VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Argentina: La lucha continúa

SOBRE LA COLUMNA DE OPINIÓN DE MARIANO GRONDONA EN LA NACIÓN DEL 30/11/03


El más recalcitrante de los alcahuetes de los que mandan. Uno de los más preclaros defensores de los que cometieron en nuestra patria los crímenes más infames, desde la apropiación de niños, hijos de nuestras compañeras luego asesinadas, hasta arrojar desde un avión a compañeros adormecidos, al Rio de la Plata. Amigo íntimo de todos esos asesinos, de los que dice estar arrepentido de haber conocido. Defensor y cultor de los curas que violan criaturas desamparadas, en los asilos donde dicen protegerlos. Nuestro conocidísimo plumífero Mariano Grondona, trata de introducirse en el inconsciente colectivo de nuestro pueblo. Dicho inconsciente colectivo, debido a la desaparición y asesinato de nuestros treinta mil compañeros, ha adquirido verdaderas y legitimísimas defensas en contra de la represión asesina del Estado, ejecutada por sus viejos amigos que hoy dice repudiar. Pero veamos que trata de hacer con y en ese inconsciente, para tratar de darlo vuelta a su antojo, en un escrito de lo más indecente y manipulador que hayamos leido, ¿y donde iba a escribirlo?, como casi no podía ser de otra manera, en el diario La Nación.

Obviamente el artículo está plagado de "elementos objetivos", vistos desde la perspectiva de la defensa de los intereses de los ricos, de la clase que defiende, sin tener para nada en cuenta los hechos objetivos que llevan a la clase que nosotros defendemos: los trabajadores y los sectores populares, a tener que llegar a instancias como las que describe, para simplemete obtener el sustento diario de nuestros hijos, sin el cual , desearíamos recordarle, dejarían de existir. Sabemos que nada le importa todo esto, sólo le preocupa que se mantengan los privilegios que implica la propiedad privada en general, la de los medios de producción como fundamental, que siga circulando la mercancía, envenenado todo el tejido social y la ganancia de sus patrones y la propia.
Según él los desastres que produjo la clase que defiende y representa: más de veinte millones de ciudadanos y compañeros por debajo de la "línea de la pobreza", más de cinco millones de desocupados, más de setenta niños que mueren diariamente por causas evitables, deberíamos resolverlo nosotros y además sin causar ninguna molestia a quienes disfrutan a plenitud de todos los bienes que han conseguido con la explotación de todos los que hoy estamos excluidos de esta "sociedad basura" en que vivimos.

Veamos ahora como el defensor de la "Ley y el Orden", con una claridad meridiana, acudiendo a la necesidad del cambio, no sólo del inconsciente colectivo, sino fundamentalmente de la conciencia colectiva actual en contra de la violencia institucional del Estado, incita a la violencia a los ciudadanos "respetables" para que tomen en sus manos la defensa de su derecho a la comodidad y a circular libremente con su auto. Pero se cuida mucho de decirles nada acerca, que de continuar esta situación, todos ellos se van a empobrecer de tal manera, que solo les quedará el camino de incorporarse a las filas de los piqueteros y ese es el terror mas profundo del plumífero así como el de su clase.

Citamos de su texto: "¿Pero qué hacen por su parte los automovilistas y los transeuntes ante estas perturbaciones? En vez de PROTESTAR ACTIVAMENTE CONTRA los manifestantes LOS DEJAN PASAR MANSAMENTE. La PASIVIDAD no sólo policial, sino también CIUDADANA, FRENTE a los piquetes es explicable como la expresión de un profundo SENTIMIENTO DE CULPA entre los argentinos."

Todo el artículo esta dirigido a que no se dejen intimidar por culpa alguna aquellos que la sienten, para que puedan transformarse en indolentes ante la crueldad e injusticia de este régimen que defiende. También se dirige a incitar al gobierno y a la policía a reprimir la protesta social, disfrazándolo de "legalidad". Pero como a la vez parece que no le hacen caso, o por lo menos no con toda la animalidad y crueldad que él necesita, recurre a lo que acabamos de encomillar (aclaramos que las mayúsculas son nuestras) para que los ciudadanos, ya sin las viejas culpas, en vez de DEJARLOS PASAR MANSAMENTE Y CON PASIVIDAD, PROTESTEN ACTIVAMENTE CONTRA LOS PIQUETEROS, por ejemplo arrojando su auto, colectivo o camión encima de ellos, como ya más de una vez ha ocurrido. Tenemos la convicción de que los especímenes del tipo de Mariano Grondona, no pertenecen al género humano.