Una nueva ola represiva se instaló en los últimos dos meses.
La ofensiva sobre Brukman, la represión sobre El Padelai, la expulsión del MTD en San Telmo, el atropello a los vendedores ambulantes, el cercamiento del parque Rivadavia, asambleas desalojadas... Y ahora vienen por Sasetru.
Mientras no se produzca una nueva insurrección popular, mientras que piqueteros, asambleístas y MTD's no constituyan una red productiva anticapitalista en común, ampliando su autonomía económica y de este manera ampliando su densidad social y su capacidad movilizante. Urge diseñar un plan de defensa del movimiento anticapitalista. La ofensiva del imperio sobre Irak, subsume todas las miradas del planeta.
Las elecciones han pasado a un segundo plano. Y del movimiento nacido a partir del 19 y 20 de diciembre de 2001 últimamente y mayoritariamente solo sale a luz cada nueva derrota. No hay capacidad de recomposición del capital-parlamentario sin disciplinamiento popular. Elecciones, cooptación y represión son el menú del poder en esta hora.
Compañeros, nunca nos olvidemos que el imaginario posterior al mayo Francés del '68 se construyó sobre la apropiación de una sóla fábrica. ¡Si!, ¡Cómo leyeron! Sólo una. En la Argentina el movimiento apropiatorio de la clase obrera, la conquista del espacio público por las asambleas, y la dignidad de los MTD's, resultan experiencias que el sistema intentará coartar por todos los medios a su alcance. Y cuando decimos todos lo medios, queremos decir todos.
El 26 de junio del año pasado intentaron una salida represiva. Sólo la rápida y unitaria respuesta del movimiento popular lo evitó.
Ahora vuelven con más fuerzas sobre todos aquellos que se niegan a ser esclavos sumisos de los mandamientos del poder.
Es hora de imaginar si en la actual fase ofensiva del capital y su estado y, por otro lado, el repliegue y reflujo del movimiento no se presenta como impostergable la TÁCTICA DE RESISTENCIAdeBASTIONES POPULARES. Las fuerzas disponibles del campo revolucionario no permiten cubrir de solidaridad y apoyo físico cada intento de desalojo.
El poder tiene su cuerpo profesionalizado de políticos, juristas y policías bregando las 24 horas en defensa del capital y la propiedad privada. Pensando cada nuevo golpe. Planificando la desarticulación de los insumisos.
Mientras tanto, el pueblo a duras penas sobrevive, cirujea o sigue atado al yugo patronal del trabajo asalariado. Demasiada desigualdad de fuerzas, por el momento, para hacerles frente a todos juntos y al mismo tiempo.
Se dirá que esto es inevitable mientras no se termine con la sociedad capitalista, su pobreza y expoliación. ¡Es cierto! Pero la ofensiva del capital no espera. Es más. Lo que intenta es evitar la generalización de las experiencias que desarticulan su dominio y se autonomizan del estado. Asambleas, fábricas recuperadas, piqueteros, partidos, colectivos contraculturales, el movimiento estudiantil, medios de información alternativos necesitamos disponer una red defensiva. Habrá que privilegiar solo algunas empresas, asentamientos y locales recuperados por las asambleas.
Obviamente que nadie quiere perder el lugar que tan duramente se conquistó. Pero o cerramos filas sosteniendo algunas experiencias en particular o quedaremos extremadamente débiles. Ya habrá tiempo de recuperar y aumentar con creces lo logrado.
No es cuestión de enfrentarse a una derrota digna. Y de escribir mañana consoladoramente la historia de cómo fuimos heroicamente vencidos.
Si resistimos eficazmente en esta difícil etapa, todavía estaremos a tiempo de poder vencer. La crisis orgánica del capital-parlamentario no está cerrada y el futuro es incierto para ambos contendientes: el capital y el trabajo.
Por esto hay que usar toda la inteligencia para elaborar la táctica más apropiada de resistencia. Luego de ello sí, aplicar, todo el tesón y coraje de los que dispone un pueblo para defender sus TERRITORIOS AUTODETERMINADOS.
Si los desalojos logran su objetivo, tendrá un efecto desmoralizador sobre el conjunto de desocupados y asalariados que ven con simpatía a los luchadores.
De lo que se trata es de intentar sostener BALUARTES antagonistas. Esto, ni más ni menos, es el contrapoder. Mientras no sea abolido definitivamente el estado y el trabajo asalariado habrá que sostener ESPACIOS PROPIOS, enclaves en el territorio capitalista.
Mientras tanto no descartemos que las masas vuelvan a escena, la guerra imperial en Irak abre un nuevo capítulo en la lucha de las multitudes. Al igual que en la Argentina se profundizarán los antagonismos producto del nuevo gobierno que continuará aplicando los planes de hambre, muerte y explotación.
Mientras no se INSTITUYA una red económica, afectiva y política entre las fábricas, asambleas y los piqueteros no tendremos un doble poder efectivo. El espacio de la autonomía necesita pasar del plano parcial e inconexo al terreno general y organizado. De lo contrario, seremos estratégicamente débiles y no superaremos la economía de subsistencia.
Pero hoy, aquí y ahora, debemos elegir entre las experiencias más significativas para los expoliados y excluidos.
Solo a los fines de dar un ejemplo orientativo escogimos los siguientes BASTIONES: Brukman en Capital, Zanón en Neuquén, Sasetru en Avellaneda, La asambleas del Cid, Colegiales o Paternal en Buenos Aires, El supermecado Tigre en Rosario, Roca Negra en Lanús y el MTD de Solano ambos integrantes de la Aníbal Verón.
Que sean estos u otros los BASTIONES. Pero urge decidir una estrategia.
Podemos perder algunos asentamientos, algún local asambleario, alguna fábrica, pero podemos mantener vivo el movimiento.
No es cuestión de valentía o cobardía. Sino de una defensa inteligente a la espera del redespliegue popular.
No estamos derrotados. Resistamos y sigamos construyendo la larga, dificultosa y definitiva victoria popular. Podemos y debemos unir fuerzas. Los integrantes de las organizaciones en lucha no nos permitimos sectarismos ni mezquindades. De este modo no tendremos garantizada la resistencia, pero estaremos en mejores condiciones de sostenernos.
Compañeros, nunca lo olvidemos, que el todo de esta experiencia: MTD's, asambleas y fábricas okupas, es el cada uno de nosotros.
Ya que estamos comprobando que vienen escalonadamente por cada uno de nosotros y nos desalojan, pasemos de, "Si nos tocan a uno nos tocan a todos", a:
"Defendamos unos BASTIONES para que no terminen con todos".
Autodefensa del estado.
Autonomía de los luchadores.
Fraternidad de los oprimidos.
Colectivo: Nuevo Proyecto Histórico (NPH).
25-3-03.
Argentina: La lucha continúa
