Once meses sin respuestas
A once meses de la masacre del Puente Pueyrredón los MTD en la Aníbal Verón volvieron a convocarse, como todos los 26, para pedir justicia y cárcel para los responsables de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
Durante tres horas las organizaciones piqueteras que conforman
el movimiento Aníbal Verón acompañados por otras organizaciones
barriales, trabajadores de fábricas recuperadas, organizaciones en lucha
contra la represión policial (como FAVELCID - Familiares de Víctimas
en Lucha en Contra de la Impunidad en Democracia) y algunos estudiantes se instalaron
en el acceso sur del puente, y entre ollas populares y algunas murgas, repitieron
una jornada que ya lleva casi un año.
Mucho no ha cambiado desde aquella tarde en que el gobierno transitorio de Duhalde
ordenaba una cacería urbana que rememoraba los tiempos más tristes
e indecentes de nuestra historia. Los intentos por estigmatizar y criminalizar
la protesta son algo que la ingeniería estatal (y los medios corporativos)
se empeñan en perfeccionar, mientras se ponen parches en cada uno de
los hoyos que la propia estructura del sistema genera. Parches para tapar la
desidia del estado santafesino que ha provocado las peores consecuencias para
gran parte de la población de esa provincia, tras las terribles inundaciones.
Parches para remediar la falta de medicamentos en los hospitales públicos
en tiempos donde las famosas recetas por genéricos brillan por su ausencia
o le hacen cosquillas a los intereses de los lobbies farmacológicos.
Parches para saldar con subsidios humillantes la falta de trabajo sistémica
tras la desmesura neoliberal que ha hecho del mito privatizador un dogma de
percepción básica. Parches para resolver conflictos laborales
como el de los docentes entrerrianos que a fuerza de cuasimonedas (o vales de
compra, o nada durantes meses) aprendieron la verdadera pasión de educar
"por amor" al soberano. Nuestro país funciona a parches, pero tal cual
un barco lleno de agujeros, cuanto más hoyos se tapan, más aparecen.
La justicia no es la excepción a la norma y la falta de garantías
básicas en un país que hace de la democracia una retórica
vacía se demuestra a diario con las miles de causas abiertas contra militantes
políticos, trabajadores en lucha, abogados opositores, y en suma contra
todo aquel que ponga su grito en la calle para hacer público lo injusto.
Hoy ya no está Duhalde pero su aparato político sigue teniendo
presencia fuerte en el actual gobierno y desbaratar la estructura represiva
que supo armar a lo largo de tantos años no es algo que se consiga con
buenos discursos y palabras bonitas.
El actual escenario político renueva algunas caras pero no modifica lo
esencial, las verdaderas razones que justifican las luchas y las reivindicaciones
sociales. Un país justo, igualitario, con trabajo, educación y
salud siguen siendo los motores de los movimientos que se organizan desde las
bases para construir en los hechos las utopías de las poesías.
Hernán del MTD de Parque Patricios nos decía que "no sólo
estamos homenajeando a Darío y Maxi sino que además estamos para
recordar a Javier Barrionuevo que fue otro compañero que nos mató
la bonaerense, el gobierno de Duhalde que se acaba de ir, el 6 de febrero del
año pasado. O sea también estamos por el compañero porque
el viernes comenzó el juicio y hoy continuaba con un fiscal que hacía
de abogado defensor de Bogado, el asesino del compañero (ver Quedó
libre el asesino de Barrionuevo). O sea que estamos
en eso, estamos luchando acá para pedir por el castigo a los responsables.
Te digo castigo porque nosotros pensamos que la justicia la hace el pueblo,
saliendo a la calle, movilizándose y estando todos los 26 juntos con
los compañeros, y esa es la justicia que nosotros decimos que tenemos.
Pero pedimos castigo efectivo a los responsables materiales y políticos
del asesinato de los compañeros". ¿Qué se puede decir de este
nuevo camino que se abre con la llegada de un nuevo presidente? "Nosotros estamos
ya cansados y estamos un poco curtidos con eso de los lindos discursos y que
hasta ahora la política siempre es la misma. Fue la de hambre, fue la
del disciplinamiento con la represión y nosotros el 26 de junio del año
pasado cuando mataron a Darío y Maxi teníamos un petitorio que
hablabamos de aumento, de más alimentos y si uno ve la situación
en que estamos hoy a casi un año de aquel plan de lucha que habíamos
lanzado el 26 de junio estamos absolutamente igual. En ese sentido lamentablemente
es poco lo que podemos esperar de este gobierno. Estamos a la expectativa a
ver qué hace, pero no esperamos que pueda cambiar mucho. Más allá
de las personas del gobierno, este sistema sólo nos estuvo dando hambre
y represión. Si quieren darnos una muestra de que podemos confiar tienen
que encarcelar a los responsables de los asesinatos de los tres compañeros,
aumentando nuestro salario de 150 pesos, no solo de los piqueteros sino de todos
los trabajadores. Hasta tanto no haga eso esto va a ser una continuidad de la
polítia de hambre de Duhalde".
Los trabajadores de Sasetru - Gestión Obrera también estuvieron
en el puente y nos recordaron que como siempre hicieron los trabajadores de
la cooperativa se hacen presentes en cada espacio de lucha de la Verón.
"Nosotros en este 26 de mayo venimos planteando que acá se abrió
una cierta expectativa por parte de la población con respecto al nuevo
gobierno. Pero creemos que en un tiempo corto cuando se empiece a desenvolver
la política cointinuista de este goibierno se va a romper la ilusión
que existe en un supuesto recambio, si nosotros vemos el gabinete cómo
fue conformado. Son todos representantes del viejo régimen que fueron
repudiados en el argentinazo, en la rebelión popular y en todas las manifestaciones
del año pasado. La clase explotadora ganó una batalla que fue
instalar el programa de las elecciones y tratar de legitimar a un gobierno.
Eso representa una victoria de ellos, ahora este movimiento en lucha tendrá
que dar respuesta política a esta victoria. Hay que llamar a una asamblea
de todos los sectores en lucha, las fábricas recuperadas, de los movimientos
de desocupados para sacar un programa y un planteo en común. Pero donde
se discuta todo, el programa, las acciones de lucha, con una metodología
de ir a las bases, elegir delegados en las bases y armar una asamblea lo más
amplia posible. Nosotros como cooperativa lo estamos planteando en el seno de
los otros movimientos de fábricas que existen. En Brukman, en el movimiento
nacional de fábrica recuperadas para ver que panorama se nos abre".
La policía esta vez se situó lejos y no desplegó ese ostentoso
operativo que de manera exagerada suele desplegar cada vez que hay protestas
en la calle. Un par de camiones celulares y unos treinta efectivos fue el cordón
humano que insinuó la frontera de lo permitido. Casi a las dos de la
tarde los representantes de las diferentes organizaciones comenzaron a despejar
el puente en dirección a Avellaneda.
Posiblemente este acto de resistencia no traiga consecuencias inmediatas, difícilmente
podamos ver en el corto plazo a los asesinos entre rejas justificando un hálito
de verdadero cambio para un pueblo deshausiado como el nuestro, pero el aguijón
de la memoria popular es algo que a quienes se mantienen con la empuñadura
de lo impune, a quienes ostentan un poder indecoroso y virtual les molesta y
mucho.
A pocos metros de la bajada del puente nos encontramos con Vanina, hermana de
Maximialiano Kosteki, que nos decía "El gobierno siempre va a saber que
no vamos a bajar los brazos y vamos a seguir luchando por el esclarecimiento
de los asesinatos de Maxi y Dario. A este gobierno le conviene que se haga justicia
porque nosotros vamos a seguir acá en el puente hasta que el juicio se
haga, Franchiotti sea condenado, Duhalde se haga cargo de sus responsabilidad
y se condene a todos los que están fugados. Fugados entre comillas porque
sabemos que los tienen escondidos. Esperamos que Kirchner se ponga las pilas
y se le de bola a esta causa. Él prometió un cambio así
que ahora tiene que demostrarlo. Nosotros todos los meses vamos a estar en el
puente, esto nunca se va a olvidar".
Y si toda lucha algo enseña, Vanina lo sintetiza así: "todo este
año me dejó mucho dolor como hermana, mucha rabia. Pero como militante
me dan ganas de seguir luchando y haciendo honor al esfuerzo de mucha gente.
Nosotros abarcamos barrios enteros con los comedores, donde los políticos
no se ocupan y yo cada vez que veo a mis hijos sé bien que todos los
días estoy construyendo el futuro de ellos" . De la misma manera Alberto
Santillán, el padre de Darío, sostenía: "la única
justicia está en la calle, el presidente puede prometer lo que quiera,
pero nosotros tenemos que seguir firmes hasta conseguir la verdadera justicia
que es el castigo de los asesinos del pueblo".
Todo sigue igual pero no tanto, no porque haya que creer en las buenas intenciones
de los que llegan sino porque debemos creer en la persistencia de los que siempre
estuvieron, pero de nuestro lado.