Del circo del T.P.I. a los payasos electos
CORREPI
El Tribunal Penal Internacional parte de una falsedad ideológica que es la simetría entre los Estados, la preeminencia del derecho penal internacional sobre la potestad de los Estados y la existencia de las Naciones Unidas.
En estos momentos, cuando EEUU, en su avance imperialista, ha decidido superar la etapa de gendarme del orbe para constituirse explícitamente en el amo universal, el debate respecto a la jurisdicción y efectividad de la Corte Penal Internacional se torna aún más tramposo.
EEUU ha desarrollado una política de agresión directa sobre el T.P.I. logrando incluso que los países de la Unión Europea aceptaran la inmunidad de los ciudadanos estadounidenses en acciones exteriores. Pero no ha sido el único país con expresiones imperiales que ha impugnado la jurisdicción internacional. Rusia, con sus masacres al pueblo checheno, se ha opuesto sistemáticamente a la implementación del derecho penal internacional.
China e India, cuyas poblaciones constituyen prácticamente la mitad de la población mundial, no han firmado el Estatuto de Roma.