El partido de Aznar pierde los papeles en el Parlamento español
Gara
No era fácil la faena que le esperaba ayer al presidente español, José María Aznar, en el Congreso de los diputados: explicar su entusiasta apoyo a los planes de Bush para atacar al pueblo iraquí y contrarrestar la creciente oposición a la guerra que se da en el Estado español. No lo logró, por lo que el debate concluyó de modo apresurado. La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, cerró sin permitir réplicas el debate sobre la posición del Gobierno en relación con el ataque a Irak, alegando que la Junta de Portavoces, en virtud de la mayoría con la que cuenta el PP, había determinado que no había lugar a un segundo turno. Tras la segunda intervención de Aznar, a las ocho menos cuarto de la tarde, Rudi dio por concluido el debate. Los portavoces de cuatro grupos parlamentarios trataron de convencer a la presidenta de que permitiera un segundo turno de intervenciones, como ya hizo el pasado 16 de diciembre en el último debate parlamentario similar, referido a una Cumbre Europea y a la catástrofe del Prestige.
Fue sólo la última prueba de que el debate no iba como quería Aznar, a pesar de que hizo uso de todo tipo de argucias para ganarse a la audiencia. «España no acepta amenazas de ningún tipo, y menos en lo que se refiere al terrorismo», proclamó, en respuesta a declaraciones del viceprimer ministro iraquí Tarek Aziz críticas en relación a la postura española acerca de los planes de Bush.
Varios diputados del Grupo Popular dedicaron sonoros insultos al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la intervención de éste. «Demagogo», le dijeron algunos, hasta que en un momento dado, cuando Zapatero se refería al rechazo del Papa a la guerra, se pudo oír una voz masculina desde las filas conservadoras tachándole de «cabrón» e instándole a «callarse».
Cientos de personas se manifestaban en el exterior contra la guerra y decenas de actores invitados por la oposición eran cacheados en el interior el tiempo necesario para que no pudieran escuchar a Aznar. Este, consciente de que incluso muchos de sus votantes discrepan de su afán bélico, se declaró «consciente» de que el tema tratado es «algo que afecta a sentimientos, a la razón y a las convicciones. Siento el mayor respeto por todas las posiciones que se van a manifestar en el debate. Nadie tiene el monopolio de la razón, como nadie tiene el monopolio de los buenos sentimientos», indicó.
Llamazares, de IU, acusó a Aznar de apoyar a EEUU por «pura ambición política» y le calificó de «secretario de EEUU para Europa». Irónico, afirmó que los servicios de inteligencia españoles «han conseguido lo que no han logrado ni la CIA ni el FBI: las pruebas que demuestran que Irak tiene armas de destrucción masiva». Zapatero exigió «pruebas contundentes» para iniciar la guerra. «¿El PSOE es aquél que estaba contra la OTAN?», preguntó Jordi Pujol a los periodistas.
Apuntes
Juan Pablo II recibirá a Tarek Aziz.
El servicio de prensa del Vaticano confirmó ayer que el papa Juan Pablo II recibirá al viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, en una audencia el próximo 14 de febrero en el Vaticano. El mismo día, los dos jefes de los inspectores en desarme en Irak, Mohamed ElBaradei y Hans Blix, presentarán un nuevo informe al Consejo de Naciones Unidas.
La OTAN celebra hoy un consejo especial.
BRUSELAS. La OTAN convocó un Consejo Atlántico especial para hoy, para analizar la crisis iraquí y las peticiones de EEUU de una ayuda limitada de la Alianza, informaron fuentes aliadas. Se trata de la tercera reunión que celebra el organismo militar con el mismo tema, después de que las dos anteriores terminaran sin acuerdo por las diferencias entre los miembros de la OTAN.