EL ROSTRO DE LA HISTORIA
La marcha del viernes en homenaje de las dos chicas brutalmente asesinadas fue realmente espectacular y muy emotiva. Los cálculos más optimistas hablan de 20.000 personas, pero realmente no las puedo dimensionar, ya que la marea humana me arrastro en un momento de la misma.
Yo me incorporé recién al frente de la Iglesia San Francisco, junto con el obispo Maccarone y una multitud, a siete kilometros del orígen de la marcha, en la ciudad de La Banda,y al pasar por la plaza principal se siguió sumando muchísima más personas. Un frio intenso nos "exigía" gritar y a aplaudir continuamente clamando por Justicia. Todos nos mirábamos a los rostros y deséabamos reconocernos, abrazarnos, sentirnos que seguíamos vivos en una provincia que estaba, hasta hace muy poco, totalmente dormida.
Recordé las palabras de Scalabrini Ortiz cuándo describía el 17 de octubre de 1945,".... era el sustracto de nuestra idiosincracia y de nuestras posibilidades colectivas allí presente, en su primordialidad, sin recatos y sin disimulos. Era el nadie y el sin nada, en una multiplicidad infinita de gamas y matices humanos....Eramos briznas de multitud y el alma de todos nos redimía. Presentía que la historia estaba pasando frente a nosotros y nos acariciaba suavemente como la brisa fresca del rio....el espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo..."
Y caminamos alrededor de la Plaza principal, pasando frente a la Iglesia Catedral y el viejo cabildo convertido en sede central de la policía y nos dirigimos en dirección de la Casa de Gobierno, como las anteriores veces, pero una multitud de policías fuertemente armados nos impidió nuevamente el paso. Nadie tenía miedo, pese a las amenazas vertidas en los diferentes medios por el gobierno provincial, que se ausentó de la provincia, de la existencia de infiltrados.
Luego de finalizada la marcha, al frente de la Iglesia Catedral, y después de los diferentes discursos, fue la misa y las palabras sentidas y justas del obispo Maccarone. La incorporación del obispo fue sumamente importante, como lo fue la acción de Gerardo Sueldo.
Les aseguro que este día viernes 25, dia de conmemoración de los 450 años del nacimiento de Santiago del Estero, vivirá por siempre entre nosotros, porque este dia, como lo sintió Scalabrini, "yo vi el rostro de la historia en toda su esplendorosa plenitud...."
Al día siguiente en nuestro Centro Cultural Hacha y Quebracho totalmente colmado, representamos la obra El Enemigo del Pueblo de Ibsen en una versión libre adaptada a nuestra realidad santiagueña que escribiera en el año 1996.
Decidimos reponerla en estos tiempos que vivimos porque entiendo que debemos realizar todos los días de la semana diferentes acciones, y no sólo durante las marchas de los viernes y porque en esta obra reflejamos la acción del obispo Sueldo, la lucha por la verdad contra el caudillismo y el clientelismo.
Los padres de Patricia Villalba estuvieron presentes desde bien temprano muy satisfechos y conmovidos por la extraordinaria marcha que protagonizó el pueblo santiagueño, mientras nosotros realizábamos los últimos aprestos.
Yo los invité a ellos, unos minutos antes de dar comienzo a la función y a Carlos Scrimini y su esposa, uno de nuestros héroes del Santiagueñazo, a que nos tomáramos de las manos conjuntamente con los actores para darnos fuerza y ánimo, como siempre lo hacemos antes de cada representación.
Tito Diaz, uno de los más veteranos del grupo, pronunció unas sentidas palabras, y ellos, los padres de Patricia, nos ratificaron que no piensan "aflojar" en su lucha por la verdad.
La función fue realmente espectacular, muy emotiva, como emotivo fue el homenaje final que les hicimos a Carlos y a Olga y Juan Villalba estos dos pequeños grandes personajes, que han conmocionado a la sociedad santiagueña por sus espíritus inclaudicables.
Recordé de nuevo a Scalabrini Ortiz porque sé y estoy seguro que soy uno cualquiera y sin embargo, como un tremendo vendabal, me sacude el orgullo de estar abriendo el cauce de los tiempos venideros.."
Un abrazo.
Raul Dargoltz