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Argentina: La lucha continúa

LA POLICÍA CARGÓ A MANSALVA CONTRA MILES DE PERSONAS QUE ESTABAN EN LAS PUERTAS DE LA FÁBRICA BRUKMAN

Heridos, detenidos e incidentes en varios puntos del centro de la Capital argentina Desde las 15 horas se empezaron a concentrar miles de piqueteros, asambleístas y militantes de partidos de izquierda que respondieron a la convocatoria de los trabajadores de la fábrica Brukman, que desde el jueves pasado está ocupada por la polícía después de haber desalojado a sus legítimos dueños, los trabajadores.
La marcha de hoy estaba encabezada por las Madres de Plaza de Mayo y las mismas trabajadoras. Detrás iban dirigentes de casi todos los grupos piqueteros, de las Asambleas barriales y dirigentes partidarios de la izquierda.
La zona estaba prácticamente tomada por casi 2 millares de policías que habían colocado vallas rodeando la fábrica y también varias calles de los alrededores. A las 16 horas, los trabajadores encabezando la multitudinaria marcha avanzaron hacia las vallas entre gritos de "Brukman es de los trabajadores, y al que no le gusta se jode, se jode". En ese momento se le dio a la policía una hora y media de plazo para que abandonen la zona.
Cumplida la hora, los manifestantes intentaron tirar abajo las vallas mientras un puñado de trabajadoras de Brukman con sus uniformes azules avanzaron hacia la fábrica. Fue entonces cuando la policía cargó con todo, arrojando balas de goma al cuerpo a pocos metros de distancia de los manifestantes, que caían heridos o eran golpeados por las culatas de las armas policiales. Además se arrojaron gases con una profusión que convirtió a la atmósfera en una nube blanca e intoxicante. Muchas mujeres y niños se vieron envueltos en ese clima asfixiante y fueron retiradas en ambulancias o rodaron por el avance de la tropa policial.
Los incidentes se repartieron por los alredores. Un grupo de manifestantes incendió un coche policial, otro ocupó un omnibus y lo colocó en la calle cruzando la misma a modo de barricada. Jóvenes encapuchados se defendían como podían de la brutalidad policial que llegó a golpear sin compasión a vecinos y gente que no tenía nada que ver con la marcha.
Varios periodistas también fueron golpeados, y el escritor Miguel Bonasso denunció a la policía como la "nueva gestapo argentina que está baleando a una muchedumbre que sólo pide trabajo digno".
A esta hora, los incidentes siguen en varios puntos de la ciudad, según pudieron constatar varios colaboradores de Resumen Latinoamericano que participaron de la marcha.
Desde estas páginas nos solidarizamos activamente con las trabajadoras y trabajadores de Brukman y repudiamos el accionar de una policía fascista que responde al gobierno de Eduardo Duhalde.