2 de diciembre de 2003
Rusia: capitalismo es regresión
Ariel Dacal Díaz
"La caída de la dictadura burocrática actual,
sin que fuera reemplazada por un nuevo poder socialista,
anunciaría, también, el regreso al sistema capitalista
con una baja catastrófica de la economía y de la cultura
León Trotski, 1936
En el intento de edificar el socialismo en las condiciones de Rusia, Lenin planteó la pregunta de "¿quién vencerá a quién?", como problemática de la disputa histórica entre el socialismos y el capitalismo, cuyo campo de batalla fue Rusia. Pero el proyecto revolucionario de sustituir el viejo sistema desde la creación consciente de la nueva sociedad quedó frustrado con el establecimiento del régimen estalinista que dogmatizó y tergiversó las ideas esbozadas por Lenin, mediante el distanciamiento del movimiento de masas de los canales de control y participación política.
En esas condiciones la sociedad soviética fue albergando durante décadas las bases de su crisis final en las postrimerías del siglo XX. La necesidad de las reformas fue siempre una constante. A quienes les correspondió asumir el reto político y ético de reencontrar el rumbo socialista en los 80s fueron el resultado de décadas de deformación del ideal socialista y se vieron en gran medida maniatados, teórica, moral y revolucionariamente, frente al desafío que la historia abría ante ellos. Tales circunstancias dieron respuesta a la pregunta leninista, momentáneamente, a favor del capitalismo.
El último mes del calendario reserva para Rusia fechas de "refundación". El ocho de diciembre de 1991 quedó formalmente deshecha la URSS y el 21 del mismo mes, pero del año 1993, quedó establecida la Constitución de la Federación de Rusia, institucionalizándose formalmente el capitalismo.
Poco más de una década de transición ha hecho emerger en Rusia una deuda histórica tanto económica, política, cultural como social. Sobre esta base no es sostenible el criterio de que en ese país, tras el derrumbe del socialismo, se han abierto las puertas a la democracia y se sentaron las bases a la prosperidad económica y cultural ("retorno a la civilización") de los pueblos que integran la Federación Rusa.
Dentro del capitalismo
El gran coloso territorial ruso encaminó su reincorporación al concierto del capitalismo mundial que, lógicamente, dista en su forma y amplitud al existente en 1917. La dominación del capital desde los grandes centros de poder, y la voracidad de su expansión, dejan en claro una estructura global en la que difícilmente, al menos en un plazo previsible, Rusia alcanzará un lugar de relevancia. La Federación Rusa cuenta con el territorio más extenso de la desaparecida URSS, siendo el mayor país del planeta. Además, en sus 18 millones de Kms2 de extensión, atesora la mayor diversidad de recursos naturales del orbe. El país heredero de la URSS es casi 2 veces mayor que China, los EE.UU. o Brasil, y su Producto Interno Bruto (BIP) es 10 veces menor que el del segundo y 5 veces menor que el del primero, ubicándose en el undécimo lugar en el mundo, luego de EE.UU., China, Japón, Alemania, India, Francia, Gran Bretaña, Italia, Brasil y México. El PIB per cápita, de otra parte, es 5 veces inferior al nivel promedio de los países del G-7.
Las inversiones directas extranjeras, pilar inicial de la reincorporación al sistema global, alcanzan la cifra de 19,05 mil millones de USD., menor que las que ha recibido Hungría o Polonia, y muy distante de las que ha recibido China, unos 400 mil millones de USD. En una comparación de este indicador que abarcó a 47 países, Rusia quedó en último lugar, por debajo de naciones como Indonesia, Colombia o Venezuela