25 de junio del 2003
Argentina: El vicepresidente Scioli en Wall Street y Miami, se reunió con Clinton, Kissinger y Rhodes
¿La verdadera política del gobierno Kirchner?
IAR
Mientras Néstor Kirchner, el presidente oficial de la Argentina, amenaza mediáticamente al establishment y a las corporaciones, su vicepresidente, Daniel Scioli recibe trato y agasajo de "Presidente" en pleno corazón del Imperio norteamericano. En Wall Street se abrazó con Henry Kissinger y compartió reuniones con personajes claves del poder político y financiero estadounidense, como el ex presidente Clinton y William Rhodes, vicepresidente del Citicorp y chairman del Council of the Américas, el foro que agrupa a todos los bancos y transnacionales estadounidenses en Latinoamérica. La agenda de su gira fue preparada por Domingo Cavallo. ¿Qué hay detrás?
Igual que para el presidente Kirchner, la semana pasada [por la del 9 de junio] fue para el vicepresidente Scioli una semana agitadísima, pero en un lugar del planeta que no es la Argentina.
Mientras el presidente K libraba su acostumbrada guerra mediática contra el poder en la Argentina, Daniel Scioli, su vice, un ex motonauta nacido a la vida política de la mano de Carlos Menem, se abrazaba con la crema del poder imperial en Nueva York, la cuna del patriciado financiero internacional. ¿Vidas paralelas?
Silenciosamente, casi de incógnito (su presencia en EEUU sólo fue cubierta generosamente por INFOBAE y Radio 10) Scioli realizó una gira por EEUU cuyo fin de periplo se situó en Wall Street, la catedral financiera del mundo que sólo recibe a los elegidos para administrar sus intereses en el "patio trasero".
Precisamente el viaje del vicepresidente argentino estuvo sujeto a una agenda de contactos preparada por Domingo Felipe Cavallo, ex superministro de Economía de la Argentina, el hombre que representó como nadie a los intereses económicos y financieros de Wall Street y el Imperio norteamericano en la Argentina.
Daniel Scioli, aparte de sus coincidencias ideológicas y políticas con Cavallo, cuenta con la asesoría del equipo del ex ministro y sus contactos y "encuentros de trabajo" son asiduos y permanentes.
Precisamente, esta condición de discípulo y protegido aventajado del ex ministro predilecto del poder, le permitió entrar por la puerta grande en Nueva York.
Allí se abrazó con Henry Kissinger, se entrevistó con personajes claves del mundo de las finanzas, la política y los negocios, y platicó de igual a igual nada menos que con William Rhodes, vicepresidente del Citicorp y chairman del Council of the Américas que invitó especialmente (Cavallo de por medio) al vice de Néstor Kirchner a visitar EEUU. Una gira generalmente reservada a los presidentes que asumen, no a sus segundos, quienes sólo deben cumplir sus funciones a cargo del Senado en la Argentina.
Durante sus reuniones en el Council of the Américas, un foro que reúne a todas las transnacionales y bancos que operan en Latinoamérica, Daniel Scioli recibió el trato y las preguntas que habitualmente reciben los primeros mandatarios. Durante su charla privada con William Rhodes el vicepresidente del Citicorp le preguntó que había de cierto en las afirmaciones del director del diario La Nación, Claudio Escribano, de que el gobierno de Kirchner duraría sólo un año.
A su vez, el titular del mayor consorcio financiero del mundo, le planteó sus "dudas" sobre el arranque de la gestión de Kirchner, y el desagrado de la comunidad de negocios neoyorquina con la presencia de Chávez y Fidel Castro en su asunción. Daniel Scioli -coinciden todas las fuentes-escuchó las mismas quejas y prevenciones contra Kirchner de todos sus interlocutores, y respondió con la solvencia y postura de un "presidente en ejercicio".
Durante una cena en Miami, cuna del anticastrismo y el antichavismo, "sugestivamente" convertida en el otro escalón de su gira, el vice de Kirchner departió con Bill Clinton y con el zar mediático Gustavo Cisneros, uno de los principales conspiradores contra la gestión de Hugo Chávez en Venezuela, a quien Scioli, como el resto de los comensales, elogió como un "adalid de la libertad de prensa" en el continente.
Durante el discurso que dio en el hotel Biltmore de Miami el sábado a la noche a un grupo de empresarios llevados por el abogado Milton Ferrell y el senador John Kerry, Scioli se presentó como un defensor a ultranza de la libertad de comercio, la libertad de prensa y la propiedad privada.
En esa reunión estaban presentes los más poderos lobbistas del estado de Florida que intentan convertir a Miami en la sede del ALCA -el otro postulante es Panamá- a los que Scioli les dio "seguridades" de que su país adherirá al tratado de libre comercio impulsado por Estados Unidos. "No deben dejarse llevar por los rumores de cierta prensa", les dijo a sus entusiasmados interlocutores.
Como resultado de su gira, la imagen del vicepresidente argentino adquirió una dimensión inusual de "primer estadista" de la Argentina, y de ahora en más será el hombre a quien los bancos y empresas norteamericanos nucleados en el Council of the Américas tendrán como su consultor permanente.
La gira del vicepresidente de Kirchner, documentada en fotos y en filmaciones, lo catapultó al estrellato internacional y lo convirtió en un virtual "sucesor" de Domingo Cavallo en la interlocución directa con el poder real del capitalismo estadounidense y su embajada en la Argentina.
Precisamente fue Daniel Hadad, un empresario de contacto directo con el Embajador norteamericano en la Argentina, de fluídas relaciones con el anticastrismo de Miami, y principal desestabilizador del gobierno de Kirchner, quien tuvo las "primicias" de la gira de Scioli en su multimedios periodístico. ¿Casualidad?
Y la gira de Daniel Scioli produce una situación histórica y novedosa: Mientras Néstor Kirchner, el presidente oficial de la Argentina, amenaza mediáticamente al establishment y a las corporaciones, su vicepresidente recibe trato y agasajo de presidente en pleno corazón del Imperio norteamericano.
¿Un caso de locos, o Scioli es el próximo presidente tras el derrocamiento de Kirchner vaticinado por el director del diario La Nación? ¿O es el verdadero presidente a partir de ahora? ¿O esta es la verdadera política del gobierno Kirchner, y aquí se está jugando al policía bueno y al policía malo?