El próximo 27 de abril se realizarán elecciones presidenciales en Argentina. En los límites de las políticas de gobernabilidad, apelando cada vez más a la coerción y a la represión, el presidente Duhalde fuerza a toda costa el calendario electoral, intentando que las expectativas del acto nacional, y el desdoblamiento de las convocatorias locales en una cantidad de fechas diversas en las que se decidirá la elección de autoridades provinciales y municipales logren simultáneamente varios objetivos: 1) que distraiga por un tiempo a una gran parte de las fuerzas políticas y de la sociedad de su activa participación en el conflicto social, 2) que fracture las posibles alianzas opositoras, y 3) que revalide a un presidente que pueda conducir la nave perforada, con mano dura, unas millas más lejos..
El anuncio realizado por el presidente Duhalde, inmediatamente después del asesinato de los piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, buscó frenar por esta vía el clima de movilización creciente que exigía, desde el 19 y 20 de diciembre del 2001, "que se vayan todos"..
Los candidatos que hoy disputan con mayores posibilidades, responden a la misma política llevada adelante en todos estos años. Los principales "concursantes" provienen de las fuerzas del bipartidismo que gobiernan Argentina desde 1983 -año en que se retiró la dictadura-. La mayor parte intenta polarizar la elección con el ex presidente Carlos Menem, quien se encuentra con chances de quedar entre los dos primeros lugares en la primera vuelta, para ir a la segunda vuelta el 18 de mayo..
En primer lugar hasta el momento aparece el candidato del actual presidente Duhalde, el gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner _que según algunas últimas encuestas aventaja por dos puntos a Menem-. Según los datos siempre controvertidos de las encuestas, la intención de voto a presidente sigue sin mostrar una tendencia determinante: ninguna fórmula alcanza el 20% de las preferencias..
Kirchner (PJ) encabeza la tabla con el 18,9%, seguido por Menem con el 16,8% y Adolfo Rodríguez Saá con el 15,6%. Estos tres candidatos provienen del peronismo, y han tenido importantes responsabilidades en la aplicación de las políticas que condujeron a la destrucción de Argentina, Kirchner como gobernador de Santa Cruz, y Rodríguez Sáa, como gobernador de San Luis..
Siguen en la intención de voto dos candidatos provenientes del radicalismo: Elisa Carrió con el 12,9% y Ricardo López Murphy con el 9,8%. Más lejos aparecen Leopoldo Moreau (candidato oficial de la UCR) con el 1,9%, el socialista Alfredo Bravo con el 1,1%, y los miembros de otras organizaciones de izquierda como Patricia Walsh, de Izquierda Unida, y Jorge Altamira, del Partido Obrero..
Los indecisos suman el 11,3%. Si se suman los que piensan anular el sufragio, quienes votarán en blanco y quienes no tienen intenciones de ir a votar (existe una campaña de varias organizaciones piqueteras y asambleas populares con la propuesta de no votar, o votar en blanco), la cifra es del 22,4%..
Escribe el analista político Daniel Campione: "El menemismo no es una fracción interna del Partido Justicialista, ni un círculo de amigos del líder de Anillaco, extrapartidarios o no. Ha sido un modo de expresión de la estructura social radicalmente injusta de Argentina, del conglomerado de impunidades y complicidades criminales que atraviesa a empresarios, banqueros, Iglesia, militares, dirigentes sindicales y por supuesto a todos los partidos políticos del sistema, 'tradicionales', y nuevos, y que llevó a la construcción del mayor nivel de explotación, empobrecimiento y alienación de la historia argentina." Esta "proyección cultural" del menemismo, abarca a varias de las fórmulas presidenciales mencionadas. Consolidan coyunturalmente este fenómeno, la debacle histórica del radicalismo (a partir de la caída de De La Rúa), y la carencia de alternativas comunes de los movimientos populares y de izquierda, que limita la posibilidad de cuestionar al sistema político desde la raíz. En Argentina habrá elecciones en abril, pero no se renovarán las esperanzas.. * Claudia Korol es secretaria de redacción de la revista América Libre