Debo reconocer que me cuesta escribir esto de manera civilizada, es decir, justo desde el extremo opuesto en el que se mueve el Partido Popular desde que las cosas no van exactamente como pretenden. Pero no será por decreto por lo que mantenga la compostura, sino por convicción, aunque no falten motivos para caer en la tentación de descalificar abiertamente a quienes vienen negando el derecho a discrepar desde que gobiernan con mayoría absoluta. Para esta derecha rancia, la democracia es -tengámoslo muy presente- la dictadura de las mayorías sobre todos los demás..
Fraga Iribarne -y cito su proscrito segundo apellido para que no olvidemos jamás su nombre oficial de ministro franquista-, niega el derecho de los ciudadanos a manifestarse y a los partidos políticos y movimientos ciudadanos a organizarse para reivindicar sus ideas o pedir responsabilidades..
El planteamiento de Fraga, Aznar y toda la obtusa masa de aduladores que los rodean, es profundamente antidemocrático, pero no hace más que poner de manifiesto que esta derecha-derecha en la que se sitúa el Partido Popular, utiliza hasta sus últimas consecuencias el propio sistema de libertades para interpretarlo y aplicarlo con todas las restricciones legal e ilegalmente posibles. Tan al límite están a menudo, que envían a los antidisturbios a apalear a los agricultores de A Limia cuando intentan acudir a Ourense caminando por el arcén, golpean y detienen al "cabecilla" del Sindicato Labrego Galego y multan a los tractoristas por alterar la circulación de vehículos..
En España es habitual la prohibición de manifestaciones o la limitación extrema de recorridos y tiempos, como ha ocurrido con la organizada contra la guerra o la de "Nunca Máis" en Madrid. Los últimos ejemplos de su inspiración totalitaria han sido las descalificaciones sobre el derecho de las gentes del cine a manifestarse contra la guerra, o la de un muchacho en un mitin del PP que hubiera sido linchado por una legión de energúmenos de no ser por los servicios de seguridad. Según Rajoy, el joven no respetó la libertad de Aznar. Curiosa interpretación, que olvida al diputado popular que gritó "cabrón" a Zapatero en el Congreso..
A todo esto añadimos ahora los últimos ataques de Fraga Iribarne sobre el BNG por haber registrado la bandera de "Nunca Máis" y cederla después a la plataforma..
Curiosa primicia de "La Voz de Galicia", que de vez en cuando presta valiosos servicios a los dueños de las subvenciones..
El último argumento del próximo ex presidente de la Xunta para descalificar la movilización ciudadana ha sido que estos han sido los mecanismos utilizados siempre por los comunistas, ha hablado de "batasunización" y de que se intenta conseguir por la vía de la calle no que no se ha conseguido en las urnas. Interpretación a la medida de Fraga, a quien por el contrario le parecen muy bien las manifestaciones contra el terrorismo que convoca, por ejemplo, "Basta Ya", que hasta donde uno sabe, tampoco han sido legitimados por ninguna urna..
Pero lo más curioso es que Manuel Fraga Iribarne haya olvidado que fue ministro de Franco porque éste lideró el levantamiento de una parte del Ejército contra un Gobierno legitimado, ¡este sí!, por las urnas. Sin embargo, el gran estadista Fraga parece haber olvidado que no hace mucho tiempo respondió a una pregunta sobre la figura del fascista ferrolano con un "la Historia lo juzgará". Él no se atreve a hacerlo expresamente en público, pero en sus declaraciones y en buena parte de su acción de Gobierno le brinda cada día un homenaje impagable..
O sea, historias para no dormir.