-komunikazioa (2002), un tratado de resistencia política, conflictos personales y poesía combativa.

¿Cómo y cuándo descubriste la música jamaicana?

Todo comenzó con Toots & The Maytals. Compraba discos en Baiona y su disco en directo se convirtió en la banda sonora de todas las salidas nocturnas en la época punk. La conexión con Bristol y su sonido (un encuentro entre el reggae, el dub, el hip hop y el drum?n?bass) empezó con el sello Gora Herriak, cuando nos encargamos de la edición del disco de apoyo a Mumia Abu Jamal. La influencia se hizo fuerte tras el concierto que ofrecí en el club Thekla, un barco atracado en el puerto de Bristol.

¿Cuál es tu valoración de lo que ocurrió en la última gala de los Premios de la Música? (Fermin fue abucheado por cuestionar el cierre del diario Egunkaria).

Es la misma reacción que pudimos ver en la entrega de los Oscars en Los Ángeles con Michael Moore. Los músicos domesticados del establishment cultural no podían morder la mano que les da de comer. De todas maneras, no sería justo el no mencionar y de paso agradecer los aplausos y las numerosas muestras de apoyo que en la misma sala recibí por parte de otro sector de los músicos y periodistas.

Tus apariciones en los medios de comunicación, incluso en algunos considerados afines como Radio 3 o Rockdelux, provocan airadas reacciones de los oyentes y lectores. ¿Qué sientes ante esto?

Algunos programas de Radio 3 y la revista Rockdelux siempre me han ofrecido su espacio para poder expresarme, y es esa libertad de palabra la que asusta y provoca esa respuesta en el sector más reaccionario de los receptores, acostumbrado a asimilar el pensamiento único que las armas de distracción masiva promueven. Así sólo se consigue que la actitud hacia todo lo relacionado con el País Vasco se convierta en un apartheid mediático. Muhammad Ali también sabía lo que ocurriría si se negaba a ir a la guerra de Vietnam.

Dicho así parece que en ocasiones te sientas solo defendiendo tu postura.

Todo habitante del espacio al margen que sufre constantemente el bombardeo de sus puentes de comunicación se siente solo en algún momento, pero he convertido esa soledad en un territorio liberado.

Me da la sensación de que estas reacciones han ido en aumento conforme has ido matizando tu posición. De alguna manera parece que, en el momento en el que se abandona la política de trincheras, uno se vuelva más incómodo.

Sí, completamente de acuerdo con la segunda parte. La trinchera te resguarda y protege, pero también te aprisiona. Como diría el recientemente fallecido Oteiza, el arte es oficio de cazadores y hay dos estilos de persecución: o se persigue en el terreno del enemigo, por el movimiento, o en el terreno del hombre por la inmovilidad, y creo que solo se consigue destapar la caja de los truenos moviéndose, provocando la caída de las máscaras para que cada cual se presente con su auténtica cara. En cuanto a la primera parte, no, pues siempre he matizado mis posturas y esto siempre ha implicado reacciones. Por ponerte un ejemplo, a José Miguel López le prohibieron hacer entrevistas en Discópolis durante una temporada tras una que me hizo en 1995.

Manu Chao se ha convertido en blanco de críticas por su implicación política y supuesta imagen "buenrollista". ¿Qué opinas de esto?

Que tampoco es un personaje cómodo pues se guía por su propio criterio. Una persona como Manu, con tanto poder de convocatoria y capacidad de atención sobre lo que hace, siempre será susceptible de sospecha por el peligro que esto supone si no está controlado.

¿Has aprendido algo que no supieras girando con él?

Aprendo con cada gesto y Manu es un maestro. Tanto a nivel humano como artístico la experiencia está siendo algo muy grande, intensísimo. Por otro lado el observar, por ejemplo, como una familia entera de emigrantes ?ilegales? ecuatorianos saludan a Manu en La Rambla de Barcelona agradeciéndole con tanto amor el trabajo que hace te da la dimensión de la efectividad de lo que está realizando. Transmitir tanta vida como lo hace él es admirable.

¿Y no crees que muchas veces se trivializa su discurso?

Hay una perversión natural en todo lo que se masifica, por lo que la trivialización de un discurso, restarle importancia y capacidad de generar opinión, se convierte en la estrategia de una industria que transforma a los artistas en mercancías de saldo ambulante. Hasta las imágenes del Che, Marcos o Malcolm X han sido víctimas de esta mercadotecnia.

Visto con perspectiva, ¿cómo valoras el rock radical vasco?

Como uno de los revulsivos más importantes acontecidos en el mundo de la música. Su influencia en la península y Latinoamérica ha sido más fuerte que la del punk británico.

¿Piensas seguir visitando puntos conflictivos del planeta para recoger información de primera mano como hiciste en Palestina?

El viaje es una gran escuela de vida y por eso me apasiona. El último ha sido a Argelia, país con el que mantengo una gran relación. En cuanto a los puntos calientes del planeta, ya sabes, también Chiapas puede ser tu barrio. Viajé a Palestina, no para recoger información de primera mano sino con el grupo de Desobedientes italianos con los que ya colaboré en El Salvador y México, para participar en una campaña internacional para la protección del pueblo palestino y de denuncia de la ocupación. Nos explotó la guerra y decidimos acudir a Ramallah para intentar salvar el hospital y romper el asedio al cuartel general de Arafat. Fue una experiencia durísima y hermosa a la vez, que me hace mantener presente aquella canción que escribió Milanés sobre Santiago de Chile: ?Volveré a pisar las calles nuevamente...?. Así, quedamos con aquella gente en visitarlos de nuevo cuando Palestina sea libre. Ahora al ver como eran recibidos en Madrid los escudos humanos que estuvieron en Bagdad hago mía la consigna que se les dedicó en el aeropuerto: ?Los brigadistas sí nos representan?.

¿Cuál es la mentira más grande que se ha publicado sobre Fermin Muguruza?

El diario El Mundo publicaba en su sección ?Vox populi?: ?Fermin Muguruza, un discurso erróneo y falto de modales?, haciendo referencia a la gala de los premios de la música. Uno asume que el monopolio de los discursos acertados no está en manos de nadie, por lo que no me molesta sobremanera, pero lo de falto de modales no lo admito, pues mi única reacción fue la de elevar mi voz para que se me escuchara entre los pitidos e insultos. La escena me recordó al documental La espalda del mundo, cuando los parlamentarios turcos acusan de malos modales y provocación a la parlamentaria kurda por llevar los colores de su bandera en el pelo.