Argentina: La lucha continúa

A 75 años del nacimiento del Comandante Ernesto 'Che' Guevara, tendrá lugar en Rosario (Provincia de Santa Fe) el 'Seminario Internacional Ernesto Che Guevara', los días 12, 13 y 14 de junio del 2003.

El Che y la Revolución Cubana la perspectiva socialista actual

Hace 75 años nacía el 'Che', en los prolegómenos de la Década Infame y en la que el fascismo dejaba de ser expresión particular de la realidad italiana para empezar a manifestarse internacionalmente como una opción 'racional' a la crisis económica internacional que estallara el viernes negro de 1929.

Esos años estaban fuertemente marcados por la irracionalidad del sistema capitalista. El fascismo y el posterior lanzamiento de la doctrina imperial nazi con el Tercer Reich, lejos estaban de ser la construcción de un alienado. Tampoco se ubicaron por fuera de la lógica de funcionamiento del sistema capitalista; por el contrario: fueron manifestación necesaria del reordenamiento burgués de la época.

El fascismo, el nazismo, fueron el contralor necesario del imperialismo británico para detener el proceso revolucionario abierto en el mundo y fundamentalmente en Europa, con la revolución bolchevique. La posterior guerra interburguesa lejos está de negar este análisis, sino que más bien confirma la afirmación de Lenin de que la principal herramienta capitalista de resolución de sus crisis es la guerra. Guerra de rapiña, guerra de saqueo, guerra contra los que resisten, guerra contra los pueblos.

Hitler y Mussolini fueron creación 'racional' del sistema burgués, tal como lo fueron Franco, Pinochet y Videla.

Al finalizar la segunda guerra, el imperialismo norteamericano como potencia mundial comenzó a desplegar durante el período de la 'guerra fría', una estrategia fundamentalmente centrada en el combate ideológico contra el bloque de países que conformaban el denominado 'socialismo real'. Los gérmenes del modelo neoliberal se encuentran en este período a partir de las teorizaciones del economista Von Hayek. Según él, la contrapartida al desarrollo de la economía planificada soviética era el desarrollo de una ofensiva, no solamente de carácter económico, sino fundamentalmente de carácter ideológico. Oponerle al 'autoritarismo del este', el 'reino de la libertad de occidente'.

La doctrina de la libertad de mercado comienza a ser dominante a nivel internacional a partir de la crisis del petróleo de comienzos de los 70', el otorgamiento del premio Nobel de Economía al economista neoliberal Milton Fridman, la debacle económica y política del estado keinesyano a nivel internacional, y el afianzamiento -a fines de los 70' y principio de los 80'- del 'reino de la libertad', impuesto por los gobiernos ultra conservadores en EEUU e Inglaterra de Reagan y Tatcher. La caída de la Unión Soviética representó una enorme derrota para los revolucionarios en todo el mundo, así como el fracaso de un modelo de socialismo anclado en una concepción mecanicista y economisista del marxismo. Privó a éste de su capacidad transformadora, dinámica, autocrítica y no permitió a los marxistas, a los revolucionarios, dar la batalla en el terreno principal: en el de las ideas, espacio necesario de confrontación de dos proyectos culturales, civilizatorios, antagónicos entre sí.

El ejemplo del proceso revolucionario cubano, la inquietud claramente manifiesta del Che por empezar a tomar con vital importancia el problema subjetivo, la idea de construcción del hombre nuevo y de la importancia de incorporar las particularidades de las identidades nacionales, nutrieron al proceso revolucionario cubano de una riqueza política y cultural que le permitió sobrevivir a la debacle de los países socialistas del Este. La crisis civilizatoria que vive el capitalismo actual es producto de su tendencia natural al suicidio económico y político. El triunfalismo capitalista de los 90, del 'fin de las ideologías', ha terminado en una catástrofe de gran magnitud. Se ha manifestado la incapacidad absoluta del capitalismo para resolver los graves problemas que afectan a la Humanidad. Esta crisis y la lucha de los pueblos, lo han sepultado en el basurero de la historia.

La tendencia a la concentración, a la destrucción de las fuerzas productivas y a la especulación, son las que generan el actual predominio financiero y parasitario. Por lo tanto, no sólo intenta liquidar a la mayoría excluida, sino que también atenta contra facciones de la propia burguesía. Las luchas que se viven hoy, cotidianamente en todo el mundo, son las que están acelerando, agudizando, las propias contradicciones del proyecto de las clases dominantes.

Si estas fuerzas que se rebelan son capaces de constituirse en alternativa, si esta cuarta oleada revolucionaria que hoy está surgiendo logra consolidarse como una fuerza política unitaria, terminará con este sistema de opresión, genocida y senil, y cumplirá su rol histórico.

La guerra imperialista contra Irak amenaza con extenderse por todo el orbe: Siria, Irán, Corea del Norte, ya han sido amenazados. Mas no se quedan allí. Las últimas presiones internacionales de EEUU están orientadas a asegurar su 'patio trasero', América Latina.

Su objetivo estratégico es suprimir el escollo que representan Colombia, Venezuela y fundamentalmente Cuba, para su total hegemonía política, económica y cultural.

La Cuba del 'Che', la Cuba revolucionaria que transformó a Ernesto Guevara en el 'Guerrillero Heroico', emblema principal de los revolucionarios en cualquier lugar del mundo.

Si los pueblos del mundo están en riesgo de ser exterminados por el imperio, si la Cuba del 'Che' está amenazada, rescatar el pensamiento y la acción del 'comandante', rescatar su aporte internacionalista es fundamental para todos los que luchan por su emancipación nacional y social.

Los planes del neofascismo norteamericano contemplan, como hito fundamental de su política de exterminio para el continente, la invasión a Cuba y el asesinato del Comandante Fidel Castro. Fidel no es sólo la figura vertebradora del proceso revolucionario cubano, que desde la dirección del partido de la revolución, el Partido Comunista Cubano, logró plantar a Cuba ante el mundo como 'La dignidad de América'. Hoy más que nunca Fidel representa, desde su enorme aporte teórico y político, la vigencia del socialismo como única salida posible a la barbarie capitalista. Nuestro incondicional apoyo a Cuba es el apoyo a una nación que no sólo permanece en pie frente al imperialismo, sino que también lo desafía desde su solidaridad internacionalista con los países agredidos, en el mismo momento en que el capitalismo norteamericano y sus 'socios' lanzan su mayor ofensiva contra los pueblos que no se someten a sus designios. Recuperar al Che es recuperar la idea de la unidad, como elemento central en una estrategia de poder.

Recuperar al Che es construir una izquierda capaz de reivindicar lo más valioso de nuestra identidad nacional, desde las luchas por la independencia a esta parte.

Recuperar al Che es ser capaces de unirnos para construir una alternativa política anti capitalista y antiimperialista que le arrebate el poder a la burguesía y construya una sociedad sin explotadores ni explotados, una sociedad socialista.

Las inmensas movilizaciones populares que recorrieron el mundo como respuesta a la guerra imperialista marcan claramente una recomposición del campo de los que luchan.

Esto no es casual, esta resistencia, estas experiencias son herederas de los procesos revolucionarios del siglo XX, de la Revolución Rusa, la resistencia contra el fascismo, la Revolución China, la lucha contra el macartismo en el propio corazón del imperio, la heroica experiencia vietnamita, las luchas por la independencia africana. En América Latina: el Farabundo en El Salvador, el Frente Sandinista en Nicaragua, la insurgencia colombiana, las experiencias de Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Uruguay, los movimientos indígenas en todo el continente, entre otros, son el capital político y cultural que nutren la actual recomposición del campo revolucionario.

Las luchas del 19 y 20 de diciembre del 2001 marcaron claramente que el proyecto (arquetipo) del neoliberalismo, el 'modelo argentino', era inviable. Las decisiones gubernamentales posteriores a la caída del gobierno de la Alianza demostraron que dentro de la lógica burguesa no hay lugar para salidas redistributivas, ni de 'terceras vías'.

Está claramente demostrado, desde aquellos días de diciembre a esta parte, que no se van a ir si el pueblo no los echa, y de que no hay posibilidad de gobierno justo si éste, por sí mismo, no asume la dirección de la sociedad. Las vacilaciones y la fragmentación de los sectores del poder continúan ofreciendo una oportunidad para la izquierda y el campo popular, unidad e iniciativa mediantes.

Desde aquellos años en que el 'Che' nacía hasta hoy, muchas cosas se han modificado.

Pero la realidad esencial, la del capitalismo como sistema internacional de dominación, no ha cambiado. Su lógica de funcionamiento, de acumulación, de expropiación de la producción social, de tendencia al monopolismo y a la concentración, permanece inmodificable. La solución malthusiana de eliminar a esa inmensa mayoría sobrante a través de la muerte por hambre, enfermedades de la pobreza, represión o guerras, es la misma de aquellos años.

Por esto, la inmensa tarea de enfrentar al imperialismo en cualquier lugar en que se encuentre es también recobrar históricamente las experiencias anteriores, como así también el aporte integral de esos imprescindibles, dentro de los cuales el Comandante Guevara, por su coherencia, su inteligencia y su arrojo, ocupa un lugar destacado entre los revolucionarios del mundo. Y fundamentalmente para nosotros, los latinoamericanos.

En esta situación internacional de agudización de la lucha de clases, la célebre consigna luxemburguista: socialismo o barbarie, tiene absoluta vigencia. Y no existen ejemplos más obstinados y necesarios de recuperar para esta lucha que Cuba revolucionaria, y el del comandante, el guerrillero heroico, nuestro querido camarada Ernesto 'Che' Guevara.