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Argentina: La lucha continúa

7 de mayo del 2003

Argentina pos elecciones. Entrevista con Marta Maffei, de la Central de Trabajadores de Argentina
"Desde los sindicatos fundar un nuevo movimiento político-social-cultural"

Sergio Ferrari. Rebelión

Cuando faltan pocos días para la segunda vuelta electoral del próximo domingo 18 de mayo, pocos creen que la misma aportará cambios de fondo para el país. La mitad de la población se encuentra debajo de la línea de pobreza; 74 % de menores de 14 años son golpeados por ese flagelo y el desempleo asciende al 23 % - si bien sólo un 39 % de la población tiene un trabajo fijo. A pesar de esto, no falta la voluntad de organización popular y de cambio en la sociedad argentina. Así lo enfatiza Marta Maffei, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), uno de los sindicatos más combativos del país. CTERA instaló durante 1003 días (abril 1997 a diciembre 2000) la Carpa de la Dignidad instalada frente al parlamento argentino en Buenos Aires para resistir al modelo económico del ex-presiente Carlos Menem. Maffei fue invitada por SOLIFONDS para participar en diversas actividades del 1ro. de mayo en Suiza.



Elecciones tramposas

« Estas elecciones para ejecutivo fueron una exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) quien, para continuar a aplicar en el futuro su política de privatización y ajuste, quiere negociar con un gobierno con cierta representa-tividad », explica Marta Maffei, iniciando un diálogo exclusivo.

Para los próximos meses las instituciones financieras internacionales exigen a Argentina « mayor recaudación fiscal para el pago de la deuda; la paulatina privatización del Banco Central y de la banca nacional y la derogación de leyes que hoy amparan a miles de pequeños y medianos propietarios agrarios dueños de 12 millones de hectáreas...¡Vienen por la tierra! » denuncia Maffei, quien se desempeña también como secretaria suplente de la combativa Central de Trabajadores de Argentina (CTA)

Ante esa nueva ofensiva del FMI y de las grandes transnacionales como Repsol, Telefónica etc, « que exigen reajustar sus tarifas al nivel dólar a partir de junio », el nuevo presidente « será un cautivo . Es una elección tramposa, condicionada. Con posibilidades restringidas para los nuevos gobernantes» denuncia Maffei.

Para los dos candidatos en disputa, la dirigente sindical no escatima su valoración crítica: « Carlos Menem es un ultraliberal y corrupto. Néstor Kirchner se muestra más proclive a un programa industrialista. Se expresó anuente a fortalecer el MERCOSUR (mercado único del Cono Sur). Es un dirigente político débil. No es un buen candidato. Sin embargo, si quiere ganar, deberá hacer compromisos significativos con la gente...lo que abre un espacio al movimiento social »

Si bien el panorama electoral futuro no es muy optimista, « la primera vuelta dejó algunas señales positivas. Menem no pudo ganar en el primer turno y el otro candidato ultra-liberal y con relación histórica con la dictadura , José Lopez Murphy, no pasó a la segunda vuelta como el gran poder económico quería », sostiene.

Ante la pregunta de cómo explica el 24 % de votos a favor de un dirigente tan desgastado como el ex-presidente Menem, Marta Maffei responde con convicción. « Lo analizo de otra manera: el 76 % del electorado votó contra Menem. ¡No hay que olvidar que hace sólo 6 años había triunfado con el 53 % de sufragios!. El pueblo va ganando conciencia ». Y no es sólo en Argentina, agrega, donde sectores populares votan muchas veces contra sus propios intereses. « En Europa hay una ultraderecha que crece. Me dicen que en Suiza no es muy habitual que las iniciativas populares progresistas son aceptadas por la gente... »

Fundar un nuevo movimiento

Gane quien gane en el segundo turno, al decir de Marta Maffei, nadie garantiza que las reivindicaciones más sensitivas sean realmente consideradas por el nuevo gobierno.

De allí el desafío estratégico « de promover un sólido movimiento político, social y cultural » que tendrá a la CTA como uno de sus principales pilares y que convocará « a centenares de organizaciones sociales que hoy existen y que no se sienten representadas políticamente, a nivel nacional ». La CTA cuenta con 850 mil miembros que pertenecen a más de 240 organizaciones, entre las cuales los sindicatos de funcionarios del Estado, los docentes, los judiciales, los periodistas, así como grupos de pensionados , desempleados y sin vivienda.

La decisión está tomada. La voluntad política existe. Los plazos son cercanos, explica Maffei, una de las ideólogas y promotoras de este proyecto. « En diciembre pasado 9 mil delegados reunidos durante dos días aprobaron ya la constitución de ese movimiento. Pensamos para agosto o setiembre de este año realizar una primera asamblea nacional. Lo concebimos como una especie de cemento que articule y consolide los movimientos políticos, culturales y sociales que ya existen ».

¿ Una decisión estratégica viable ? « Sin duda. Una necesidad perentoria. Hay antecedentes muy claros. Por una parte, la propia existencia de la CTA que nació como alternativa a la Confederación General del Trabajo (CGT) », central burocratizada y pro-oficialista. Por otra parte, « el FRENAPO, Frente Nacional contra la Pobreza, que se lanzó en 2001, que aglutinóy movilizó a miles de personas y que logró conquistas muy concretas -como los subsidios estatales a los desempleados- además de convocar a una consulta nacional donde participaron 3 millones de personas »

El proyecto se perfila desafiante. Las dificultades,sin embargo, no faltarán, según la dirigente docente. « Hay algunos partidos de izquierda que se oponen a que el movimiento sindical se proyecte como conducción política de esta iniciativa amplia ». Se necesitará tiempo, un espíritu abierto, capacidad de convicción y mucho trabajo, enumera Maffei quien señala una ofensiva militante regionalizada en las próximas semanas para debatir horizontalmente la propueta.

Lo percibimos como un instrumento que se consolidará a largo plazo, enfatiza Maffei para quien se trata de un instrumento estratégico « para derrotar el macro paradigma del neoliberalismo dominante »



Las excelentes relaciones con el PT brasilero

« Tenemos muy buenas relaciones con el Partido de los Trabajadores de Brasil », explica Marta Maffei señalando que los contactos internacionales del futuro movimiento son amplios y expansivos.

Las diferencias de dinámica política entre Brasil y Argentina « son significativas », explica. « En Argentina nos faltan muchas cosas que tienen los compañeros brasileros. No tenemos un cordón industrial fuerte y organizado como allá...Casi ya no existen en Argentina obreros industriales. Los metalúrgicos que eran 1 millón y medio hace unos años apenas superan hoy los cien mil.

Tenemos muchos menos intelectuales progresistas. Muchos de ellos fueron cooptados por Menem y los discursos neoliberales, si bien en torno a la CTA hay grupos de intelectuales-militantes.

No tenemos tampoco una iglesia progresista tan activa como en Brasil. En Argentina hay algunos religiosos y religiosas comprometidos, centros como Nueva Tierra identificados con los pobres, pero todo a una escala mucho menor que el movimiento social brasilero », afirma.

Al momento de enumerar los aspectos positivos, y aunque la cautela impera, Maffei señala: « contamos con la CTA que es un instrumento único con proyección internacional y representatividad nacional. Contamos con fuertes sectores femeninos, incluso el sindicato de trabajadoras del sexo, fenómeno único en América latina. Hay cursos de pos-grados que organizamos nosotros mismos ligado a un concepto claro de la necesidad de la formación de nuestra gente y del desafío de apropiarnos de los conocimientos. Por último, diría, que ninguno de nosotros es sólo dirigente sindical. Vivimos fuertes inserciones regionales, territoriales. Dialogamos con la gente, salimos de los sindicatos, tenemos una conciencia amplia de movimiento, de la dinámica social y de la movilización continua »

Sin menospreciar, concluye Maffei, la enorme capacidad de protesta social que existe en Argentina. El año pasado se dieron 1736 movilizaciones de todo tipo, casi 50 por día. « La gente sabe bien lo que no quiere. Debemos dar el paso siguiente: definir lo que queremos y lo que podemos construir para asegurar la dignidad de nuestro pueblo »