POLICÍAS DE SANTIAGO ESTERO APALEARON A JOVEN Y LUEGO ASCIENDEN A UNO DE ELLOS
Red-Acción (ANRed)
Los dos policías acusados fueron mencionados en 3 informes
CAMPESINOS DE SANTIAGO DEL ESTERO DENUNCIAN A DOS POLICÍAS PROVINCIALES QUE MANIATARON Y GOLPEARON A UN JOVEN FRENTE A SU MADRE EN TINTINA.
LUEGO DE LOS APREMIOS LA POLICÍA SANTIAGUEÑA ASCENDIÓ A UNO DE ELLOS
El Movimiento Campesino de Santiago del Estero denuncia que los agentes Carlos Luna y Julio Salto "alías Guiso" de la seccional 44 de la localidad de Tintina de la Policía de esa provincia, maniataron y golpearon al joven Horacio Luján Paez de 18 años en la puerta de su casa, frente a su madre y su hermana. Luego de que el joven recibiera la mínima atención médica, la familia radicó una denuncia por "Lesiones graves y apremios ilegales" en la fiscalía de primera nominación a cargo del Dr. José Luis Guzmán, con intervención del juzgado en lo criminal de primera nominación de los Tribunales de la Ciudad de Santiago del Estero a cargo del Dr. Ramón Gómez. Las pruebas presentadas fueron desconocidas por la autoridad policial ya que luego de los golpes y atropellos propinados a los Paez, uno de los oficiales, Julio Salto, fue ascendido a Cabo.
Además de tener la denuncia reciente, los efectivos Carlos Luna y Julio Salto han sido denunciados en tres oportunidades ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en cuyo informe figuran por más de tres denuncias, por amenazas, aprietes a campesinos y por actuar utilizando la investidura policial para beneficiar a terratenientes de la zona que contratan sus servicios.
Ante semejante actitud del gobierno provincial, los trabajadores campesinos integrantes del MOCASE en la localidad de Tintina, cuya población urbana y rural no alcanza los 5000 habitantes, se movilizaron el sábado 20 de este mes junto a un millar de pobladores y vecinos para escrachar a los policías ascendidos y para solidarizarse con todos los santiagueños que, como la familia Paez, sufren intimidaciones, atropellos y apremios ilegales por parte de las fuerzas de seguridad de la Provincia de Santiago del Estero.
* Cómo empezó todo La represión policial a Horacio Luján Paez comenzó a las 8 y media de la mañana del 17 de diciembre, cuando el oficial Carlos Luna y el agente Julio Salto, ambos policías de la seccional 44 de Tintina, llegaron en bicicleta al domicilio de la familia Paez y le exigieron a doña Marta Paez que entregara una bicicleta que supuestamente alguien de su familia había robado, y que se encontraba en la vereda, fuera de la propiedad de la familia.
Sorprendida ante las acusaciones policiales Doña Marta les explicó que nadie de su familia había robado nada, pero sus palabras no impidieron que los agentes se avalanzaran sobre la mujer. Cuando los policías intentaron golpear a la madre de Horacio, este intervino para defenderla, pero sin poder hacer nada ya que Julio Salto lo tomó por la espalda y le sujetó las manos para que el oficial Luna lo golpeara en todo el cuerpo.
A pesar de que Horacio cayó al piso a causa de los golpes, el agente Salto lo pateó en el cuerpo, provocando su desvanecimiento.
Cuando los policías comprobaron que el joven había perdido el conocimiento, lo arrastraron 20 metros hacia la calle mientras su madre seguía rogando que dejaran a su hijo en paz. Apesar de los reiterados pedidos de la mujer, el oficial Luna no hizo el menor esfuerzo por trasladar al joven golpeado. Sin embargo, una camioneta que pasaba frente a la casa se detuvo y recién en ese momento Luna le pidió al conductor que llevara a Horacio al hospital, arrojando al muchacho en la parte trasera del automovil como si fuera un perro atropellado.
Cuando el vehículo partió con el joven y Julio Salto hacia el hospital, Luna subió a su bicicleta y volvió a la comisaría 44. En el Hospital de Tintina fue atendido por la Dra. León, la cual manifestó que el oficial Salto en un estado evidente de nerviosismo se acercó a ella y al oído le dijo que "Luna se había vuelto loco y lo había cagado a trompadas al pibe".
Como si fuera poco, la madre de Horacio se dirigió a la Jefatura Central de Policía de Santiago. Allí le informaron que había un informe de Carlos Luna en donde él hacía constar que los golpes que tenía Horacio eran producto de una caída de su bicicleta cuando Luna lo perseguía tras un intento de fuga.
Aunque la golpiza ocurrió cuando Andrés Paez, el padre del joven, estaba trabajando monte adentro, una camioneta de la municipalidad de Tintina lo trasladó hasta el Hospital Distrital donde Horacio aún no era atendido por los médicos de la guardia a pesar de que aún permanecía inconsciente.
Ante la situación Andrés se dirigió a la comisaría 44 para radicar una denuncia contra los policías involucrados. En la seccional lo atiende un oficial joven recién llegado desde la capital santiagueña que se negó a tomarle la denuncia porque no tenía los datos clínicos del joven. Ante la negativa, Paez exige que le tomen la denuncia igual y el oficial se vuelve a negar. En ese momento aparece otro policía y lo invita a Andrés a que pase al despacho del oficial Carlos Luna, el mismo que había golpeado a su hijo. Aunque Paez se negó a ingresar a la oficina, Luna desde la puerta de su despacho le ofreció cuatro veces "todo el dinero necesario" para la recuperación de Horacio.
Paez se negó a recibir cualquier tipo de coimas y volvió a ver a su hijo en el hospital sin poder radicar la denuncia que fue formulada en la capital provincial el 22 de diciembre pasado.
La odisea clínica de Horacio no terminó allí. La médica del Hospital de Tintina le dijo a la mamá de Horacio que no tenían disponible la ambulancia y pretendía que la derivación al Hospital Regional de Santiago del Estero la hiciera la madre en el COTAPSA, ómnibus que realiza el trayecto Tintina - Ciudad de Santiago, con Horacio aún inconciente.
La desatención médica que sufrió en el hospital de Tintina concluyó a las 14 cuando una ambulancia lo trasladó al Hospital Regional de Santiago, donde fue internado en área de "pacientes críticos" de la sala de urgencias a cargo del neurólogo Cuesta. El parte médico oficial recién fue entregado a los familiares a las 3 de la madrugada del 18, un día después de los hechos. En el pueblo, Horacio es considerado como un chico de excelente conducta, un gran estudiante, trabajador y buen hijo. Jamás tuvo problema alguno con la policía ni con la justicia, y en la zona es querido por muchas familias.
MOCASE Movimiento Campesino de Santiago del Estero Para mayor información: con Hernán Prego, abogado del MOCASE en Buenos Aires 15-5622-0248. En Santiago del Estero: 03843 - 421195 o 03846-156-769-59 ANRed - 30/12/2003 - 17.00