Luis Palau, un aliado más de la política norteamericana
Leandro Andrini (especial para "Resumen Latinoamericano")
El poeta y periodista hondureño Froylán Turcios, en 1927 en la revista Ariel, decía que ³Los Diez Aliados de la Política Norteamericana² eran: Los tiranos que desean perpetuarse en el poder los que se desvelan para alcanzar la presidencia de la república (haciendo) concesiones onerosas a los banqueros y ciudadanos yankees los que tienen el afán de enriquecerse los fatalistas los periodistas venales, que aceptan dádivas de los invasores los que se dejan catequizar por los pastores evangelistas los imitadores insensatos de las modernas costumbres de la sociedad americana...
Los maestros y profesores que no enseñan a los niños el amor a la patria y a la raza... y que no inculcan el desprecio a los invasores yankees.
Los sacerdotes católicos, que poseídos de un feroz fanatismo cierran los ojos.
Más que literatura panfletaria. Pero para qué hemos de traer estas palabras.
Las hemos de citar porque están apareciendo con mucha fuerza los aliados de la política yankee en las sociedades latinoamericanas, realidad no nueva por cierto, pero que camaleónicamente se filtran e infiltran a través de la diversidad socio-cultural.
Claro que hay tiranos deseosos de un poder perpetuo, los que se pelean por alcanzar la presidencia de la república en esta Argentina destruida (al igual que en Latinoamérica), que ya los bancos son corporaciones transnacionales, que hay periodistas corruptos voceros de las modernas costumbres, maestros y profesores sin sentido de soberanía, y tantos curas con ojos cerrados y bocas abiertas; y como si todo esto fuera poco ¡comienzan a llegar los pastores evangelistas para catequizarnos socialmente! ¿Qué misión tiene Luis Palau? La respuesta inmediata es obvia, pero la real es otra. ¿Qué misión, pues? La misión es política.
Este pastor crecido a las sombras del famoso Billy Graham, tanto como para ser considerado el Billy Graham sudamericano, que ha llegado a orar junto a Bill Clinton en la Casa Blanca y que ha sido convocado por George Busch entre los doce líderes religiosos que rezaron tras la caída de las Torres Gemelas, no es un pastor entre todos los pastores. Es una personalidad con redes en el poder, y con el poder de favorecer esas redes, convirtiendo a los fieles a través del pregón liviano de ³señales y milagros², del ³poder de la esperanza², de la ³sanación a través de la fe incondicional² y tanto mensaje de predicador electrónico/mediático.
Este pastor viene a ganar los sectores desposeídos para la noble causa del cristianismo evangélico moderno, que no se diferencia de la que desean los políticos empecinados en encaramar los destinos de estos pueblos. Así se explica que haya sido recibido por Eduardo Duhalde y por Aníbal Ibarra. Es que en Argentina hay del orden de tres millones (3000000) de fieles, y en el conurbano bonaerense del orden de 3000 iglesias cristiano-bíblicas. De estos fieles, la mayoría son humildes, y el resto clase media.
Se entiende por qué pide que ³cuando vengan las elecciones estudien bien a los candidatos, voten y luego dejen todo en manos de Dios². Pide que el pueblo abandone su causa social en manos de una cuestión metafísica...
Luis Palau tiene poder no místico-, tiene poder desmovilizante, tiene el poder de propiciar la sumisión frente a las estrategias de lucha y de liberación, tiene el poder de un discurso asido a los elementos del pensamiento mágico, tiene el poder de regentear la Luis Palau Evangelistic Association con un presupuesto de 4 millones de dólares anuales, tiene el poder de contar con amigos que son figuras populares y convocantes, tiene el poder o privilegio de ser subsidiado por empresarios petroleros yankees casualidad mediante-, tiene el poder de contar con los medios masivos de comunicación. En este último caso, cabe decir que tuvo su espacio en el canal estatal argentino en un horario central, como si fuese poco su llegada a más de cien países por medio de setecientas emisoras (contabilizando radio y televisión) de las cuales del orden de quinientas tienen sus bases en América Latina; no se debe pasar por alto la constitución de la red satelital Cadena Enlace Cristiana con cede en Puerto Rico, país subyugado, esclavizado, rendido y diezmado por los vastos imperios estadounidenses y sus aliados de turno.
Luis Palau tiene el poder necesario que necesitan los que detentan el poder, el poder de aquietar las intranquilas aguas sociales ante tanta miseria; así el ³humanismo espiritual² privilegia la paz, el orden social, la estabilidad política o mejor expresado: la aceptación de una estabilidad política por imposición. Palau entretiene a las masas con sus insípidos discursos espirituales, místicos, idealistas y metafísicos los que constituyen una herramienta perfecta para intentar desaparecer la realidad como se presenta e inhibir toda lucha tendiente a revertirla. Palau tiene como misión reclutar la máxima cantidad de fieles, porque también parte de su poder está en las masas, y parte de los intereses del poder en adiestrar a esas masas en un vacuo sentido de la vida: que se formen ciegas a la realidad y que sean colonias religiosas primero y luego serán fácilmente colonias político-económicas. Así es que estos fieles deben poseer el programa del ³poder de la esperanza²: ³pasar dos horas diarias orando, cuatro buscando empleo y cuatro como voluntario en la iglesia².
Luis Palau no viene a ser sino uno de los aliados denunciados literariamente ya en 1927 por Froylán Turcios.