12 de diciembre del 2003
Argentina
Ibarra "gestiona" contra las obreras de Brukman
La Verdad Obrera
¿Será una paradoja? El 10 de diciembre asumió, en su segundo período, "la gestión progresista de Ibarra" y ese día se cumplieron también 40 días desde que la Legislatura votó la expropiación de la fábrica Brukman y las obreras siguen en la calle.
Más que una paradoja, la explicación de esta aparente contradicción está en que el gobierno de Ibarra de gestión progresista, no tiene nada.
Veamos: Ibarra, junto a Juez, Sabbatella, Binner y su sucesor Lifschitz (intendentes de Córdoba, Morón y Rosario, recientemente asumidos), pretenden mostrarse como la "centroizquierda de gestión", el "progresismo que sabe gobernar". Desde los diarios los vemos hacer chistes acerca de cómo fracasó el "que se vayan todos". Observando los nombres que asumieron en el Congreso de la Nación y en la Legislatura porteña podemos decir que se quedaron todos.
Se ríen porque son los que, con discurso progre, vienen a sostener las mismas instituciones a las que el pueblo les demostró su terrible desconfianza y profundo odio aquel 20 de diciembre. Están en consonancia con el gobierno nacional: "nuevos" políticos de comité y unidades básicas remozados, muchos provenientes de la J.P. o del Partido Comunista (como los funcionarios de Ibarra, responsables del caso Brukman: Hecker y Tagger).
El progresista Ibarra... el que ordenara el desalojo y represión del Padelai allá por febrero, el que miró para otro lado cuando reprimieron salvajemente a las obreras de Brukman.
Esta gestión "progresista" fue poniendo sistemáticamente obstáculos a las trabajadoras para que recuperen su fábrica. Primero el argumento para no votar la ley de expropiación era que no había quiebra, cuando la misma Legislatura de la Provincia de Buenos Aires controlada por el PJ de Duhalde y Solá (que, convengamos, de progresistas no tienen nada), ha votado leyes de expropiación sin que intermediara quiebra alguna. Después cuando la justicia determinó la quiebra, aportando para ello las contundentes pruebas presentadas por las abogadas de las obreras, metieron con el PJ macrista por la ventana el "artículo 8" (que Ibarra se apuró a reglamentar incluso antes de la ley de expropiación), que habilita a los carneros a ingresar a la fábrica en igualdad de condiciones con las trabajadoras de Brukman, que demostraron durante 1 año y 4 meses cómo los trabajadores pueden producir sin patrón apoyados en la lucha y solidaridad de clase y luego cuando fueron desalojadas, durante 7 meses resistieron luchando por recuperar su fuente de trabajo.
Más palos en la rueda para las trabajadoras de Brukman, cero trabajo genuino de la "Gestión Progresista" de Ibarra. ¿Qué significa sino, después de casi dos meses de que las obreras de Brukman consiguieron la expropiación, que todavía estén afuera de su fábrica?
El Estado y sus agentes tienen que dar cuenta de por qué al día de hoy niegan una fuente de trabajo genuino para 60 obreras, con la posibilidad de que esa fábrica, gestionada por sus trabajadores, abra sus puertas para incorporar desocupados a su producción.
Es necesario un plan de lucha de las trabajadoras, acompañadas por las organizaciones piqueteras, organismos de derechos humanos, asambleas populares y partidos de izquierda para lograr lo que a días de cumplirse dos años de haber tomado la fábrica y ponerla a producir bajo su control, fue el grito de miles: ¡Brukman es de las trabajadoras y al que no le gusta se jode!