16 de julio del 2003
Argentina: Aprueban en Neuquén ley de ligadura de trompas y vasectomía
Mi cuerpo es mío
Colectiva Feminista "La Revuelta"
Luego de una serie de acciones políticas llevadas adelante por diversos grupos de mujeres de Neuquén, algunos agrupados en la Multisectorial de Mujeres, el pasado 2 de julio se aprobó en la Cámara de Diputadas/os Provincial la Ley 2431. Dicha Ley significa una modificatoria de una serie de artículos de la Ley 2222 de Salud Sexual y Reproductiva con la que cuenta la provincia desde el año 1997, para que las prácticas de intervención quirúrgica de Ligadura de Trompas y Vasectomía puedan realizarse en hospitales públicos. Quienes integramos la Colectiva Feminista La Revuelta consideramos que constituye un importante logro asentado en el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
Un poco de historia…
El 8 de marzo del 2001, como parte de las acciones por el Día Internacional de las Mujeres, se conformó en Neuquén una Multisectorial de Mujeres que presenta un proyecto de ley sobre ligadura y vasectomía. Por ese entonces, también la ONG Red de Vida presenta su propio proyecto acompañado por más de 4000 firmas juntadas para avalar dicha presentación.
La legislatura provincial durante dos largos años, prácticamente no discute los proyectos. Los tiempos legislativos (una vez más) no eran los tiempos de ciudadanas/os, que queriendo practicarse las intervenciones debían recurrir a complicados y tediosos amparos judiciales, "arreglar" con algunas/os médicas/os o cruzar el puente para llegar a Villa Regina.
Conseguimos la ley…
Este año ante el día por la Acción de la Salud de las Mujeres, luego de conseguir más de treinta importantes pronunciamientos de distintas organizaciones, grupos, organismos de derechos humanos, sindicatos, centros de estudiantes, equipos interdisciplinarios de hospitales, grupos de mujeres, el Consejo Superior de la Universidad del Comahue… nos entrevistamos el 27 de mayo nuevamente con diputadas/os de la Comisión C, esta vez acompañadas por las Madres de Plaza de Mayo. Sin lugar a dudas, la acción del 27 de mayo fue decisiva para hacer que el tema tome estado público.
"La maternidad debe ser una opción", "Mi cuerpo es mío y lo gestiono yo", "Más orgasmos, sí al placer", "Basta de embarazos forzosos", "Basta de promover el negocio de la medicina privada", "Por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos", "En este sistema capitalista y patriarcal nuestras decisiones están encadenadas", "Basta de mutilar nuestro derecho a decidir", "Libertad para decidir", "Con quien quiero, como quiero, cuando quiero", "Mis trompas son mías", "Basta de hipocresía burguesa", "Saquen sus rosarios de nuestros ovarios", "La Iglesia mutila nuestros deseos"… son algunas de las expresiones que sostenían nuestro reclamo y que cada martes durante un largo mes colgamos junto a bombachas, corpiños, preservativos… en la puerta de la legislatura.
Vale la pena destacar que el terrorismo fundamentalista de sectores conservadores de la iglesia católica pretendió influenciar a la opinión pública. De boca del obispo Melani de Neuquén tuvimos que escuchar el discurso retrógrado de la mutilación y la castración; exponentes de la derecha católica hablaron de la necesidad de poblar la Patagonia; unos pocos formadores de opinión se hicieron eco del discurso demográfico. A veces la hipocresía de estos sectores resulta por demás insultante, sobre todo cuando quienes hablan desde este lugar han sido (¿lo serán aún hoy?) golpeadores de sus ex parejas o se les debió hacer juicio para que cumplan con la cuota alimentaria de sus hijas/os.
Entre las/os diputadas/os que desde un primer momento se opusieron a la ley, sumándose a los discursos religiosos, defendiendo el poder del Estado de tutelar las decisiones de ciudadanas/os, estuvo el sector oficial del actual partido gobernante (MPN) con Viviana Sustermann a la cabeza, a quien tuvimos que escuchar argumentar sobre la dignidad de las personas y la necesidad de que el Estado imponga una moral (como un ejercicio de memoria colectiva no nos olvidamos que esta mujer era funcionaria del Consejo Provincial de Educación cuando murió la docente Silvia Roggetti).
Pasados poco más de 30 días, desde aquel 27 de mayo, el miércoles 2 de julio la legislatura de Neuquén sancionó la Ley que despenaliza las prácticas de ligadura de trompas y vasectomía, las que podrán realizarse en hospitales públicos. Aún resta la reglamentación.
¿Por qué era necesario el reclamo por ampliar la Ley 2222?
Quienes integramos la Colectiva Feminista La Revuelta entendemos que las políticas sexuales del Estado minorizan a las mujeres y mantienen sus cuerpos como rehenes de sus concepciones patriarcales acerca de la sexualidad y la procreación, subordinándolas a mandatos que no les confieren el estatus de ciudadanas.
Así, los derechos sexuales y reproductivos fueron creados y propuestos por el movimiento feminista y de mujeres, para hacer más justa y democrática la vida social y extender la idea de igualdad y libertad de la esfera pública a la esfera privada. En este sentido, deben ser ejercidos sin ningún tipo de coerción o discriminación, porque son parte del ejercicio de la ciudadanía. Por ello, a pesar de que la provincia de Neuquén cuenta con la ley 2222 de Salud Sexual y Reproductiva, la ligadura de trompas y vasectomía debe comprenderse como una alternativa más en las múltiples opciones que debe ofrecer el Estado para que las mujeres puedan decidir. Una mujer que no quiere tener más hijos y queda embarazada, se encuentra ante dos caminos que vulneran sus derechos e integridad física y emocional: o se realiza un aborto en condiciones clandestinas, lo que pone en riesgo su vida, o queda compelida a llevar adelante un embarazo forzado.
Entonces, la contracepción quirúrgica constituye un problema de:
a) Derechos humanos, ya que los derechos sexuales y reproductivos son parte de este amplio espectro de derechos.
b) Justicia social: las mujeres de menores recursos, y teniendo en cuenta el paulatino y creciente empobrecimiento de los últimos tiempos, que afecta principalmente a las mujeres (fenómeno conocido como feminización de la pobreza), tienen que tener las condiciones necesarias para poder optar por esta práctica en forma gratuita en los hospitales públicos. De lo contrario ¿qué docente, trabajadora de comercio, estatal, empleada doméstica o desocupada, podría hacérsela?
c) Ciudadanía sexual: porque la maternidad debe ser una elección y no una imposición. Para decidir sobre el propio cuerpo son necesarias condiciones que garanticen opciones reales, lo cual es responsabilidad de un estado laico.
No nos cansamos de repetir que la ley no obliga a nadie, sólo garantiza el ejercicio de un derecho.
Las mujeres seguimos estando tuteladas por una serie de poderes, tuteladas en nuestro cuerpo, y el cuerpo es la primera propiedad de una persona, es lo más propio que una persona tiene. No respetar la autonomía en cuanto a decidir sobre el propio cuerpo es el eje de toda la subordinación de las mujeres.
Si el Estado no asume sus responsabilidades en la perpetuación de relaciones de opresión, que justifican, silencian o invisibilizan situaciones de injusticia y desigualdad, es cómplice junto con sus funcionarios/as. Somos conscientes de que esta ley es apenas una herramienta que puede colaborar para mejorar la calidad de vida de muchas personas, somos conscientes también que resulta necesario incorporar otras temáticas al debate público como son la anticoncepción de emergencia, el aborto, la unión civil. Ahora bien, también entendemos que este logro fortalece nuestra pelea política cotidiana contra este sistema capitalista y patriarcal.
Publicado en La Verdad Obrera Nº 123