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Argentina: La lucha continúa

28 de febrero del 2003

Atentados en Caracas ¿terrorismo "malo" o "bueno"?

Miguel Ángel Ferrari
Radio Rosario
Mientras el gobierno de los Estados Unidos, con sus fieles colaboradores Anthony Blair y José María Aznar, tratan de "convencer" o mejor dicho presionar a los gobiernos, digamos neutrales, del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para que aprueben el proyecto de una segunda Resolución, tendiente a dar vía libre a la agresión a Irak. Y, mientras, estos mismos representantes del "eje del bien", tratan de persuadir a los miembros permanentes de dicho Consejo (Francia, Rusia y China), enrolados en una alternativa tendiente a prolongar las inspecciones sobre Bagdad, para lo cual ya presentaron un memorando ante el alto organismo, para que no ejerzan su derecho de veto, las aeronaves estadounidenses y británicas siguen bombardeando —como lo vienen haciendo prácticamente día por medio desde hace años— las instalaciones civiles y militares iraquíes ubicadas en la zona llamada de exclusión.

El mundo se está convirtiendo día a día en una bomba de tiempo. Y, si bien, las cargas explosivas más pesadas están situadas en el Golfo Pérsico, hay cada vez más indicios de posibles deflagraciones en distintos lugares del planeta.

En la madrugada de hoy, se produjeron dos explosiones (y no en sentido figurado, precisamente) en la ciudad de Caracas, la capital de Venezuela. Los blancos elegidos por los terroristas fueron la embajada de España y el consulado de Colombia.

La oposición golpista venezolana, no demoró ni un minuto en atribuirle la autoría de los atentados al gobierno democrático del presidente Hugo Chávez. Para ello se valieron de unos panfletos firmados por supuestas organizaciones bolivarianas, mal redactados por dudosos militantes revolucionarios que parecieran haber recibido clases de adoctrinamiento en alguna oficina de los servicios de inteligencia estadounidenses.

Por supuesto, la Coordinadora Simón Bolívar desmintió categóricamente cualquier tipo de vinculación con estos hechos, aclarando —precisamente— que constituyen "una organización popular, legalmente constituida, con nueve años en el trabajo cultural, vecinal y deportivo". Al tiempo que manifestaron puntualmente que siempre se opusieron a cualquier agresión contra sedes diplomáticas, recordando su repudio a los ataques —hace un año— por parte de los golpistas a la sede de la embajada de la República de Cuba.

Evaluaciones preliminares realizadas por los cuerpos de seguridad venezolanos, señalan que se habría utilizado un explosivo plástico del tipo C-4 en estos graves atentados que, especialmente en el caso del consulado colombiano, produjeron una destrucción del 80 por ciento de sus instalaciones.

¡Qué extraña casualidad! Cuarenta y ocho horas antes, el presidente Chávez —en su programa radial— había advertido a los gobiernos estadounidense, español y colombiano, que se abstengan de intervenir en la política interna de Venezuela, como lo vienen haciendo desde el golpe de Estado fallido de abril del año pasado.

El fascismo pierde el pelo, pero no las mañas. Es bueno recordar a los jóvenes y a los adultos desmemoriados que Adolf Hitler ordenó el incendio del Reichstag (el antiguo Parlamento alemán) y luego acusó de ello a los comunistas. Con esa excusa desató una brutal represión sobre socialistas, comunistas y las demás fuerzas democráticas de su país.

Pero no sólo los golpistas y sus tutores imperialistas emulan a Hitler, también lo emulan a Joseph Paul Goebbels, su ministro de Propaganda, en eso de repetir mentiras hasta transformarlas en verdades.

Es estos últimos, días un general del Comando Sur de los Estados Unidos denunció vínculos entre "grupos terroristas árabes y gobiernos latinoamericanos", aludiendo oblicuamente —por "casualidad"— a Venezuela.

Por su parte, el general colombiano Harold Bedoya, ex miembro de la cúpula de las Fuerzas Armadas y ex candidato presidencial en las últimas elecciones, formuló duras críticas al presidente Chávez por su supuesta vinculación con la guerrilla colombiana.

Para no ser menos, la actual ministra de Defensa de Colombia denunció que a los secuestrados de su país se los oculta en Venezuela, cuando los hechos desmienten categóricamente esa hipótesis.

Qué "casualidad" que estas falsas acusaciones y estos atentados terroristas, se producen justo en momentos en que el gobierno constitucional de Venezuela sale fortalecido del sabotaje petrolero y la oposición se desmorona en sus esfuerzos por derrocarlo, incluso por la vía electoral.

El terrorismo que han desplegado y despliegan desde la CIA y la Escuela (de criminales) de las Américas, los creadores y aplicadores de la Doctrina de la Seguridad Nacional que nos costaran a los argentinos la vida de 30 mil conciudadanos, no sólo que no ha terminado: está en plena vigencia.

El desembarco de 150 efectivos norteamericanos en Colombia, encubiertos como instructores militares, para "rescatar" a los tres agentes estadounidenses en manos de las FARC, no hace más que profundizar la intervención militar de Washington en nuestro continente. Si a ello le sumamos una interminable cadena de bases militares norteamericanas en la región y la superbase británica con tecnología nuclear en Malvinas, tendremos una aproximación acerca de los peligros que se ciernen sobre cualquier intento democrático y verdaderamente soberano que nuestros pueblos latinoamericanos pretendan transitar.

Para que otro mundo sea posible, deberemos enfrentar decididamente todo tipo de terrorismo, tanto el "malo", como el "bueno"... ese del presidente Bush.



Nota emitida en el programa radial "Desde la Gente", de LT8 Radio Rosario, República Argentina, el martes 25/02/03. Publicada en el sitio
www.hipotesisrosario.com.ar