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Argentina: La lucha continúa

Nuestro empeño, construir un "continente libre y justo", dice Lula da Silva
Pactan Argentina y Brasil dar prioridad a lo social antes de pagar deuda externa


"Queremos crecer como sociedades integradas": Kirchner; firman acuerdo de 20 puntos
STELLA CALLONI / LA JORNADA

El presidente argentino, Néstor Kirchner, y su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, firmaron hoy aquí el llamado Consenso de Buenos Aires, mediante el cual ambos países -las mayores economías sudamercianas- asumen la posición de dar prioridad a la cuestión social antes que a los compromisos financieros externos.


Lula, quien llegó anoche a esta capital, dijo ante el Congreso que "estamos los dos países) llamados a desempeñar un papel decisivo en la construcción de un continente libre y justo". Kirchner habló de la importancia de fortalecer "una asociación estratégica".
El mandatario argentino recibió al visitante con un fuerte abrazo a su llegada a la Casa Rosada, y después firmaron el documento con el cual ambos países intentan "conformar un espacio económico, político y cultural unificado que nos permita crecer como sociedades integradas y modernas", dijo Kirchner.
El eje del Consenso de Buenos Aires, de 20 puntos, está en asumir una posición común frente a los acreedores externos para enfrentar la responsabilidad sobre la situación social y las desigualdades. Así, el desarrollo social y económico y las pautas fijadas de recuperación, no podrán ser relegados por cumplir compromisos externos.
Para algunos analistas, se reivindica así la llamada "cláusula social" que el gobierno argentino desarrolló en su reciente negociación con el Fondo Monetario Internacional, y podría ser la base de la posición que ambos países tomarán dentro de un mes en Miami , donde se realizará una conferencia de ministros del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Hay quienes consideran que el Consenso de Buenos Aires podría aparecer como simbólicamente contrapuesto al llamado Consenso de Washington, la base del modelo neoliberal que hoy estalla en la región, e información llegada desde la prensa brasileña mostró a uno de los artífices de aquel consenso, John Williamson, sobre el peligro de volver a una política industrial o el riesgo que los brasileños corren por asociarse a los argentinos.
El texto, por lo pronto, reafirma la decisión de continuar "desde el Mercosur" las negociaciones hacia la formación del ALCA, y habla de mantener las conversaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) con "bases equilibradas y con reales perspectivas de éxito, en particular en el campo agrícola".
Durante esta jornada, la agenda de Lula fue seguida por la simpatía de los porteños, que lo aplaudieron cuando frente al monumento al Libertador General San Martín dijo que "nos embarcamos en un ambicioso proyecto para construir una comunidad de naciones unidas y solidarias". El ex obrero brasileño fue nombrado ciudadano ilustre de Buenos Aires y recibió las llaves de la ciudad.
Cuando era candidato presidencial, Kirchner recibió el apoyo de Lula, y el argentino hizo su primer viaje oficial a Brasil el pasado 11 de junio.
Algunos grupos económicos y también sectores mediáticos han intentado hablar de desavenencias, celos y otros asuntos que podían producir un alejamiento entre ambos mandatarios, pero al parecer la visita trata de abortar esos rumores. "Es el mejor momento de los dos", declaró el asesor de Lula, Marco Aurelio García, al diario Página/12, y agregó que " hay ruidos porque todo está muy bien".
La visita de Lula ocurrió el mismo día en que el centro de Buenos Aires -donde se encuentra la casa de gobierno- sufrió un breve pero masivo apagón, justamente un día después de que las compañías de electricidad privatizadas insistieran en que sin un aumento de las tarifas el servicio se verá afectado. "Queremos creer que fue un hecho casual", dijo el jefe de gabinete, Alberto Fernández.