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Argentina: La lucha continúa

APROXIMACIONES POST-ELECCIONES.

Por: Aníbal Sicardi ECUPRES

El pastor metodista y director de la agencia de noticias Prensa Ecuménica reflexiona sobre las últimas elecciones. Una opinión para debatir.
Tal cual lo promocionaron los medios, casi la mitad del país el domingo 14 participó de algún acto eleccionario. Los hubo en las provincias de Buenos Aires, Chaco, Santa Cruz, Jujuy y en la Capital Federal. Las piezas del nuevo rompecabezas político están cruzadas por las líneas del Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, las cualidades de los ganadores y los cambios en el electorado que pone en jaque a los encuestadores.
Néstor Kirchner no escondió el cuerpo sino que lo expuso públicamente para apoyar a una serie de candidatos, incluida la carta brava a favor de Aníbal Ibarra, en la Capital Federal, que había perdido en la primera vuelta frente a Mauricio Macri con fuerte apoyo logístico y económico.
En la apuesta que K ganó con el triunfo de Ibarra en Capital Federal, Felipe Sola en Buenos Aires y Sergio Acevedo en Santa Cruz debe agregarse la de Eduardo Fellner en Jujuy, kirchnerista de primera hora, y no se ve desfavorecido por la previsible victoria del radical Abelardo Nikisch en el Chaco.
La estrategia de K, expresada por él, es constituir poder de gobernabilidad. Ahora tiene fichas de peso específico para ese propósito. K. actuó por cuenta propia dentro o fuera del Partido Justicialista según las circunstancias. Su idea es el de un movimiento transversal.
Capital Federal es un buen ejemplo ya que Macri iba apoyado por el Partido Justicialista e Ibarra no está en el peronismo. Alberto Fernández, Jefe de Gabinete a nivel nacional, se jugó desde el principio por Ibarra, cuando Macri lo doblaba en las encuestas. Fernández aseguró que Ibarra perdería en la primera vuelta por unos cuatros puntos (así fue) y ganaría en la segunda. Alberto Fernández puede ser un candidato escondido de K para las elecciones de Capital Federal del 2007, ocasión en la que Ibarra no puede ser reelecto.
El futuro político de Ibarra es campo abierto. El apoyo de K y el arreglo de Argentina con el FMI de la semana pasada, le dio los votos que le faltaban para ganar ampliamente. Sin embargo el caudal mayor de votos fue por peso propio. Por representar el proyecto de K lo votaron el 30%, el resto es de cuenta personal del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
A la pregunta ¿por qué votó a Ibarra? Las respuestas obtenidas en una encuesta destacan, entre otras cualidades, la forma que afrontó la crisis, el tener buenas ideas, representar un buen modelo de la ciudad, honestidad, transparencia y por 'antecedentes de gestión' el 70%. Por otra parte supo despegarse del gobierno de De la Rúa, tuvo el apoyo del ARI (Elisa Carrió) y de la CTA (Víctor De Genaro). La presunción de que es un dependiente kirchnerista corre por cuenta de quienes lo dicen. Tiene 45 años.
Mauricio Macri hizo una excelente elección. Anunció que seguirá en política y tiene reflejos para hacerlo. Una prueba fue la rapidez con que reconoció la derrota. La votación finalizó a las 18 y personalmente anunció la victoria de Ibarra a las 19.50. Formó un muy buen equipo de asesores y colaboradores. Ahora deberá manejar la segura tendencia a la dispersión de sus apoyos económicos y estratégicos como su relación con el peronismo.
El espacio de la derecha y centro-derecha está para ser conquistado. Macri dio muestras que tiene capacidad y apoyo para hacerlo De todas formas no hay que olvidar a Ricardo López Murphy, de muy buena participación en las elecciones presidenciales, que aún cuando sus elegidos en la provincia de Buenos Aires fueron derrotados tiene posibilidad de ocupar ese nicho. Será interesante ver quien gana, si el político Murphy que se puso a hacer negocios o el empresario, Macri, que eligió hacer política.
El peronismo revalidó su importancia a nivel nacional. Jugó de oficialista y de opositor. Se parece mucho a la Iglesia Católica Romana. Asimila las diferencias sin romper el 'movimiento'. En la crisis institucional de los partidos políticos sale a flote sin perder el nombre de su denominación. Tal vez esta sea la dificultad mas problemática de K, peronista, en su propósito de transversalidad.
Antes del 30 de marzo el justicialismo tiene que elegir presidente del Partido Eduardo Duhalde es candidato firme. Es uno de los grandes ganadores del domingo 14. En Buenos Aires hubo muchos cortes de boletas y no pudo colocar todo lo que esperaba pero tiene una gran cuota de poder dentro del partido y en la Cámara de Diputados.
Quedan a la espera Reuteman, senador por Santa Fe, y De la Sota, Gobernador de Córdoba. El primero es difícil que intente oponerse a Duhalde y el segundo no tiene posibilidades nacionales y debe confrontar con dificultades en su provincia. La alianza Duhalde y K funciona. Parece que los dos son buenos para el truco y forman una buena pareja donde las señas son bien interpretadas. No hay evidencias para prever una ruptura a corto plazo.
El radicalismo dijo presente. Volvió a ganar en el Chaco. En Buenos Aires la candidata a gobernadora, Margarita R. Stolbizer, no contabilizada en las encuestas obtiene no menos del 12% y ganaron un número apropiado de intendencias. Mientras tanto la izquierda redujo su caudal de apoyo sin dar señales de cambios y Luis Zamora no fue respetado en su orden de votar en blanco o impugnar el voto.
Sin que se fuesen todos, el pueblo ganó su batalla de hacerse respetar. Los parámetros de votación cambiaron de tal forma que los encuestadores revisan sus criterios de investigación. Aún cuando tienen pronósticos que les parecen acertados no lo dicen por temor a equivocarse, como ocurrió en la Capital Federal, donde varias encuestadoras tenían el dato de que Ibarra ganaría ampliamente pero desconfiaron del humor de los y las votantes y hubo silencio de encuestas. Paradójicamente, el viernes último, fue La Nación quien publicó en primera plana que Ibarra llevaba cuatro puntos adelante.
La población evoluciona en la responsabilidad de ejercer su derecho de elegir candidatos o candidatas. Hubo mayor asistencia de votantes. Menos votos en blanco. Se cortaron boletas.
En Capital Federal cerca del 40% ya tenía elegido candidatos/candidatas tres meses atrás; entre uno y tres meses 10%; un 15% el último mes; 21% en los últimos quince días y 9% entre 3 y 7 días antes de la elección. Se concluye que existe un 40% que el candidato/candidata tiene bastante seguro. Un 10% ahicito. El resto, 43%, los debe ganar en los últimos aprestos mediante su capacidad de mostrarse como persona y como dirigente político más allá del partido a que pertenezca. No es de poca monta el desafío.
Si se examina desde los parámetros tradicionales es todo confuso. Si se visualiza teniendo en cuenta los cambios de la sociedad se aprecia que el pueblo elige nuevas formas de comprometer su voto y pide mayor respeto por su individualidad.
La opción de que la política está antes que la economía tiene su correlato con esa situación donde la persona es más importante que los partidos y las frases hechas. Mientras se espera el desenvolvimiento de este proceso vale la frase de un gran predicador, 'orando y con el mazo dando'.