Solidaridad con la resistencia guaraní
En la provincia de Misiones habitan más de 8.000 hermanos del Pueblo Mbyá Guaraní. La situación en la que se encuentran va desde la marginalidad y el rechazo de la sociedad regional blanca-mestiza hasta el acoso por parte de las industrias forestales y hoteleras. En total, son más de 50 comunidades distribuidas en los departamentos General San Martín, Monte Carlo, El dorado, Guaraní, General Manuel Belgrano, San Ignacio, San Pedro y Apóstoles. Solamente en la zona norte de la provincia, se concentra el 20% de la población originaria.
En estas últimas semanas dos de las comunidades cercanas a la ciudad de Puerto Iguazú se encuentran convulsionadas. La Tekoa -aldea- Fortín Mībororé, una de las más numerosa de toda la provincia, está sufriendo una intensa crisis alimentaria. En este último mes murieron 3 niños por desnutrición, otros 10 se encuentran internados en "grado 3" -lo cual es considerado casi irreversible- y 20 familias están en riesgo con desnutrición en grado 1 y 2. Por otro lado, la vecina Yryapú está resistiendo los planes del gobierno provincial de expropiar su territorio ancestral para convertir las 600 hectáreas en un complejo turístico, con canchas de golf y lujosos albergues transitorios incluidos.
La Comunidad Mbyá Guaraní Fortín Mībororé se encuentra a 20 km de Puerto Iguazú y en sus 230 hectáreas habitan casi 1.000 personas distribuidas en 180 familias. Al contrario de Yryapú, la influencia de la cultura occidental se siente fuertemente en la vida comunitaria de la aldea. Los hábitos alimentarios han cambiado y en la actualidad se depende cada vez más de la ayuda de un estado inexistente. Según el informe nutricional de la doctora María Teresa Alonso, quien asiste dos veces por semana a la comunidad, 100 menores de 5 años no reciben ayuda alimentaria alguna y de los 208 escolares sólo se recibe partida de comedor escolar para 160 por un valor de 40 centavos por niño. En ese contexto, en una sola semana hubo dos casos de muerte por desnutrición. El lunes 28 de abril fallecía Cinthya Silva de dos años de edad, y el domingo 4 de mayo Susana González de un año y cinco meses.
Eran épocas de circo electoral y no mereció la tapa de ningún diario nacional. Por su lado, el diario provincial "El Territorio" -propiedad del menemista Puerta- descaradamente hacía referencia al hecho en un tono de culpabilidad hacia los mismos pobladores de Fortín Mībororé. En la misma página también se podía leer un recuadro que hacía referencia a la falta de "visión política" de los Pueblos Originarios y mencionaba el problema de la incomunicación entre las comunidades como un "fenómeno que obedece a una cuestión geográfica pero sobre todo cultural" (sic). El análisis de la responsabilidad del Estado en el aislamiento y arrinconamiento de las comunidades, o en esta situación en particular, quedó para otra oportunidad.
Hay que destacar que los niños de la aldea no son los únicos afectados. Casi la mitad de los adultos de la comunidad, entre ancianos de más de 70 años, madres embarazadas o con hijos qué amamantar necesitan de atención alimentaria, según el mismo informe de la doctora.
En el caso de los pobladores de la Tekoa Yryapú, lo que más preocupa hoy no es la desnutrición -que también sufre aunque en menor medida- sino cómo resguardar las 600 hectáreas que habitan ancestralmente. El pasado 20 de marzo se hizo público el plan que el estado provincial tiene para el territorio. Canchas de golf, hoteles 5 estrellas y hasta un albergue transitorio para el fugaz viajero. Todo eso en el lugar donde supieron vivir durante siglos los originarios guaraníes, respetando a la naturaleza y cultivando sus alimentos tradicionales. En realidad, el proyecto se viene arrastrando desde hace más de una década. Ya en 1990 los mbyá eran desalojados de su territorio, viendo con sus propios ojos cómo quemaban sus viviendas. En ese momento, sin darles ninguna explicación los trasladaron a un basural cercano, pero gracias a la lucha que dieron acompañados de distintas organizaciones regionales pudieron recuperar su territorio.
13 años después, los poderosos nuevamente acechan sobre Yryapú. Ante el pedido de respuestas por parte de los originarios, los funcionarios locales del municipio y de la provincia sólo atinaron a mandar mensajes a través de la prensa pidiendo calma a los mbyá, con la promesa de que nada va a pasar.
A su vez, el cacique Miguel Morínigo en declaraciones a "Prensa del Iguazú" remarcó que las estrategias turísticas desconocen los derechos ancestrales y jurídicos de los Pueblos Indígenas. Los mismos se encuentran avalados por la Ley Provincial 2.727, la Ley Nacional 23.302, la Constitución Nacional y el Convenio 169 de la OIT, al cual la Argentina se ha suscripto. Por último, remarcó que así como su pueblo respeta el derecho del hombre blanco a vivir según su cultura, de igual manera se debería respetar la decisión de los originarios de vivir en armonía con el medio ambiente y según sus valores.
(INCHALÁ) 8 DE JUNIO DE 2003 - COMCOSUR / MONTEVIDEO