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Argentina: La lucha continúa

18 de mayo del 2003

Editorial de ¡Ni un paso atrás! Programa del 15-05-03
Las aguas de la rebeldía suben claras

Madres de Plaza de Mayo

Un niño pobre, criado bajo techos de chapa y paredes sin revocar, pregunta a su madre por el lejano día que habrá de volver al lugar donde vivía, a las calles de barro donde jugaba con sus amiguitos tan pobres como él, de sueños ahora oxidados por el agua que cae de arriba para abajo en la calle pero sube de abajo para arriba adentro de su ex casilla..
Esto pasa todos los días en Santa Fe mientras el minimalismo político y su cortejo periodístico copian el último partido de golf de Carlos Menem. Más: el periodista Sergio Lapegüe se indigna en su programa de radio porque "yo no vi a ningún piquetero trayendo pañales o leche en polvo para Santa Fe", pero el pueblo se indigna también porque nadie contó cómo a los trabajadores desocupados del Movimiento Teresa Vive los demoraron en la estación de Retiro, para prohibirles llevar su solidaridad de poco arroz pero mucha organización y lucha a los damnificados por la catástrofe. ¿O acaso los inundados no necesitan cobrarse con organización y lucha el puntual y memorioso olvido de los gobernantes? .
Las elecciones entre una quincena de candidatos infinitamente iguales y la novela del ballottage, mientras los barrios pobres y de clase media baja de la ciudad de Santa Fe sucumbían definitivamente bajo las aguas de la inundación, resultan la imagen más elocuente, el editorial más preciso e implacable acerca de la barbarie infinita que explicita el capitalismo cada día, todos los días. La sola pregunta de ese niño hincha de Colón de Santa Fe a su madre, desautoriza escandalosamente cualquier pretexto, cualquier explicación, cualquier argumento que intente justificar la invalidez histórica de esta triste "democracia a la burguesa"..
De la injusticia imperdonable que acontece en Santa Fe surgen las condiciones de "ingobernabilidad", como le llaman los políticos y periodistas del régimen a la necesidad de la clase patronal por alcanzar legitimidad y consenso para ahondar la explotación y el aislamiento de los luchadores. Pero "ingobernabilidad" no es que Menem pisotee las mismas leyes que a él le aseguraron la reelección, sino que una mujer embarazada duerma de apuro y tiritando en los andenes de una estación de tren abandonada. No habrá "paz social" mientras persista la guerra del hambre, la enfermedad y la desocupación a destajo..
Ahora le toca a Kirchner continuar con el paquete de Menem, la Alianza y el capo mafia Eduardo Duhalde. Con una capital de provincia menos, desaparecida bajo las aguas del río Salado pero más por la disfunción criminal de los funcionarios políticos, y una rabia popular multiplicada por los cuatro costados del horizonte, la nueva vieja administración política camina antes de levantarse en dirección al fracaso más anunciado que se recuerde. Ni la mención oportunista y vergonzante a los revolucionarios de la generación del '70 podrá salvarlo de la lucha que ya le está jurando el pueblo en los piquetes, en las fábricas recuperadas y en producción, en la marcha incontenible de las Madres de Plaza de Mayo. Porque aunque no mida en los pagos sondeos y encuestas, una marea de rebeldía y anticapitalismo está subiendo por las alcantarillas de la patria, como las aguas locas de todos los ríos del país.