Por: Héctor Corti (UTPBA-ANC)*

Reportaje realizado al periodista Juan Carlos Camaño, secretario adjunto de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y secretario general de la Federación Latinoamericana de Periodistas -FELAP- quien subraya, en esta entrevista, conceptos que agitan la polémica respecto del rol de los periodistas frente a desafíos de vida o muerte.

-Hay quienes dicen que la UTPBA tiene un discurso duro en el debate acerca del papel de los periodistas en esta etapa… ¿no es riesgoso eso?

-¿Riesgoso para qué cosa?

-Bueno, para pretender ser la organización que represente a todos los periodistas. Lo mismo en el caso de la FELAP, si es que aspira a representar a todos los periodistas de la región.

-Pretender representar a todos es un deseo infantilista, estrafalario y fantasioso. A nosotros no nos interesa representar, por ejemplo, al Periodista-CNN, porque partimos de concepciones ideológicas profundamente diferentes, en momentos en que la prepotencia imperialista de los Estados Unidos arrasa con el hombre y con el planeta. Nosotros no nos llenamos la boca con la palabra democracia, en un mundo en el que lo que menos hay es democracia. El Periodista-CNN, que puede, o no, trabajar en la CNN, un día se sube a un tanque de guerra e invade Irak y luego cuando Irak se convierte en un pantano para las 'fuerzas del bien', cuestiona a los cerebros de la guerra porque la guerra ya no es un éxito, ni es aquello que se propagandizaba antes y durante la marcha triunfal hacia Bagdad. El Periodista-CNN no cuestiona la matanza, cuestiona los errores que impiden alcanzar el éxito: terminar con el 'mal', apoderarnos del petróleo, garantizar los negocios de la 'reconstrucción', imponer la 'paz', instalar la 'democracia'. Se trata del periodista hipócrita, que un día se sale de la línea de fuego porque advierte que al 'fuego amigo' le responde el fuego enemigo. Y así, de golpe, descubre que 'la guerra' de Irak pierde el encanto de hacer la experiencia del profesional arriesgado; que Bush se sale de madre y que en EE.UU. ha llegado el turno de los demócratas, democracia mediante. Todo bien rapidito, y pasando por encima de cuanto despojo humano haya quedado sepultado bajo aquella infernal lluvia de bombas.

-¿Qué otras referencias de este tipo se pueden mencionar?

-El Periodista- CNN que, repito, no necesariamente trabaja en la CNN, es el que le dio un cheque en blanco a Menem en 1989 y luego fue mutando el discurso porque la lucha de resistencia en la Argentina desnudó a Menem y al modelo económico, político, social y cultural que Menem y no sólo él, sino los organismos de crédito internacional y, por supuesto, EE.UU., impusieron en nuestro país, destruyéndolo todo. Al principio Menem era una esperanza y el neoliberalismo la salvación. Después Menem pasó a ser simpático, aunque un poco frívolo y el neoliberalismo seguía siendo una salvación. Luego Menem se graduó de villano y el neoliberalismo fue el modelo que se olvidaba de un detalle: la justicia social. Pero, para llegar al Menem villano y al neoliberalismo modelo injusto, debieron pasar muchos años, muchos humillados, muchos desocupados, muchos muertos de hambre. Entonces el Periodista-CNN se bajó del tanque que piloteaban Menem y los neoliberales, de adentro y de afuera, y se procuró un lugar -a la vista del gran público- para cuestionar a quienes en nombre de la libertad, provocaron el padecimiento de millones de seres humanos. Siempre en democracia, claro está. Porque si hay algo que el Periodista- CNN no deja de mencionar es la palabra democracia. Y si hay algo que no deja de reivindicar es la democracia que conocemos, la que hace de marco del desgarrador espectáculo que caracteriza este tiempo de hambre, miseria, exclusión, explotación y violencia cotidiana.

-Pero esto que ocurre, remitiéndonos a los grandes conglomerados comunicacionales y a los centros informativos monopólicos, excede en gran medida la responsabilidad de muchos periodistas…

-Lo sabemos y lo dijimos miles de veces. Pero el debate que la UTPBA y la FELAP intentan instalar permanentemente es el que ubica al periodista en la realidad y no en la ficción. ¿Esto que vivimos es democracia? ¿Esto que vivimos es libertad? ¿Con este modelo, con este sistema, se respetan los derechos humanos? Estas preguntas tienen respuestas concretas en la vida diaria, donde miles de millones de personas son ultrajadas sistemáticamente en su condición humana. Y ahí, ante la contundencia de la verdad -la verdad siempre es concreta-, el Periodista-CNN acude a muletillas y a frases hechas, para referirse a la democracia como un sistema imperfecto, pero el mejor. Disocia, esquizofrénicamente, a las miles de millones de víctimas que provoca el sistema -con su democracia incluida-, del sistema que provoca a esas miles de millones de víctimas. Hace algo así como una engañifa, o un pase de magia aprendido ideológicamente y practicado profesionalmente.


* Héctor Corti es periodista, responsable de la ANC.