La vieja Europa

Pascual Serrano
Rebelión
El consenso de los medios españoles ha quedado una vez más en evidencia los últimos meses. Nada han dicho del numerito de Jaime Marichalar en una cena benéfica en el Watermill Center de Nueva York. Según el "New York Magazine", el yerno del rey "reprochó a unos artistas cubanos que en su discurso no criticaran a Fidel Castro. Uno de ellos, Damián Aquiles, le contestó que 'se metiera en sus asuntos' y añadió que no necesitaba que nadie le dijera cómo es la vida en la isla". «Ante la mirada atónita de Calvin Klein y Barry Diller, que también habían acudido a la cena, -añade la publicación neoyorquina- Don Jaime tuvo que ser 'acompañado' a la calle por Bianca Jagger, una amiga de su esposa, la infanta Elena, mientras gritaba que Castro es un 'asesino' y un 'maricón'». Pues a mí me parece una buena anécdota para la prensa rosa, tan ávida de noticias relacionadas con la familia Real.

La otra cacicada de los medios españoles ha sido el silencio ante las palabras del Premio Nobel José Saramago, respecto a Cuba. Tras quedarse afónicos repitiendo la condena del escritor a los fusilamientos del pasado abril, ninguno ha publicado sus declaraciones el pasado doce de octubre en una larga entrevista publicada simultáneamente en La Jornada (México), Juventud Rebelde (Cuba) y Rebelión, donde afirma: "sigo siendo un amigo de Cuba". Sus declaraciones fueron publicadas en una veintena de medios latinoamericanos, además de todas las agencias de prensa, CNN incluida. En España, apenas algún párrafo en algún periódico regional a pesar de que es en nuestro país, en la casa de Saramago en Lanzarote, donde se realizó la entrevista.

Y como último detalle, enternecedor fue el espíritu humanitario y cristiano de nuestras televisiones (TVE1 y Tele 5) el pasado 10 de octubre. Estuvieron los primeros diez minutos de sus informativos hablando de los veinticinco años del papado de Juan Pablo II y después se acordaron de informar de los 70 muertos por la represión gubernamental en Bolivia o las últimas víctimas del conflicto de Oriente Próximo.

Como se puede apreciar, ninguna novedad en la "prensa libre" española, siguen con su mismo concepto de "pluralidad informativa".

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