2003 comienza con, al menos, 30 conflictos armados en el planeta. Algunos son muy antiguos, como el de Cachemira, considerado como uno de los más peligrosos del mundo. Las guerras azotan 11 países de África y el Magreb, 10 de Asia, 2 de América Latina y 3 de Europa y el Cáucaso. Todo coincide con el auge de la política belicista internacional, la pérdida de poder de Naciones Unidas y los intereses económicos de los gobiernos poderosos. Además, Irak.
Muchos de esos conflictos son ignorados por la comunidad internacional. Por ejemplo, Costa de Marfil. La guerra comenzó con un fallido golpe de estado el pasado 19 de septiembre, aunque desde 1995 no ha cesado la violencia. El país, con 16 millones de habitantes, está dividido en bandos étnicos rivales, como pasaba en Ruanda en 1996. Miles de civiles huyen aterrorizados de la zona suroeste tras un ataque rebelde. Cuentan que la zona está sembrada de cadáveres. Y aseguran que entre los combatientes hay muchos liberianos, lo cual complica aún más las cosas, porque Liberia está en armas desde 1999. Similares situaciones sufren en Angola, Guinea, Congo, Senegal, Somalia, Sudán, Argelia. El Sáhara Occidental, 25 años después de la salida de España, sigue esperando un referéndum. El próximo 31 de enero Naciones Unidas decidirá si prorroga su misión en la región.
Asia es un polvorín. Los expertos consideran que Cachemira es uno de los puntos potencialmente más peligrosos del planeta. El país, de mayoría musulmana, está dividido entre India y Pakistán (ambos con armas nucleares). Desde la independencia en 1947, ya han tenido dos guerras. La segunda empezó en 1989 y no lleva muchas trazas de terminar. Afganistán sigue controlado por los `señores de la guerraŽ. Las dos Coreas, siempre a la gresca, con esos inquietantes alardes militares de Pyongyang. Y además Sri Lanka, Yemen, Nepal, Filipinas, Indonesia. Y el eterno terror de Oriente Próximo. Lo que pueda ocurrir cualquier día en Irak tiene ahora mismo al mundo pendiente de un hilo.
No se libran tampoco Europa y el Cáucaso. Hay conflictos armados entre Azerbaiyán y Armenia. La campaña internacional contra el terrorismo ha permitido a Rusia continuar con la segunda guerra en Chechenia. Moscú acusa a Georgia de dar cobijo a la retaguardia de la guerrilla chechena. Y mucho más cerca, en Kosovo y Serbia, a pesar de la instauración formal de la paz, las tensiones no han cesado y miles de serbios no se atreven a volver a sus hogares. En América Latina las cosas están de mírame y no me toques. Colombia se está desangrando. En México continúan los enfrentamientos con los zapatistas. La semana pasada se instalaron dispositivos de máxima alerta ante el posible brote de la guerrilla en 19 estados. El Washington Post pidió el primero de año a Lula que intervenga para dar una salida a la crisis de Venezuela porque la situación `puede derivar en guerra civilŽ
La vieja Europa
