Sin un claro favorito se reinicia la carrera por la alcaldía de Buenos Aires
Virtual desaparición de la UCR tras la primera vuelta
STELLA CALLONI
. En un escenario de fuerte polarización comenzó la carrera con vistas a la segunda vuelta que enfrentarán el 14 de septiembre el actual jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires (capital federal argentina), el centroizquierdista Aníbal Ibarra, de Fuerza Porteña, y el empresario Mauricio Macri, del neoliberal Compromiso para el Cambio, quien se impuso con tres puntos y medio de ventaja en la primera vuelta para la alcaldía realizada la víspera.
Las elecciones de ayer, además, mostraron la virtual desaparición de la Unión Cívica Radical (UCR), el centenario partido que disputaba tradicionalmente con el peronismo las elecciones, y que en esta ocasión obtuvo poco más de 2 por ciento, así como la división del peronismo, y una izquierda atomizada y desperdigada.
Otro dato: entre los cuatro primeros candidatos ninguno tiene fuerza propia.
Macri, el millonario presidente del club Boca Juniors, no es el menemismo puro, a pesar de sus vínculos y que fue apoyado por ese sector del peronismo. Ibarra, quien recibió el espaldarazo del presidente peronista (del sector progesista) Néstor Kirchner, no tiene estructurada ninguna fuerza de centroizquierda que sea lejanamente parecida a lo que fue el Frepaso (Frente País Solidario, opositor a Menem que conformó con la UCR la efímera Alianza) en su momento.
Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, y quien quedó en tercer lugar, tampoco tiene tras de sí una fuerza de izquierda propia que sume 12 por ciento de los sufragios, sino que recogió los votos de la "bronca" (enojo) y la confusión izquierdista. De la misma manera, Patricia Bullrich, de Recrear Buenos Aires, reúne votos de distintos sectores, además de los liberales no menemistas.
Zamora y Bullrich, por lo tanto, no tienen peso sobre sus votantes a la hora de ir a la segunda vuelta para apoyar a alguno de los dos candidatos.
El primer gesto de oportunismo partió de Macri, quien hoy ofreció a Zamora -absolutamente opuesto ideológicamente- el cargo de Defensor del Pueblo si triunfa el próximo 14 de septiembre.
Macri, cuya empresa es dueña del Correo argentino gracias a los vínculos que cultivó con el menemismo, trata de mostrar que "70 por ciento de los porteños se pronunciaron contra el releccionismo" de Ibarra. Desde el otro extremo le responden que la mayoría de los ciudadanos de la capital se definieron "contra la vieja política".
La primera vuelta del domingo, por otro lado, decidió 12 escaños para diputados nacionales. Dos bancas serán ocupadas por Fuerza Porteña, de Ibarra, pero hay figuras cercanas a Kirchner que fueron elegidas, como el periodista y escritor Miguel Bonasso, del nuevo Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Silvana Giudici, por el Partido de la Ciudad.
De la mano de Macri llegan tres diputados que pertenecen en realidad al Justicialismo (peronismo), y es posible que integren ese bloque en la Cámara, el cual hasta ahora se ha manifestado disciplinado hacia el presidente Kirchner. ¿Qué pasará con los dos diputados de Zamora y el que llegó con Bullrich? Eso sólo se verá en la Cámara Baja. Donde todo será complejo es en la legislatura de la Ciudad, si se recuerda que hubo 38 boletas compitiendo. Por lo pronto, la primera minoría pertenece a Macri