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La vieja Europa

Disparen contra la prensa independiente.

El gobierno Blair contra Robert Fisk
por The Independent

7 de abril del 2003 El ministro de defensa británico intenta deslegitimar a Robert Fisk Geoff Hoon, Robert Fisk y la información veraz Editorial de The Independent Traducido para La Jornada por Gabriela Fonseca
Geoff Hoon, secretario de Defensa, es un político sutil y confía en que una insinuación hará el trabajo sucio. No dijo abiertamente que desconfía de las noticias publicadas en The Independent que informan sobre las víctimas civiles en Irak. No dijo que Robert Fisk, nuestro reportero premiado, es un inocentón al servicio del régimen de Saddam Hussein. Simplemente lo sugirió, sin decirlo, el pasado jueves en la Cámara de los Comunes.
"Un trozo del misil crucero fue entregado al periodista", señaló para explicar cómo fuimos capaces de publicar el número de serie del misil responsable de la segunda explosión en un mercado de Bagdad, ocurrida el viernes pasado, que mató a 62 civiles.
Fisk cuenta con una orgullosa historia profesional durante la cual ha comunicado lo que ve. Ha viajado a lugares peligrosos y ha sido inquebrantable en su descripción de los hechos. Prefiere hablar con las personas atrapadas en los conflictos en lugar de consignar lo que dicen generales, políticos y portavoces.
Cualquier lector cuidadoso verá en sus reportajes que él no tiene ninguna simpatía por el régimen de Saddam. Más aún, Fisk fue uno de los primeros periodistas en informar sobre el uso de armas químicas en la guerra Irán-Irak. Cualquiera que haya leído sus despachos de la guerra en Kosovo recordará que cuando los cuarteles de la OTAN negaron que sus aviones hubieran lanzado proyectiles que impactaron en vehículos de un convoy de transporte de civiles, él fue al lugar donde cayeron los misiles y encontró los números de serie en los recubrimientos de las municiones estadounidenses. Posteriormente, la OTAN admitió su responsabilidad.
El manejo que ha hecho Hoon de las noticias que surgen de esta guerra se ha caracterizado por la exageración, las medias verdades y el retractarse. Fue Hoon quien afirmó para la radio de la BBC que los habitantes de Basora "seguramente" se habían levantado. Cuando se le preguntó cómo lo sabía, respondió con bravatas. Parece que su aseveración no era del todo cierta.
Fue Hoon quien señaló que los trajes para manejo de químicos que fueron hallados por las tropas angloestadunidenses en su avance hacia Bagdad demostraba "categóricamente" que Saddam se está preparando para usar armas químicas. En esto lo contradijo el almirante Michael Boyce, jefe del estado mayor de la Defensa, quien pidió no llegar a conclusiones precipitadas. Anoche, el comando de las fuerzas armadas se vio obligado a admitir que una estimación de prisioneros de guerra proporcionada horas antes por Hoon era muy inexacta.
Las insinuaciones de ayer contra este periódico y nuestro corresponsal fueron un miserable intento de dejar de lado realidades no bienvenidas. Esta no es la forma en que se va a convencer a un público británico cada vez más lleno de dudas de que el gobierno realmente quiere disminuir el número de víctimas civiles, y que no desea sólo reportarlas.