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Argentina: La lucha continúa

"En Concordia funcionan escuadrones de la muerte"

ACTA

La violencia policial se cobró una nueva vida en Concordia: Víctor Balbuena.
En Entre Ríos, la policía parece haberse "especializado" en perseguir, torturar y matar a víctimas inocentes.
Así lo demuestran los casos de Gastón Lezcano, "Pato" Segovia, Medina y otros gurises asesinados. La misma noche en que Víctor era asesinado, otro joven, Fabián Alem, recibía golpizas y era tirado desnudo en el mismo arroyo, también por la policía.
Hoy, a las 19, el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo de la CTA de Concordia y los familiares de Víctor se reunirán con el ministro de Gobierno y Justicia, Fermín Garay, para exigir el esclarecimiento inmediato del crimen y el castigo para los responsables materiales y políticos del hecho.
Víctor Balbuena fue encontrado el domingo, sin vida y desnudo en un arroyo de la ciudad de Concordia. Él, junto con sus amigos Claudio Morales y Horacio Rodríguez, había ido a una bailanta el viernes a la noche. Alrededor de las 6 de la mañana del sábado 12 salieron del local bailable y a unas pocas cuadras fueron detenidos por la policía.
Los llevaron a Jefatura Central y los golpearon salvajemente. Los metieron en el baúl del patrullero y los llevaron hasta el arroyo Ayuí Chico, donde los desnudaron y los tiraron al río. "Víctor correte, que me duele la pierna", le dijo Claudio a su amigo cuando iban dentro del baúl del patrullero. No respondió ni se movió. Claudio y Horacio tienen serias fracturas en las piernas y golpes en todo el cuerpo. Pero les duele mucho más su amigo.
Apenas llegaban a los 20 años. La policía, tiene un nefasto historial en Concordia, donde todavía penan las "muertes extrañas" de Gastón Lezcano, "Pato" Segovia, Medina y otros chicos asesinados. La misma noche en que Víctor moría en manos de la policía, otro chico, Fabián Alem, recibía golpizas y era tirado desnudo en el mismo arroyo.
Los vecinos que ayudaron a Fabián a sobrevivir en la noche más fría del año en Concordia, dándole abrigo y llevándolo al hospital, están apoyando a la familia de Víctor.
El Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) accionó rápidamente. Son cuatro los policías detenidos hasta el momento y la justicia secuestró el patrullero. La madre de Claudio, Laura Morales, cuenta que el comisario les pidió que no hablen con la prensa". "Que la Justicia haga Justicia", piden los amigos de Víctor.
La repercusión de estos hechos determinó un encuentro entre el ministro de Gobierno y Justicia de Entre Ríos, Fermín Garay, y el jefe de la Departamental Concordia, comisario inspector Miguel Ángel Geuna. Garay aseguró que quería "conocer cómo han sido las cosas, ilustrarme, con la plena confianza de que la policía, aquí, en sus más altas jerarquías, está en buenas manos y que están procediendo como se debe proceder, de acuerdo a las órdenes recibidas del señor Juez".
"A nuestros gurises no sólo los mata el hambre" "Víctor (Balbuena) es el prototipo de muchos pibes de los barrios. Desde que nacen tienen que trabajar y llenarse la panza en los comedores escolares.
Van ganando la calle al no tener una contención familiar, porque el Estado esta ausente. Porque los padres los tienen que dejar para ver si pueden trabajar". La reflexión corresponde al coordinador del movimiento Chicos del Pueblo de la CTA, Roberto Tribulatti, quien alertó sobre la continua violencia policial que se registra en los barrios de Concordia.
El dirigente -que también se desempeña como trabajador del Consejo del Menor- aseguró que "a nuestros gurises no sólo los está matando el hambre; lo mata la policía, la justicia, la política" y explicó que en muchas ocasiones la policía tiene para los barrios sus pistolas legales "pero también las ilegales".
"La cosa viene bastante complicada en Concordia, este no es el primer caso que tenemos de violencia policial. Acá funcionan verdaderos escuadrones de la muerte que están matando a nuestros gurises en la calle. En este momento, a raíz de este caso, hay cuatro policías detenidos, un auto policial secuestrado, han trasladado a varios jefes policiales hacia otras seccionales", afirmó Tribulatti.
Sin embargo, destacó "que hay mucha gente en la ciudad que quiere decir basta de estos atropellos a los derechos humanos que comete la policía y que estamos esperando que alguna vez comience a funcionar la justicia en Entre Ríos".
Además confirmó que los amigos de Víctor, "Claudio y Horacio tienen quebradas las piernas y los brazos y están totalmente desfigurados producto de los golpes recibidos. Los tres fueron arrojados al agua desnudos, con sus piernas fracturadas, el día que hizo más frío aquí en Concordia (dos grados bajo cero). Tuvieron que arrastrarse varios metros para poder llegar a un lugar donde había gente y recién ahí pudieron socorrerlos, varias horas después".
Un sistema perverso que se repite Ezequiel Demonty tenía 19 años, era cartonero y vivía en el barrio Illia, de la ciudad de Buenos Aires. El sábado 14 de septiembre de 2002, a la madrugada, salió de un boliche del barrio de Constitución junto a dos amigos, también adolescentes y una amiga, de 17.
Demostrando que los procedimientos represivos policiales contra jóvenes indefensos trascienden las fronteras provinciales, cuatro patrulleros de la comisaría 34 Policía Federal, secuestraron a los chicos (menos a la adolescentes), los golpearon les robaron 30 pesos, los subieron a los móviles y, según coincidieron los testigos, los llevaron directamente al Riachuelo sin consultarse entre ellos, lo que implica un accionar habitual en la fuerza.
Al llegar al Riachuelo, al igual que los gurises de Concordia, los tres chicos fueron arrojados al agua. Dos lograron sobrevivir, pero Ezequiel murió ahogado. El fiscal de la causa encuadró la conducta de los nueve policías acusados -de los 12 que intervinieron en el hecho- como "torturas seguidas de muerte", uno de los delitos más graves de los previstos en la ley cuya única pena posible es la de prisión perpetua. Para la jueza, los policías "se comportaron como delincuentes".
"Yo le tengo miedo a la policía" Barrios, Giménez, González y Leiva, son los apellidos de los policías que asesinaron a Víctor Balbuena, de 20 años, en la madrugada del último sábado.
Los 4 están detenidos, por orden de la jueza Marta González de Amaduzzi, y el móvil 300 de la policía provincial fue secuestrado por Gendarmería.
El martes 15, se conoció el resultado de la autopsia realizada al cuerpo de Víctor. Esta determinó que fue arrojado con vida a las aguas del arroyo Ayuí Chico, en estado de inconciencia debido a las lesiones cerebrales y fractura de cráneo que tenía como consecuencia de la golpiza, y allí permaneció semisumergido más de 24 horas. Murió asfixiado por inmersión.
"Lo que se exige es justicia, y eso se va a hacer", señaló el titular de la cartera de Gobierno y Justicia a los medios. Por su parte, La jueza que entiende en la causa promovió protección especial a los familiares de Víctor y a sus amigos Claudio Morales y Horacio Rodríguez, quienes también fueron detenidos y golpeados por la policía en la madruga del sábado, y arrojados al arroyo desnudos, pero que por ayuda de los vecinos salvaron sus vidas y fueron llevados al hospital.
"Yo le tengo miedo a la policía", dice Yolanda Aragón, madre de Víctor, pero confía que la muerte de su hijo va a ser esclarecida. El jefe de la Departamental Concordia le pidió "que tenga calma porque se está trabajando, hay cuatro funcionarios policiales detenidos y esperemos, porque esto recién se está investigando". También le aconsejó que no hable con la prensa, porque "sólo quieren hacer dinero", y que tampoco hable con "los piqueteros.
que no vengan los piqueteros.", en referencia, quizás, a los integrantes del Movimiento Chicos del Pueblo, que la están apoyando y acompañando.
Asimismo, Chicos del Pueblo de CTA Concordia emitió un comunicado en el cual repudia el accionar de la policía: "Este Movimiento, que en noviembre de 2002 realizó en la ciudad la Marcha por la Vida, no puede menos que manifestarse de esta forma ante el asesinato de Víctor por la policía.
¡Basta! A esta maldita policía que usa el poder que le confiere el pueblo para hacer abuso de autoridad y matar a nuestros jóvenes".
En el mismo sentido, planteó que no sólo se debe juzgar y castigar a los culpables, sino también "a todo responsable directo e indirecto de esta circunstancia que no fue capaz de interpretar qué tipo de homicidas contaba en sus filas". "Sabemos que esto recién empieza, que tanto la familia como nosotros que los estamos acompañando en reclamo de justicia, vamos a tener un largo peregrinar hasta lograr el definitivo esclarecimiento de los hechos", admitió Tribulatti.
"Es hora que el pueblo exija que la policía excluya a todo sinvergüenza, malandra, coimero, asesino de la fuerza", dice más adelante el documento, al tiempo que reclama el acompañamiento de la sociedad "a los que sufren las consecuencias de los políticos que nos han sumergido en este caos, como también que castigue a los funcionarios que encubren todo en un manto de olvido para que nada cambie y nos sigan oprimiendo".

Informe: Juan Pablo Portugau, de CTA Concordia, y Carola Orduna, de CTA Paraná

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