Neutralizar al movimiento piquetero
por COLECTIVO NUEVO PROYECTO HISTORICO
Una de las tenazas de la recomposición del capital pasa por embotar la lucha salarial del vielo movimiento obrero a través del sindicalismo fordista; la otra cooptar, dividir y segmentar el movimiento de los nuevos trabajadores precarios. Analicemos la "transversalidad" de Kirchner y su lema: ni palos, ni planes.
En seis meses, el "Capital-Parlamentarismo" aún sangrante tendrá el resultado de la primera etapa de su plan de desarme piquetero. Uno de los objetivos buscados ppor el régimen Duhalde-Kirchner desde junio del 2002. Se trata del tramo inicial de un pseudo proyecto de obras públicas aplicado directamente en el corazón de las organizaciones de activistas, para el cual hay destinados más de $100 millones.
Los primeros grupos en enfrentarse a la prueba serán los "pibes K", de DElía y Alderete. A través de ellos, el Ejecutivo nacional estudiará la posibilidad de fragmentar por completo a los movimientos piqueteros, dispersándolos en el campo de la construcción, en la ilusión de ser pequeños propietarios.
Así, para el próximo semestre, está en marcha un plan para construir 6.028 viviendas, que generarán 15 mil puestos de trabajo. Por cada casa trabajarán cuatro piqueteros, organizados al estilo de una cooperativa.
"Está llegando una primaverita", indicó Alderete, aunque dijo que todavía hace falta que "se reactiven la industria y el mercado interno", repitiendo como un loro la ideologia oficial.
El convenio para la construcción de las viviendas fue firmado semanas atrás, en Casa de Gobierno, entre Néstor Kirchner, DElía (por la Federación de Tierra y Vivienda) y Alderete (por la Corriente Clasista y Combativa). Allí se decidió que por cada construcción el Ejecutivo destinará $13 mil para infraestructura, $3 mil para salarios y $1 mil más para materiales de obra.
De esa manera, irán $108.504.000 a los piqueteros, cada uno de los cuales dejará de percibir su Plan Jefas y Jefes de Hogar. Se desprende de ese punto que los caciques de La Matanza perderán prédica sobre sus subordinados, de forma tal que el Gobierno lograría neutralizar la organización y la ejecución de las protestas y los cortes de ruta. Le partirán el espinazo al cemento organizativo.
En caso de que el primer tramo del plan funcione con los "piqueteros amarillos de K", el Gobierno tiene pensado utilizar la misma estrategia con los más duros, a quienes hasta ahora ha condenado a una indiferencia casi absoluta.
Tanto el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), como el Bloque Piquetero Nacional (BPN) y los sectores más opositores del mundillo piquetero esperan ansiosos la posibilidad de sumarse al proyecto de obras públicas, aunque deberán esperar por lo menos seis meses más.
En su caso, según explicaron miembros del BPN, existen todavía algunas diferencias internas respecto de aceptar que sea el Gobierno quien controle la ejecución de las obras. No obstante, admitieron que ante el volumen del plan podrían ceder a la tentación y trabajar en forma conjunta con los ministros kirchneristas, quienes se frotan las manos imaginando el control de los movimientos piqueteros. teniendo contenido al mundo sindical, que representa hoy menos del 25% de la fuerza de trabajo (con contrato ondefinido, en blanco), al "Capital-Parlamentarismo sólo le queda aniquilar al joven movimiento de los trabajadores posfordistas (precarios, flexibilizados, a tiempo parcial, desempleados).
Desde que Kirchner asumió, el movimiento piquetero no dejó de dividirse lentamente. Alentados y distraidos con planes sociales y proyectos para microemprendimientos, el gobierno logró atraer a los grupos menos combativos y lograr la promesa de que dejarán las calles. Desde los sectores más rebeldes, liderados por el Bloque Piquetero Nacional, dicen que la estrategia oficial es debilitarlos. Es peor: se trata de aniquilarlos, domesticarlos y transformarlos en un
El mayor distanciamiento comenzó a producirse luego de que la Federación de Tierra y Vivienda, liderada por DŽElía, y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) explicitó el apoyo a la gestión de Kirchner, incluso que tomaría las armas (sic) ante un eventual golpe. Mientras, desde el sector más combativo continuaron los cortes en las calles (que incluso aumentaron desde agosto del 2003)y, además, sumaron el bloqueo de las boleterías en los subterráneos.
Aunque reconocen que existe diálogo con los funcionarios nacionales, los más combativos no vislumbran una solución a sus reclamos.
"Nada cambió ni mejoró para el movimiento piquetero desde que está este gobierno. Nada que sirva para resolver las demandas profundas y lo único que hizo fue profundizar un ala piquetera, que es la de DŽElía y Alderete (Juan Carlos)", dijo Pitrola, líder del Polo Obrero (PO), expresión piquetera del Partido Obrero, que integra el Bloque Piquetero Nacional.
El aval descarado y cínico de DŽElía a la gestión de Kirchner es entendido, según los grupos más rebeldes, como una estrategia del Gobierno por acercarse a algunas agrupaciones y debilitar así el foco de protesta permanente. "Ellos (por DŽElía y Alderete) son los depositarios de los programas para hacer viviendas, microemprendimientos; ésas son todas prebendas que tienen como excusa para que exista una tregua, por eso esas acciones del Gobierno no están cerca de la generación de puestos de trabajo", insistió Pitrola.
Para Bitto, líder del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR) y miembro del Bloque, la relación con el Gobierno "no puede ser buena cuando existe represión policial".
El reclamo de Bitto es coincidente con el de más de 20 organizaciones piqueteras, que, en desafío al Gobierno, coparon el jueves último la Plaza de Mayo para exigir que cese la represión oficial. El principal enojo se debe a que, hace poco más de diez días, la policía desalojó a los manifestantes que habían tomado la boletería de subte de la estación Carlos Pellegrini y, en otro episodio, la policía bonaerense detuvo a 40 piqueteros que generaron desórdenes en La Plata.
"Mientras hay represión, la relación con el Gobierno no puede ser buena. Y no nos parece casual que algunas organizaciones reciban más que otras cuando el hambre es el mismo en todos lados", dijo Bitto. Au postura también es de corto vuelo: si se elimina la tolerancia cero del gobierno, żque?...
Los convenios para la construcción de viviendas y el subsidio para microemprendimiento, según el ala más rebelde de los piqueteros, fueron un gesto del "Capital-Parlamentarismo" para acercarse a los sectores más dialoguistas. Además, algunos coincidieron que en los últimos días recibieron llamadas desde el Gobierno para intentar desalentar los piquetes en los subterráneos. in
"Existen apuradas para no nos movilicemos, dijeron que nos iban a sacar los planes. Y de alguna manera se nos discrimina con relación a otros grupos", dijo el referente de la Coordinadora de Unidad Barrial (CuBa), Kuperman.
Pese a la embestida de los más rebeldes dispuestos a continuar con los cortes y denunciar "discriminación" por parte del Gobierno, fuentes del Ministerio de Trabajo reconocieron que a aquéllos se les pidió "que contribuyan a la paz social y que no perjudiquen los derechos de los demás", en alusión, sobre todo, a las protestas en los subterráneos.
El vocero consultado desmintió que tras los últimos cortes haya existido una presión para la quita de los planes sociales, ya adjudicados.
Lo cierto es que desde que asumió Kirchner, las posturas de la CCC, el FTV y la Coordinadora de los Desocupados están cada vez más enfrentadas con las acciones del Bloque Piquetero Nacional. La cuña "divide e impera" parece estar dando resultado. Mientras los primeros ya no llevan palos en los piquetes y coinciden en que deben terminar los cortes de calles, el sector más combativo reivindica las protestas más duras, y aumenta su presencia en las calles y con formas creativas de acción directa.
"Ellos tienen la vocación de vaciar las calles. Se declaran punteros de Kirchner, pero en las urnas mucho éxito no tuvieron", dijo Pitrola acerca de DŽElía, que en las últimas elecciones bonaerenses, como candidato a gobernador, logró un 2% de los votos.
DŽElía, que se define como un dirigente que "banca al Presidente", destacó que algunos sectores "eligen las marchas cuando la sociedad está harta del dogmatismo ideológico. Cada dos o tres días están en las calles sin razones aparentes", dijo. Y agregó: "Los cortes son una actitud boba de los grupos de vanguardia que determinan acciones irracionales en las calles y que son funcionales a la derecha". en esto se suma a la ofensiva propagandística del gobierno que pretende montar una falsa dialéctica entre una derecha agazapada y el régimen Duhalde-Kirchner.
DŽElía les advirtió a los piqueteros rebeldes que "si cae Kirchner no vendrá la revolución socialista sino muchos años de derecha reaccionaria y de represión". ży qué tuvimos los trabajadores estos últimos doce años?